"Cuando era pequeña, era tan inhibida que ni siquiera podía levantar la mano y pedir permiso para ir al baño en la escuela. Ya en la adolescencia, cuando estudiaba en un internado, podía organizar a mis compañeras para arengar en contra de lo establecido por las monjas. Yo estaba inconforme por el encierro y estaba estigmatizada como una chica rebelde. Pero una de las monjas dijo que lo que había en mí podía canalizarse positivamente y me hicieron presidenta del curso. A partir de entonces y con el pasar de los años, fui desarrollando mi capacidad para interactuar con la gente. Ya a los 25 años mi trabajo me exigía escuchar a las personas, y fue cuando me di cuenta de lo importante y poderoso que es escuchar, ver a los ojos y hacer sentir importante a cada uno. Esto me ha ayudado no solo como persona, sino como profesional. Dentro de mi familia, no hay reunión si no estoy yo, y en la parte sentimental, siempre he sido correspondida", confiesa Romina Fernández, de 41 años, quien está consciente de que en cualquier lugar donde se proponga hablar, se formará un círculo a su alrededor para escucharla atentamente. "La gente confía en mí, sé que soy muy carismática", afirma.

En Ecuador, solo el 13 por ciento se considera tan carismático como Romina, de acuerdo a una encuesta realizada por Market para Vistazo, en septiembre de este año. Pero ¿es el carisma un don de unos cuantos privilegiados? Según estudios que se han venido realizando en los últimos tiempos, no: cualquiera puede desarrollar su carisma aunque piense que haya nacido sin él.

Usualmente el carisma lo reconocemos en otros, en aquellos que nos hipnotizan con su presencia, nos fascinan, inspiran y lideran. En nuestro entorno mundial, los ecuatorianos admiramos profundamente al papa Juan Pablo II, y en la conducción de la política nacional permanece tanto el recuerdo de los ex presidentes Jaime Roldós Aguilera, León Febres-Cordero y Velasco Ibarra, este último considerado el personaje más carismático del Ecuador, entre vivos y muertos. Decía que solo necesitaba un balcón para ser presidente, y sí que lo fue: cinco veces. En la primera elección ganó con una votación cinco veces superior a la de su oponente más cercano (Carlos Zambrano Orejuela). Jorge Vivanco escribió para Vistazo: "En sus discursos magnetizaba a las masas, halagándolas, al mismo tiempo". Y continúa: "Para cada campaña electoral elegía un tema siempre acertado para convocar al pueblo en su torno. Figura sorprendente, fue el centro alrededor del cual se movió la política del país durante 40 años".

En otros ámbitos, los ecuatorianos consideran carismáticos al futbolista Alex Aguinaga y al campeón olímpico Jefferson Pérez, así como a los personajes de televisión David Reinoso, Polo Baquerizo, Alfonso Espinosa de los Monteros, Carlos Vera, entre otros.

Lo curioso es que el propio David Reinoso no se considera a sí mismo carismático. "Más que carisma, es el ángel -una palabra que se utiliza en teatro- para proyectar mis personajes. No niego que tenga ese carisma para llegar a la gente, siempre que rezo pido que no me lo quiten. Pero yo como persona soy muy tranquilo, no soy el centro de atención de toda reunión. Es mi trabajo lo que me hace carismático", dice David.

En otra parte del mundo, el creador de Miss Venezuela, Osmel de Souza, dijo para el canal de cable Entertainment Televisión que en la historia del concurso nunca había conocido a una mujer con mayor carisma que Alicia Machado (aquella que no le importó subir de peso luego del concurso): "Cuando ella caminaba en medio del escenario, el resto de candidatas no existía", expresó De Souza.

Pero a fin de cuentas, ¿qué entendemos por carisma, o qué sabemos de él? Para empezar, no hay una sola definición, pues es el resultado de lo que todas las personas puedan referir como carisma. Si se empieza por tomar su origen etimológico, se tiene que charis viene de la mitología griega y significa "gracia", como cada una de las hijas de Zeus. Las tres gracias más sugestivas son Eufrosina, que significa alegría; Aglaia, brillo y Talía, fluorescencia. Para la norteamericana Doe Lang, autora del libro Los secretos del carisma: cómo liberar sus poderes ocultos, y quien recoge varias acepciones sobre esta palabra, se trata de la atracción, seducción, magia, personalidad, confianza, magnetismo, poder, persuasión, de un ser humano irresistible, adorable, iluminado, inspirador, que tiene el poder de derretir corazones. Lo tiene aquella persona a la que todo se le perdona, que provoca un enorme deseo de agradar y de seguir, con quien nos identificamos inmediatamente y al mismo tiempo nos parece misteriosa.

