Quito. 06 nov 96. No me pagaron la cuenta, se los llevó la
Interpol y me ofrecieron cancelar los 151.600 sucres en las
próximas horas, dijo el administrador del hotel Majestic
donde se alojaron los narcotraficantes peruanos.

La captura de Willer Alvarado, el capo de la droga, empezó en
Quito el jueves 31 de octubre pasado, cuando llegó al hotel
Majestic. Eran las 07h00 del último día de ese mes cuando cuatro
personas se acercaron a la recepción del hotel -entre la calle
Mercadillo y Versalles No 366- solicitando dos habitaciones. Uno
de ellos se identificó como José Hidalgo, tenía acento peruano,
era el que apareció como el responsable del manejo del dinero
porque pagó la primera cuenta de 120 mil sucres. Llegaron con
toda la confianza del mundo, sin actitudes sospechosas ni muchas
maletas.

Tenían la apariencia de cualquier otro cliente. No pidieron las
mejores habitaciones ni la mejor comida. Tampoco se veían muy
bien vestidos.

No hicieron una previa reservación. Ocuparon las habitaciones 204
y 210.

Según las facturas registradas el primer día, no hicieron grandes
gastos. Nada en comida pero sí cuatro llamadas telefónicas. "Me
pidió el señor que responde al nombre de José Hidalgo hacer unas
llamadas con el prefijo 07, que corresponde a la provincias
fronterizas", dijo el administrador del hotel.

El viernes, a las 11h00, solicitó siete llamadas más: una a
Bogotá y otra a Lima. Las demás al interior del país. Pero fue
imposible hacer contacto.

En la factura de gastos de ese día aparece el consumo de
cigarrillos, papas fritas, caramelos, chicles y chocolates entre
pequeños y grandes. No ingirieron ningún tipo de licor.

El sábado 2 de noviembre consumieron solo golosinas. Lo empleados
del hotel manifestaron que pasaron desapercibidos y que se
mostraban bastante reservados. En la tarde, los agentes de la
Interpol, vestidos de civil, rondaban por el hotel. Ya en las
últimas horas de la noche comenzaron a revisar las habitaciones y
tratando de taponar las posibles vías de fuga. Todo estaba bien
planificado.

Aproximadamente a las 03h00 del domingo 3 de noviembre unos 20
miembros de la Policía actuaron. Allanaron todas los cuartos. La
gente que estaba en las 44 habitaciones y, especialmente, en las
11 del segundo piso se mostró molesta.

Cuando llegó a los dos departamentos de los cuatro peruanos y los
entrevistó, la Policía descubrió varias contradicciones: no
tenían documentos en regla y confesaron sus verdaderas
identidades.

En su poder no se encontró mucho dinero ni pertenencias. Uno de
ellos tenía 1.500 dólares y no tenían armas ni algún indicio que
despierte sospechas. No opusieron resistencia y más bien se
mostraron confiados de que pronto saldrían libres.

Según la Interpol, la captura de "Champa" ocurrió luego de 15
días de intensas acciones entre la Policía del Perú y de Ecuador
a través del Servicio de Inteligencia del Perú (SIN) y de la
Unidad de Investigaciones Especiales del Ecuador (UIES).

"No se divulgó de la captura en el país porque en los nuevos
métodos de investigaciones es mejor mantener en secreto los
primeros logros. Desde el principio sabíamos de que se trataba
del hombre más buscado en el Perú", dijo un agente de la UIES.

De acuerdo con los informes de inteligencia del Perú, se conocía
que Willer Alvarado tenía contactos con los grupos de Colombia
como de Perú y que se reunían con los jefes de los carteles en
las zona oriental del Ecuador.

Todo indica, según las llamadas telefónicas y los movimientos que
realizaba Alvarado, que se preparaba en el hotel Majestic una
reunión entre capos de la droga. Por ahora, las pistas apuntan
que otros traficantes se aprestaban a llegar. Las pesquisas
continúan en Quito. El objetivo: descubrir la red que mantenían
en el Ecuador.

Por ahora, se mantienen reuniones entre los agentes de la
Interpol y otras ramas de la Policía. Los documentos falsificados
se los elaboraron o adquirieron en la provincia de Sucumbíos.
Allí mantenían contactos con otros carteles que pretendían
utilizar la zona fronteriza como puente de la droga.

Según un informe de Migración, Willer Alvarado Linares ingresó al
Ecuador el 20 de octubre, bajo el nombre de Juver Alcides
Rodríguez.

Las investigaciones siguen

Juan Alvarado Linares y Víctor Bobadilla Vilches ya fueron
identificados en Huaquillas. La Policía les siguió el rastro
hasta Nueva Loja, donde debían reunirse con Willer Alvarado y
Migdonio Cordero.

