Quito. 03.09.93. La casa que fuera del historiador José Gabriel
Navarro fue inventariada como parte del patrimonio cultural de
Quito durante la administración municipal de Sixto Durán Ballén.

En el Plan Quito, dijo Fernando Carrión, ex director municipal de
Planificación, ya constaba ese inmueble y el de al lado, como
patrimonio urbanístico de Quito.

Para Carrión, la restitución del inmueble, dispuesta por el
Municipio, "no es la mejor solución. Solo el trámite legal puede
durar un año y la construcción, en el mejor de los casos otros
dos. En tres años tendremos nueva administración municipal y
cualquier cosa puede pasar", dijo.

Carrión anotó, además, que hay antecedentes que señalan que la
orden de restitución no siempre es cumplida. Ahí tenemos el caso
del diente de la Basílica, cuya restitución no consiguió ninguna
de las administraciones municipales que han habido desde la
sanción.

Carrión consideró que "el propio proyectista de la obra, el
arquitecto Sixto Durán Ballén, debería pedir la declaratoria de
utilidad pública y la posterior expropiación de este bien, a
través del Instituto Nacional de Patrimonio Cultural, INPC, y
aplicar el artículo 18 de la Ley".

"Así el presidente podría demostrar que la modernización no es la
destrucción de los bienes patrimoniales. Pues, paradójicamente,
cuando Durán Ballén se encontraba en Guayaquil diciendo que el
gobierno es un gobierno de empresarios, varios empresarios
estaban reduciendo a escombros el patrimonio nacional con la más
clara transparencia".

Carrión señaló que tanto el gobierno como el Municipio deberían
rescindir los contratos que tienen con la empresa Hidalgo e
Hidalgo, porque "¿cómo pueden llamarse constructores quienes
destruyen el patrimonio nacional?"

Antecedentes

Carrión criticó ciertas construcciones realizadas anteriormente
que afectan al centro histórico. A propósito de este "nuevo golpe
contra Quito", Fernando Carrión señaló que a fines de los 50 o
principios de los 60 fueron construidos el teatro Atahualpa, el
edificio Guerrero Mora y el edificio Brauer, por parte del
arquitecto Sixto Durán Ballén. Son edificios hechos fuera del
contexto histórico y luego de botar edificaciones de valor
arquitectónico e histórico".

Carrión recordó que en los años 70 fue demolido el edificio de la
Biblioteca Nacional, en San Blas, para construir la avenida
Pichincha. Y ahora en los 90 es derrocada la casa de Navarro".

Dos torres y casona

El proyecto inicial que la compañía SIMAR pretendió levantar en
el terreno donde estaba situada la casa del historiador José
Gabriel Navarro era de tres torres de 18 pisos cada una, pues
preveía la demolición de la vieja casona.

Aquel anteproyecto, concebido por Sixto Durán Ballén, en su
calidad de arquitecto proyectista, fue negado por el Municipio
que en su lugar propuso eliminar una de las torres, mantener la
casa de Navarro y en compensación, autorizar la construcción de
un piso más en cada edificio.

Aquella negociación fue posible, dijo a HOY Fernando Carrión, ex
director municipal de Planificación, pues para entonces estaba
vigente la reglamentación del 67 que permitía estas
interpretaciones legales. Con aquella norma era posible lo que se
llamaba compensación por altura. Una negociación similar,
también completamente legal, fue la que el Municipio hizo con el
Banco Internacional en la esquina de la avenida Patria y 9 de
Octubre, donde en medio de dos torres quedó una edificación
antigua y el efecto es magnífico.

"Pero los propietarios no aceptaron a tiempo esa propuesta ni
presentaron la rectificación y mientras tanto fue aprobado el
Reglamento Urbano de Quito, RUQ, en 1991, que estableció para
esa zona una altura máxima de 16 pisos, sin posibilidad alguna de
negociación.