Para los ecuatorianos, según la encuesta de Market, el carisma lo componen primordialmente la personalidad, la gracia, la alegría, y la elocuencia; apenas un 50 por ciento lo compone el atractivo y mucho menos la belleza. Más de la mitad considera que se nace con el carisma y que ellos no tuvieron esa bendición. Que no siempre es tal.

A comienzos del siglo pasado el alemán Max Weber observó el fenómeno de transformación social carismático sin imaginarse que advertía una de las fuerzas de transformación más poderosas del siglo XX con el surgimiento de Hitler, Mussolini, Lenin, Stalin, Roosevelt, Churchill y Ghandi. Innegablemente carismáticos, tuvieron el poder de mover multitudes y conseguir que ellas realicen su voluntad, sea esta positiva o negativa. De hecho, el carisma no es bueno ni malo, sino el líder que lo tenga y los seguidores que se lo atribuyan junto con una devoción casi divina. Considerando esto, se puede determinar que los mayores líderes carismáticos de la historia son Jesús, Napoleón y Hitler. Weber sugirió que Jesús y Napoleón basaron su fuerza política en su gran carisma, y quizás con ello anticipó uno de los más poderosos y malignos fenómenos de carisma de la historia, Adolfo Hitler: todo un país, desde las clases más populares hasta la élite intelectual unidas por un mismo objetivo, marchando por la exterminación del pueblo judío. Seis millones de vidas cegadas por un carisma criminal.

En el otro extremo, el carisma positivo y benevolente de Jesús traspasó los siglos y milenios y conformó la religión más profesada del mundo con mil millones de católicos.

Generalmente, el carisma es otorgado por unanimidad a ciertas personas. Los "elegidos" en Ecuador no son otros que los considerados carismáticos en el resto del mundo: el papa Juan Pablo II, quien ha logrado el acercamiento con otras religiones y conducir la Iglesia Católica por casi 25 años; y el ex presidente estadounidense Bill Clinton, quien sigue siendo invitado de honor y centro de atención en otros países, inclusive el nuestro, aún después de culminado su periodo presidencial.

Los Beatles sedujeron al mundo con su carisma magnético. Sus creaciones siguen inspirando a los músicos contemporáneos y su imagen ha perdurado más allá de la separación y la muerte.

Asimismo, el carisma va más allá de la muerte y se queda en los corazones, como sucede con la lady Diana y la madre Teresa de Calcuta, la princesa y la santa del mundo contemporáneo.

Como se habrá podido observar por la lista de nominados, las características del carisma son distintas. Doe Lang en su libro clasifica 10 tipos de personalidades carismáticas, entre los cuales puede estar la suya.

Así es. Cuando deje de considerarse una persona común y corriente y reconozca que tiene una fuerza adicional que puede ayudarle a destacarse en los escenarios de su vida, habrá dado el primer paso. Hoy en día, en que el mundo se mueve substancialmente por imágenes, el carisma es un arma muy útil que hay que explotar. Inclusive, aquellas personas que se consideran casi invisibles tienen algún tipo de carisma: magnético, atemporal, instantáneo, espiritual, político, de estilo, después de la muerte, mitológico, intelectual, o intrínseco. "Cualquier persona que realice un entrenamiento puede volverse más magnética y provocar una buena impresión en los demás", asegura Lang. Ella entrevistó a miles de personas para elaborar la tesis de su libro. En sus pesquisas, ninguno respondió que nunca había sentido carecer de carisma, pues por lo menos se consideraron carismáticos en algún momento de sus vidas: al estar enamorados o cuando tuvieron un ascenso en su trabajo. Muchos consideraron que sus días más carismáticos los vivieron cuando fueron bebés, lo que dio para pensar a los investigadores que algo de ese carisma infantil debería permanecer de manera subyacente en alguna parte de la personalidad de los adultos.