De acuerdo a Fausto Egas, jefe de la Interpol, Willer Alvarado
habría ingresado al país entre el 20 y 23 de octubre, por el
sector de Lagunas, al nororiente del país. Se cree que buscaba
radicarse en el país y establecer sus actividades ilícitas en
Nueva Loja.

Tras la detención de los cuatro presuntos narcotraficantes, la
Policía siguió con la investigación y detuvo, el 4 de noviembre,
en Huaquillas, a Pedro Lavi Navarro, Jovano Espinoza, Silvia
Tanta Celys Poma, Zelma Tania Albán Núñez y Luis Felipe Rodríguez
(todos peruanos), quienes fueron deportados a Perú por no tener
documentos. Ellos estarían relacionados con "Champa". Se
investiga también la relación de Alvarado con posibles socios
ecuatorianos.

Egas explicó que la Policía viene coordinando acciones con su
similar de Perú desde tiempo atrás. La captura de Demetrio Chávez
"El Vaticano", ya habría contado con la participación de los
servicios especiales de ambos países. "Champa" y sus tres
compañeros fueron entregados ayer a las autoridades de migración
y antinarcóticos del Perú.

La captura ayuda a Fujimori

El Comercio de Lima / GDA, EFE, Ansa, Reuter

Para el presidente Alberto Fujimori la captura de Willer Alvarado
le llega como anillo al dedo. El Presidente aprovechó la
oportunidad para resaltar la labor del Servicio de Inteligencia
Nacional (SIN) peruano. Según el Mandatario, la captura de
Alvarado se produjo por un minucioso trabajo del SIN, y la
estrecha colaboración de la Policía Nacional, a través de la
Dirección Nacional Antidrogas, y sus similares de Colombia y
Ecuador.

Y es que Fujimori aseguró que la supuesta investigación para la
captura fue conducida por el asesor del SIN, Vladimiro
Montesinos, a quien el Presidente le ratificó su respaldo frente
a las críticas de la oposición. La detención de Alvarado es
considerada "un duro golpe" al narcotráfico de Perú, primer país
productor de pasta básica de cocaína (PBC) del mundo.

Champa era el narcotraficante más buscado de Perú porque se había
convertido en el principal productor y exportador de cocaína a
Colombia, después de la captura de los mafiosos Demetrio Chávez,
alias Vaticano; y Abelardo Cachique, alias Teniente.

La vehemente afirmación del Mandatario colocó a Montesinos esta
vez como un héroe nacional según los periodistas peruanos.

Ayer Fujimori se mostraba feliz:"Cada vez estoy más satisfecho de
su labor, porque cada vez hay mejores resultados, es
extraordinaria. Ahora no vaya a ser que Champa salga a decir que
le dio dinero al doctor Montesinos y que todo el mundo le crea".
El ex asesor presidencial fue acusado por Vaticano de corrupto
por recibir dinero a cambio del libre tráfico de drogas en la
selva.

La captura del narcotraficante ha originado gran expectativa en
el Perú. Según el Departamento Estadounidense Antinarcóticos
(DEA), Alvarado producía y exportaba cada mes unos 3.000 kilos de
cocaína. Su centro de operaciones abarcaba las cuencas de los
ríos Amazonas, Napo y Putumayo, situados en la frontera amazónica
peruana con Colombia y Ecuador, donde se habían construido
ilegalmente pistas de aterrizaje equipadas con modernos sistemas
de radiocomunicación.

Alvarado fue señalado por la prensa como el autor del desate,
hace unos meses, de una cruenta guerra de bandas del narcotráfico
por el control de las zonas cocaleras del Alto Huallaga y de la
región fronteriza con Colombia.

El narcotraficante, que antes de delinquir había sido policía,
empezó su actividad como asaltante de los acopiadores de droga de
otras bandas, a quienes les quitaba el cargamento. En poco tiempo
tomó el control absoluto de la zona del Putumayo.

Las primeras reacciones de su captura fueron violentas. Miembros
de su banda asesinaron a seis personas e hirieron de gravedad a
otras 12 en Aucayacu, en la selva central del país. Según
testigos los delincuentes estuvieron buscando a miembros de una
banda rival para matarlos, pero ametrallaron a "personas
inocentes". Según el diario La República, los atacantes buscaban
a miembros de la banda Cristal, quienes ayudaron a capturar a
Champa.

La condena que el narcotraficante puede tener es aún imprecisa.
Podría ser condenado de 25 a 30 años por tráfico de drogas, pero
también es posible que se le aplique el mismo esquema utilizado
para Demetrio Chávez Peñaherrera.

Es decir, que si le acusan de narcoterrorismo, podría ser
condenado a cadena perpetua, ya que también fue condenado por la
Dirección Nacional de Terrorismo, por su presunta vinculación con
el Sendero Luminoso, al que proporcionó armas y dinero a cambio
de protección. (FUENTE: EL COMERCIO, P. A-2)
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