Quito. 01 ago 2001. Se publicó para poder solventar deudas de la
institución. Se edita sin leer las obras
Hasta la redacción de Diario HOY han llegado 30 libros con el sello de
la Casa de la Cultura Ecuatoriana. Muchos de ellos no reúnen
condiciones aceptables para ser publicados: diseño gráfico
profesional, ortografía en los textos, y principalmente calidad de
contenido.
La CCE según Raúl Pérez Torres, no tiene un presupuesto fijo para la
publicación de textos. La institución está trabajando para solventar
gastos y deudas. "No todos los libros que salen del fondo editorial
pertenecen a una política de la Casa de la Cultura, sino que son
contratados", explica.
Ausencia, de Etza Jara León, poemario publicado por la CCE tiene unos
versos que asombrarían al mismísimo Kavafis por su depurada
construcción y originalidad: "Arrojé al aire/ mi corazón dolido/ para
que el viento lo lleve hasta el olvido". Otro texto que llama la
atención es El funeral, de Wilson Gutiérrez, libro que tiene una
portada dudosa y unas construcciones gramaticales enrevesadas: "Mi
atención la pongo en aquellas caderas enjugadas con ritmos excitantes
que parecen masas repartidas en forma escultural" .
Estas fallas en los textos, debilitan el sello de la CCE y la hacen
digna de desconfianza. La necesidad de un consejo editorial serio y
riguroso que edite las publicaciones es urgente. 'Tenemos un consejo
editorial que recién se está formando, con Luis Félix López
(cordinador general), Iván Egüez, Williams Castillo (director de la
revista Letras del Ecuador), Marcela Ribera (coordinadora general de
núcleos), Marco Antonio Rodríguez (secretario general ) y yo.
No existe una clara política para publicar a estos innumerables nuevos
talentos de la literatura ecuatoriana. El único requisito es que ellos
aporten algo de dinero y ayuden a contrarrestar el déficit que había
en la Casa de la Cultura de un millón de dólares. ¿Pero las deudas son
el motivo para desprestigiar a una institución y quitarle seriedad al
trabajo con las letras?
Hubo sensiblería y falta de rigor, acepta Raúl Pérez, y menciona algo
positivo: una virtud puede ser dar a conocer títulos como La historia
de Ecuador, del padre Juan de Velasco, Juan Montalvo en inglés y
español, la novela de Guido Jalil. Y está de acuerdo que en las
publicaciones hubo compadrazgo, amistad y méritos propios.
Tenemos la obligación moral de tornar ese compadrazgo en ética,
promete el presidente Pérez Torres (JCM)
-El criterio final de una publicación lo posee el lector
No tenemos una estadística de cuántos libros se publican al año ni el
costo dijo Jaime Paredes, director del Fondo Editorial de la Casa de
la Cultura. Se elaborará un catálogo con todos estos datos más
adelante.
Existen tres rubros de publicación: la Casa de la Cultura pone el
material, otro, que el autor pone el material y aquel en que el autor
pone todo.
El tipo de rubro decide el Consejo de acuerdo con la calidad del libro
e incluso con la amistad con el autor.
Según él, los criterios de edición los da el Consejo Editorial de la
Casa de la Cultura al revisar las solicitudes que hayan sido
aceptadas.
No todos los libros han sido acogidos, pero se edita aquellos que no
aceptan las editoras comerciales, debido a que son de autores nuevos.
Pero hay que dar oportunidad a gente joven, asevera.
Paredes afirma que hay el proyecto de entregar el sello editorial solo
a las excelentes obras y ser más exigente con las publicaciones.
Existen libros que se publicaron este año porque ya estaban
contratados antes de que Pérez Torres asumiera la presidencia de la
CCE y tuvimos que cumplir con la edición, dice el director.
La subjetividad califica un libro. Hay criterios dispares que se
manejan dentro y fuera de la CCE, así como de los medios. Estos
criterios no son los que finalmente calificarán al libro, sino los
lectores, dice.
Sin embargo, estos libros no son distribuidos adecuadamente, por eso
se elaboró un convenio con Libresa y Librería Española para que se
comercialicen los libros del Fondo Editorial. Ahora tienen la
oportunidad de llegar más a la gente, concluye Paredes. (PCG)
-Virtudes y defectos en las publicaciones de la CCE
Por todo lo que pase en la Casa de la Cultura, en mi administración,
tengo que responder yo. En ese sentido ha habido una serie de errores,
una falta de rigor en las publicaciones, explica Pérez Torres.