Alex Aguinaga se llevó un tercio de los votos entre los deportistas más carismáticos. Y es el líder de la Selección.
En la muestra de más de 600 entrevistados mayores de 18 años obtenida en las ciudades de Quito y Guayaquil, el 33 por ciento se consideró bastante carismático y más del 50 por ciento poco o nada carismático. Si todos ellos activaran las llaves para descubrir su carisma podrían remover los bloqueos emocionales y sociales que les impiden desarrollarse libremente. Esta es la teoría de otro investigador de la materia, Tony Alexandra, quien sugiere que inicialmente hay que trabajar en la primera impresión (la que más cuenta) así como en aprender a oír. Como dijo Romina, eso es primordial para hacer sentir importante a la gente a su alrededor. Y aunque es necesario aprender a hablar en público, también lo es saber qué decir.

Lang y Alexandra están descubriendo los secretos del carisma, ese "no sé qué" que había permanecido sin poder ser descrito ni explotado por todos durante tanto tiempo, pero que ha sido crucial para forjar los episodios más importantes de la historia de la humanidad. Ahora que usted los conoce, ¡vaya y conquiste al mundo!

Los 10 tipos de carisma

Doe Lang, autora de Los nuevos secretos del Carisma. Cómo descubrir y liberar sus poderes ocultos y otros investigadores clasificaron las personalidades carismáticas en 10 tipos.

El poseer o no algún talento artístico, belleza física o capacidad intelectual no explican totalmente el surgimiento de una personalidad carismática, aunque hayan ayudado.

1. Magnético
Se encuentra principalmente entre los artistas que, además de ser populares y dueños de las plateas, dejan su marca en el mundo cultural y se convierten en referencia para las futuras generaciones.
Ejemplos: Charles Chaplin, Humphrey Bogart, Los Beatles, Don Evaristo, Marilyn Monroe.

2. Atemporal
Aquél que parece haber sido famoso incluso cuando era desconocido y continúa siendo carismático después de su muerte o haber abandonado la actividad pública.
Ejemplos: Pelé, princesa Diana, Cocó Chanel, María Félix "la Doña".

3. Instantáneo
Es el carisma como producto de una fortuna formidable. Son personalidades apagadas o sin atractivos físicos, pero capaces de generar un enorme interés en ellos.
Ejemplos: Bill Gates, Luis Noboa Naranjo.

4. Espiritual

Lo tienen aquellas personas que parecen conocer el camino directo a los cielos e interceder por todos sus seguidores ante Dios. Aún siendo líderes de una única religión, son admiradas por seguidores de otros credos.
Ejemplos: El papa Juan Pablo II, Gandhi y la madre Teresa de Calcuta.

5. Político

Son grandes conductores y transformadores de las sociedades, para bien o para mal. El sociólogo alemán Max Weber fue el primero en clasificarlos a principios del siglo pasado.
Ejemplos: Jesús, Napoleón, Adolfo Hitler, Winston Churchill, Bill Clinton, Galo Plaza Lasso. 6. De estilo
Es el de los que marcan una época en el mundo de la imagen, las top models, los presentadores de televisión cuyo éxito parece nunca acabar y de los artistas que sobreviven a los grandes escándalos.
Ejemplos: Woody Allen, Steven Spielberg, Xuxa, Cindy Crawford, Bernard Fougeres.

7. Después de la muerte

Artistas incomprendidos en su tiempo y toda la galería de santos y profetas cuyos méritos solo fueron descubiertos o apreciados mucho tiempo después de dejar este mundo.
Ejemplos: el pintor holandés Vincent Van Gogh, la máxima encarnación de este tipo.

8. Mitológico

Es el que envuelve a personalidades misteriosas del pasado, cuya vida fue poco documentada y sus cualidades fueron magnificadas generación tras generación.
Ejemplo: Cristóbal Colón y Marco Polo, Don Juan Tenorio, Nostradamus, el conde Vlad Drakula.

9. Intelectual

Son autores no tan leídos como admirados, aquellos que muchos gustan citar.
Ejemplo: Platón, Sócrates, Shakespeare, Pablo Neruda. 10. Intrínseco
Es el carisma que puede ser identificado en cualquier persona cuya influencia ha sido decisiva en la vida de cada uno: profesores, jefes, los padres de un amigo.
Para Doe Lang, este es el carisma más formidable y que generalmente permanece oculto. (Texto tomado de la Revista Vistazo)
EXPLORED
en Ciudad Quito

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