El ministro de Seguridad Interna y Externa, Miguel Carvajal, opinó hoy que el abandono de Colombia de la audiencia en la CIDH en la que se trataba la muerte del ecuatoriano Franklin Aisalla "no tendría por qué afectar" el proceso de acercamiento diplomático bilateral.
En una entrevista telefónica desde Washington, Carvajal declaró que no cree que la salida de Colombia de la sala durante la audiencia "ayude al sistema de justicia internacional, sobre todo en temas tan delicados como Derechos Humanos".
Los representantes colombianos, tras ofrecer su discurso, abandonaron hoy una audiencia pública que se realizaba en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) por el caso de Aisalla, un ecuatoriano muerto en un bombardeo colombiano en territorio de Ecuador contra un campamento de las FARC.
En esa operación del 1 de marzo de 2008, además de Aisalla, murieron al menos 25 personas más, entre ellas el entonces número dos de la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), alias "Raúl Reyes" y cuatro universitarios mexicanos.
El ataque fue considerado por Quito como una violación a su soberanía territorial y rompió relaciones diplomáticas con Bogotá, aunque ambas partes, desde septiembre del año pasado, acometen un proceso de diálogo directo para intentar recomponer plenamente su lazo bilateral.
Ecuador presentó a la CIDH en junio de 2009 una comunicación interestatal en contra del Estado colombiano para "que se reconozca la violación de los Derechos Humanos en la ejecución" de Aisalla y, tras la audiencia de hoy, las autoridades decidirán si se admite la demanda.
En la sesión se conocieron las posiciones de los dos Estados, aunque, según explicó Carvajal, que formó parte de la delegación que viajó a Washington, "Colombia no presentó sus argumentos jurídicos, se concentró en un discurso político y se negó a responder las preguntas de la Comisión".
No obstante, en opinión del ministro, la actitud y posterior abandono de la sala de los representantes de Colombia, "en principio, no tendrían por qué afectar el restablecimiento de las relaciones" que, a su juicio, es un proceso que "tiene su propia dinámica".
Carvajal recordó que en la hoja de ruta adoptada por los dos países para el acercamiento diplomático se diferenció el proceso político de los procesos judiciales en curso.
El caso de Aisalla es para Carvajal "el ajusticiamiento de la vida de un ecuatoriano que estaba en manos de las autoridades militares y policiales colombianas que irrumpieron en territorio ecuatoriano", lo que se enmarca, según recogió la agencia, "en el ámbito judicial exclusivamente relativo a Derechos Humanos".
Quito pidió hoy a la CIDH que tome una decisión "histórica" y admita su denuncia contra Colombia por la muerte de Aisalla mientras que Bogotá dijo que el ente "no es competente" en el caso.
Esta es la segunda denuncia de un Estado contra otro que estudia la Comisión en sus 50 años de historia.
La primera involucró a Nicaragua contra Costa Rica en 2006, que fue declarada inadmisible en 2007, por lo que una admisión de la CIDH en este caso sería histórica. (EFE)
En una entrevista telefónica desde Washington, Carvajal declaró que no cree que la salida de Colombia de la sala durante la audiencia "ayude al sistema de justicia internacional, sobre todo en temas tan delicados como Derechos Humanos".
Los representantes colombianos, tras ofrecer su discurso, abandonaron hoy una audiencia pública que se realizaba en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) por el caso de Aisalla, un ecuatoriano muerto en un bombardeo colombiano en territorio de Ecuador contra un campamento de las FARC.
En esa operación del 1 de marzo de 2008, además de Aisalla, murieron al menos 25 personas más, entre ellas el entonces número dos de la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), alias "Raúl Reyes" y cuatro universitarios mexicanos.
El ataque fue considerado por Quito como una violación a su soberanía territorial y rompió relaciones diplomáticas con Bogotá, aunque ambas partes, desde septiembre del año pasado, acometen un proceso de diálogo directo para intentar recomponer plenamente su lazo bilateral.
Ecuador presentó a la CIDH en junio de 2009 una comunicación interestatal en contra del Estado colombiano para "que se reconozca la violación de los Derechos Humanos en la ejecución" de Aisalla y, tras la audiencia de hoy, las autoridades decidirán si se admite la demanda.
En la sesión se conocieron las posiciones de los dos Estados, aunque, según explicó Carvajal, que formó parte de la delegación que viajó a Washington, "Colombia no presentó sus argumentos jurídicos, se concentró en un discurso político y se negó a responder las preguntas de la Comisión".
No obstante, en opinión del ministro, la actitud y posterior abandono de la sala de los representantes de Colombia, "en principio, no tendrían por qué afectar el restablecimiento de las relaciones" que, a su juicio, es un proceso que "tiene su propia dinámica".
Carvajal recordó que en la hoja de ruta adoptada por los dos países para el acercamiento diplomático se diferenció el proceso político de los procesos judiciales en curso.
El caso de Aisalla es para Carvajal "el ajusticiamiento de la vida de un ecuatoriano que estaba en manos de las autoridades militares y policiales colombianas que irrumpieron en territorio ecuatoriano", lo que se enmarca, según recogió la agencia, "en el ámbito judicial exclusivamente relativo a Derechos Humanos".
Quito pidió hoy a la CIDH que tome una decisión "histórica" y admita su denuncia contra Colombia por la muerte de Aisalla mientras que Bogotá dijo que el ente "no es competente" en el caso.
Esta es la segunda denuncia de un Estado contra otro que estudia la Comisión en sus 50 años de historia.
La primera involucró a Nicaragua contra Costa Rica en 2006, que fue declarada inadmisible en 2007, por lo que una admisión de la CIDH en este caso sería histórica. (EFE)
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