QUITO. 14.10.91. Carlos Fuentes inicia su carrera literaria
con la publicación de un libro de cuentos titulado Los días
enmascarados (1954). Surge ya en éste la gran preoucpación
que irá fortaleciéndose en sus futuras obras; la búsqueda de
la identidad mexicana. Rastrear las ráices y esencias de la
mexicanidad lleva a Carlos Fuenes a imponerse la tarea de
quitar las máscaras que ocultan el ser nacional.

Nacido en la capital mexicana en el año 1928, Carlos Fuentes
permanece alejado de su tierra natal debido a las tareas
diplomáticas de su padre, por lo que su encuentro con la
realidad de su país habrá de producirse en plena adolescencia.
Tal vez este cosmopolitismo le ha permitido penetrar con mayor
vigor y sentido crítico en el complejo entramado de la
sociedad mexicana, e intentar así descifrar las claves de la
identidad nacional.

Su incansable exploración del alma mexicana lo lleva, en sus
primera novelas, a cuestionar la sociedad que la Revolución ha
engendrado. En La región más transparente (1958), la gran
protagonista es la ciudad de México por donde, como en un gran
fresco, desfilan los habitantes de esta populosa urbe, desde
el más ínfimo ser hasta el personaje más encumbrado. Fustiga
cruelmente a la sociedad mexicana y en esta búsqueda
identificatoria, Carlos Fuentes no se deja de bucear en el
México autóctono, primigenio; no obstante, no pretende erigir
paradigmas de épocas remotas para que éstos sean imitados,
sino que trata de interpretar los indicios que el pasado le
ofrece para comprender el presente.

Su segunda novela, Las buenas conciencias (1959), narra una
rebelión individual fracasada en su intento de romper las
hipócritas estructuras de la sociedad postrevolucionaria
mexicana.

La muerte de Artemio Cruz, publicada en 1962 confirmará las
dotes creadoras de Carlos Fuentes. Artemio Cruz está
agonizando; a través de pasajes de su vida, nos es revelado el
ascenso social del que fuera un Revolucionario, ahora
convertido en un poderoso señor, que a partir de la revolución
ha sabido jugar con la corrupción, la traición y el engaño; en
definitiva, un producto de la sociedad mexicana actual.

En estos años, Fuentes complementa su producción literaria con
una intensa actividad periodística y con la redacción de
varios guiones cinematográficos, algunos de ellos basados en
la obra de Juan Rulfo. En 1967, ya residiendo en París, se
publican dos novelas suyas: Zona sagrada y Cambio de piel,
siendo esta última premiada y, a la vez, víctima de la censura
en España.

Octavio Paz cree que "con Cambio de piel reaparece el otro
Fuentes, el novelista épico de La región más transparente y de
La muerte de Artemio Cruz. La primera de esas obras había
sido una exploración de los distintos estratos históricos y
cronológicos que coexisten en la ciudad de México:
petrificación de todos los tiempos en un espacio. En La
muerte de Artemio Cruz, el lector asiste a la confluencia de
diversas corrientes temporales en una conciencia que agoniza.
En un caso las conciencias individuales sufren una suerte de
cristalización objetiva cuyo símbolo pétreo es la ciudad de
México; en el otro, la historia se subjetiviza, pierde su
continuidad y se dispersa en visiones instantáneas. En Cambio
de piel, el tema de la búsqueda de la identidad en la
pluralidad y fugacidad temporal se manifiesta como la
inmersión en el elemento fluido por excelencia: la hisoria".

Cambio de piel nos muestra a dos parejas que viajan en
automóvil de Veracruz a México y deciden detenerse en la
antigua ciudad azteca de Cholula, lugar donde permanece una
notable pirámide como testimonio de la época precolombina.
Las relaciones entre los personajes y el recuerdo de las
vivencias de la infancia y adolescencia adquieren sutiles
contornos en los que se perfila el desdoblamiento del
individuo y, la búsqueda de la identidad se convierte en la
clave de la existencia. Es una aproximación más a la novela
mexicana total: la preocupación por el ser mexicano, resultado
del encuentro de dos culturas, la azteca y la hispánica,
atraviesa las páginas de esta obra.

Carlos Fuentes nos presenta la historia con la máxima libertad
formal. El tiempo avanza y retrocede sin respetar la sucesión
cronológica; las digresiones, los recuerdos, las referencias a
tiempos históricos ya lejanos, se superponen e imbrican en
froma continua. Carlos Fuentes utiliza una técnica
estilística en la que exhibe una amplia gama de recursos
expresivos como el collage, los procedimientos del arte pop o
los del cine. El lenguaje es el verdadero protagonista de
esta novela, como lo es en general en toda su obra. Octavio
Paz dirá de él: "Fuenes es un combatiente en las fronteras del
lenguaje, un explorador de sus límites".

Después de Cambio de piel, Carlos Fuentes continúa su obra con
una serie de variados ensayos, algunas novelas y también
piezas teatrales, en las que el mito, el símbolo, la historia,
el estudio psicológico, el enigma de la identidad nacional
surgen con renovado vigor en un intento de aprehender el
misterio de la mexicanidad. Esta temática, constante en su
obra, tiñe a novelas como Terra nostra (1975), Una familia
lejana (1980) y narraciones como las que integran Agua quemada
(1981).






































EXPLORED
en Ciudad N/D

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