"De esta manera -recordó Carrión- los propietarios debieron
presentar un nuevo proyecto, pues el primer anteproyecto ya no
era válido por las nuevas regulaciones".

Seguramente, dijo, no quisieron darse ese trabajo y prefirieron
el camino fácil: demoler la casa.

Por ello, reiteró Carrión, en julio de 1992, solo fue aprobado
por la Comisión de Centro Histórico el proyecto de restauración
de la casa que fuera de Navarro, mas no la nueva edificación.

Ministro de Educación excluyó casa Navarro de patrimonio nacional

La casa del historiador José Gabriel Navarro, derrocada
ilegalmente el fin de semana pasado, fue sacada del inventario
del patrimonio cultural de la nación, mediante acuerdo
ministerial publicado en el Registro Oficial N 197 del miércoles
26 de mayo del presente año.

La resolución, firmada por el ministro de Educación, Eduardo Peña
Triviño, manifiesta que dicho inmueble había perdido su carácter
de bien perteneciente al patrimonio cultural debido a que "su
deterioro ha eliminado su interés como tal".

El decreto acuerda, por otra parte, excluir al referido inmueble
del inventario nacional de patrimonio cultural, en "uso de las
atribuciones" del Ministerio de Educación y Cultura.

Resolución ilegal

Sin embargo, la concejala Alexandra Vela, presidenta de la
Comisión de Centro Histórico, CCH, dijo a HOY que dicha
resolución es completamente ilegal por no cumplir con los
requisitos establecidos por la Ley de Patrimonio.

Según Vela, existe una disposición legal (artículo 39 de la Ley
de Patrimonio) que permite sacar una edificación del inventario,
pero solo en caso de que el inmueble presente un estado de
deterioro avanzado que no permita un trabajo de restauración.

"En este caso, tenemos un proyecto de restauración aprobado por
el Municipio, previo informe técnico y (había) una edificación en
pie", manifestó la presidenta de la CCH.

Vela dijo también que para que la casa fuera sacada del
inventario de patrimonio debía existir una solicitud del director
de Instituto Nacional de Patrimonio Cultural, INPC, para que,
previo un informe técnico que determinara el estado de deterioro
de la casa, pidiera al ministro de Educación que el inmueble
fuera derrocado.

"Hasta donde yo sé, ésto no existe y se hizo más bien una
solicitud de restauración del inmueble", dijo Vela.

La concejala Vela reiteró que si bien el ministro podía sacar la
casa del inventario nacional, previa presentación de un informe
técnico que demostrara su mal estado, no podía hacerlo del
inventario de la ciudad, porque la única autoridad competente
para hacerlo es la Comisión de Centro Histórico por ser la
depositaria legal de la protección de los bienes patrimoniales de
Quito.

Las "razones" del ministro

Por su parte, el ministro de Educación, Eduardo Peña Triviño,
admitió en declaraciones para Teleamazonas, haber resuelto la
exclusión de la casa de José Gabriel Navarro del inventario
nacional de patrimonio cultural.

Según Peña Triviño, la compañía SIMAR, propietaria del terreno
donde estaba la casa, habría ofrecido, "a cambio", perpetuar la
memoria del ilustre historiador Navarro, a través de la
publicación de sus obras y de la construcción de un monumento en
su memoria en el lugar dónde estaba ubicada la casa.

El ministro aseguró tener potestad para excluir un bien del
patrimonio nacional. Según Peña Triviño, "por pedido" de la
compañía constructora se realizó una nueva inspección, en la cual
se determinó que la casa estaba muy deteriorada, que tenía "una
mezcla de estilos" y que constituía un "peligro".

Aseguró también no tener conocimiento de los proyectos de
restauración presentados por el proyectista y aprobados por el
Municipio.

Según Teleamazonas, al ser consultado si esa acción era resultado
de una orden superior, el ministro, visiblemente molesto,
respondió que se trataba de una decisión propia. (10B)
EXPLORED
en Ciudad N/D

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