Unos libros son pagados enteramente por el autor, otros paga la
institución poniendo la impresión y el papel. Según el contrato que se
estipule con el autor. Determinando el porcentaje de participación
económica y sus funciones.
EL costo de la producción de un libro oscila entre $3 a $4, en la
imprenta de la institución. Respecto de la política que ha llevado
Raúl Pérez Torres, argumenta diciendo: Hay que darse cuenta de que
estamos sirviendo a un gran público y que merece nuestra atención. Es
decir ese rigor tiene que estra dado por la especificidad de cada una
de las publicaciones, de los autores de los lugares de donde se
producen las obras. Entonces la Casa de la Cultura es a nivel nacional
y la dirección editorial también es a nivel nacional.
Una de las publicaciones acertadas bajo la presidencia de Pérez
Torres es, sin duda, la revista informativa: Cuadernos de cinemateca,
que la prensa no menciona.
Por el momento se ha prometido una lectura rigurosa a las obras que
salgan publicadas con el sello de la CCE. (JCM)
-Hay que dar a los textos la oportunidad de circular
Los jóvenes tienen todo el derecho de publicar sus obras dijo Abdón
Ubidia, el literato que escribió algunas de las contraportadas de los
libros publicados por el Fondo Editorial de la Casa de la Cultura
Ecuatoriana.
Ubidia afirma que existen libros de calidad como Girasoles muriendo en
música, de Olger Córdova.
La obra se impone a sí misma sus limitaciones. El lector es quien
terminará juzgando la publicación, dice.
Con el momento de crisis que está atravesando el país, según el
escritor, es mejor estimular el movimiento literario de la juventud.
Es muy fácil destruir y criticar negativamente una obra. No es justo
valerse de un medio de comunicación para atacar las obras, afirma.
Algunas personas del medio no pueden tolerar que existan poetas
jóvenes que irrumpen en en la literatura. Algunos de ellos piensan que
deben reinar solos, afirma, es por eso que voy a defender el derecho
de publicar una obra y que esta sea criticada de forma seria,
continúa.
Ubidia asegura haber escrito algunas contraportadas porque ha
analizado los méritos y claves de cada libro.Hay que darle la
oportunidad al libro de circular, concluye. (PCG)(Diario Hoy)
institución. Se edita sin leer las obras
Hasta la redacción de Diario HOY han llegado 30 libros con el sello de
la Casa de la Cultura Ecuatoriana. Muchos de ellos no reúnen
condiciones aceptables para ser publicados: diseño gráfico
profesional, ortografía en los textos, y principalmente calidad de
contenido.
La CCE según Raúl Pérez Torres, no tiene un presupuesto fijo para la
publicación de textos. La institución está trabajando para solventar
gastos y deudas. "No todos los libros que salen del fondo editorial
pertenecen a una política de la Casa de la Cultura, sino que son
contratados", explica.
Ausencia, de Etza Jara León, poemario publicado por la CCE tiene unos
versos que asombrarían al mismísimo Kavafis por su depurada
construcción y originalidad: "Arrojé al aire/ mi corazón dolido/ para
que el viento lo lleve hasta el olvido". Otro texto que llama la
atención es El funeral, de Wilson Gutiérrez, libro que tiene una
portada dudosa y unas construcciones gramaticales enrevesadas: "Mi
atención la pongo en aquellas caderas enjugadas con ritmos excitantes
que parecen masas repartidas en forma escultural" .
Estas fallas en los textos, debilitan el sello de la CCE y la hacen
digna de desconfianza. La necesidad de un consejo editorial serio y
riguroso que edite las publicaciones es urgente. 'Tenemos un consejo
editorial que recién se está formando, con Luis Félix López
(cordinador general), Iván Egüez, Williams Castillo (director de la
revista Letras del Ecuador), Marcela Ribera (coordinadora general de
núcleos), Marco Antonio Rodríguez (secretario general ) y yo.
No existe una clara política para publicar a estos innumerables nuevos
talentos de la literatura ecuatoriana. El único requisito es que ellos
aporten algo de dinero y ayuden a contrarrestar el déficit que había
en la Casa de la Cultura de un millón de dólares. ¿Pero las deudas son
el motivo para desprestigiar a una institución y quitarle seriedad al
trabajo con las letras?
Hubo sensiblería y falta de rigor, acepta Raúl Pérez, y menciona algo
positivo: una virtud puede ser dar a conocer títulos como La historia
de Ecuador, del padre Juan de Velasco, Juan Montalvo en inglés y
español, la novela de Guido Jalil. Y está de acuerdo que en las
publicaciones hubo compadrazgo, amistad y méritos propios.
Tenemos la obligación moral de tornar ese compadrazgo en ética,
promete el presidente Pérez Torres (JCM)
-El criterio final de una publicación lo posee el lector
No tenemos una estadística de cuántos libros se publican al año ni el
costo dijo Jaime Paredes, director del Fondo Editorial de la Casa de
la Cultura. Se elaborará un catálogo con todos estos datos más
adelante.
Existen tres rubros de publicación: la Casa de la Cultura pone el
material, otro, que el autor pone el material y aquel en que el autor
pone todo.
El tipo de rubro decide el Consejo de acuerdo con la calidad del libro
e incluso con la amistad con el autor.
Según él, los criterios de edición los da el Consejo Editorial de la
Casa de la Cultura al revisar las solicitudes que hayan sido
aceptadas.
No todos los libros han sido acogidos, pero se edita aquellos que no
aceptan las editoras comerciales, debido a que son de autores nuevos.
Pero hay que dar oportunidad a gente joven, asevera.
Paredes afirma que hay el proyecto de entregar el sello editorial solo
a las excelentes obras y ser más exigente con las publicaciones.
Existen libros que se publicaron este año porque ya estaban
contratados antes de que Pérez Torres asumiera la presidencia de la
CCE y tuvimos que cumplir con la edición, dice el director.
La subjetividad califica un libro. Hay criterios dispares que se
manejan dentro y fuera de la CCE, así como de los medios. Estos
criterios no son los que finalmente calificarán al libro, sino los
lectores, dice.
Sin embargo, estos libros no son distribuidos adecuadamente, por eso
se elaboró un convenio con Libresa y Librería Española para que se
comercialicen los libros del Fondo Editorial. Ahora tienen la
oportunidad de llegar más a la gente, concluye Paredes. (PCG)
-Virtudes y defectos en las publicaciones de la CCE
Por todo lo que pase en la Casa de la Cultura, en mi administración,
tengo que responder yo. En ese sentido ha habido una serie de errores,
una falta de rigor en las publicaciones, explica Pérez Torres.
Unos libros son pagados enteramente por el autor, otros paga la
institución poniendo la impresión y el papel. Según el contrato que se
estipule con el autor. Determinando el porcentaje de participación
económica y sus funciones.
EL costo de la producción de un libro oscila entre $3 a $4, en la
imprenta de la institución. Respecto de la política que ha llevado
Raúl Pérez Torres, argumenta diciendo: Hay que darse cuenta de que
estamos sirviendo a un gran público y que merece nuestra atención. Es
decir ese rigor tiene que estra dado por la especificidad de cada una
de las publicaciones, de los autores de los lugares de donde se
producen las obras. Entonces la Casa de la Cultura es a nivel nacional
y la dirección editorial también es a nivel nacional.
Una de las publicaciones acertadas bajo la presidencia de Pérez
Torres es, sin duda, la revista informativa: Cuadernos de cinemateca,
que la prensa no menciona.
Por el momento se ha prometido una lectura rigurosa a las obras que
salgan publicadas con el sello de la CCE. (JCM)
-Hay que dar a los textos la oportunidad de circular
Los jóvenes tienen todo el derecho de publicar sus obras dijo Abdón
Ubidia, el literato que escribió algunas de las contraportadas de los
libros publicados por el Fondo Editorial de la Casa de la Cultura
Ecuatoriana.
Ubidia afirma que existen libros de calidad como Girasoles muriendo en
música, de Olger Córdova.
La obra se impone a sí misma sus limitaciones. El lector es quien
terminará juzgando la publicación, dice.
Con el momento de crisis que está atravesando el país, según el
escritor, es mejor estimular el movimiento literario de la juventud.
Es muy fácil destruir y criticar negativamente una obra. No es justo
valerse de un medio de comunicación para atacar las obras, afirma.
Algunas personas del medio no pueden tolerar que existan poetas
jóvenes que irrumpen en en la literatura. Algunos de ellos piensan que
deben reinar solos, afirma, es por eso que voy a defender el derecho
de publicar una obra y que esta sea criticada de forma seria,
continúa.
Ubidia asegura haber escrito algunas contraportadas porque ha
analizado los méritos y claves de cada libro.Hay que darle la
oportunidad al libro de circular, concluye. (PCG)(Diario Hoy)
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