Quito. 9 mar 98. Con la peor crisis institucional a cuestas,
los ecuatorianos elegirán nuevo gobierno en medio de la
desidia

Por Santiago Roldós B.

El titular de El Telégrafo del 26 de marzo lo decía todo: "El
Gobierno opta por devaluar la moneda -Alarcón dijo que se
opone a esta medida-". El presidente es opositor del gobierno.
En medio de la disolución del país, de mensajes casi bíblicos
como el de una ciudad inundada pero sin agua, la campaña
presidencial no interesa ni siquiera a los socialcristianos.

LOS MELANCÓLICOS

Febres-Cordero lloró. Como Pinochet. Para los socialcristianos
debe ser muy duro que al menos 14 años de ser la ficha más
influyente del tablero nacional no les haya servido
absolutamente para nada. Tanto poder para tan poca cosa: el
elefante blanco no puede gobernar desde Carondelet, sólo desde
el decrépito Congreso, como Febres-Cordero anunció, después de
las lágrimas y los ataques a los medios, que harían. Una
contradicción con las tesis de gobernabilidad que han
defendido junto a Osvaldo Hurtado.

Pero si algo quedó claro es que quien manda en el PSC es Jaime
Nebot. Todos sus coidearios han hecho suya la explicación del
líder: "Le estamos enviando un mensaje a la nación". El
triunfo del PSC es, según su visión, castigar a un país que no
se merece que el mejor hombre lo gobierne.

Pero aunque suene absurdo Nebot algo cosecha: creencia.
Durante años se pasó peleando porque los ecuatorianos no le
creían. Hoy ha cumplido su palabra empeñada hace casi un año.
Pero ese activo podría perderlo si como parece cae en la
tentación de ser diputado nacional y, gracias a la reforma de
Hurtado, presidente del Congreso.

Nebot ya tuvo una experiencia gris, cuando fue diputado en
1990. Lo que más se recuerda es su pacto con el PRE. No es su
escenario natural: Nebot es un gallo de pelea, no un
concertador -aunque en realidad el carácter del diputado
promedio tampoco es el de concertador, sino de manipulador.
Xavier Neira lo niega, pero sin duda será un poder beligerante
enfrentado al Ejecutivo, por más que esté ocupado por su
cercano, ideológicamente, Jamil Mahauad. Neira, hasta hace
poco seguro de lanzarse como diputado por Guayas, dice que si
Nebot no acepta, él también se retira: "De no contar con su
liderazgo, el partido corre un grave riesgo de
descomposición".

La melancolía de un poder sin razón inunda a todos en esa
tienda: Moeller dijo que regresaría a ser un ciudadano raso.
Su prestigio de antaño parece cansado y sin futuro. Por eso,
aunque increíble, la decisión del partido es muy lógica,
dentro de las consecuencias de una crisis que no se limita al
partido más importante del país. Después de todo, la 6 sí
tiene candidato.

¿EL INVENCIBLE?

Jamil Mahauad Witt, Alcalde Metropolitano de Quito, Tiene el
agrado de invitar a la inauguración del CENTRO TALLER DE
GRABADO "ESTAMPERÍA QUITEÑA". Esto es parte de una invitación
que el Municipio de Quito repartió la semana pasada para un
evento que se cumplió el 26 de marzo. ¿El Alcalde en campaña?
Pues sí, ni qué dudarlo: Jamil tiene el poder de la ubicuidad,
y está de campaña incluso cuando no lo está. Pero ello no
parece importar demasiado: sus acciones, por políticas que
sean, siempre tienen una justificación hábilmente apolítica.

Freddy Ehlers y Rodrigo Borja podrían intentar cuestionar si
acaso sus seis años de alcaldía no fueron también de un
proselitismo perfectamente discreto. "La imagen de
administrador de Mahauad se borró el cinco de febrero: él
debió liderar la logística, y simplemente no pudo hacerlo",
dice Borja. Pero parece que optarán por, como prometió Ehlers
y como dijo un análisis de El Comercio, "arrinconarlo contra
la derecha".

"Que Febres-Cordero hable bien de Mahauad, no le hace ningún
provecho", dice Xavier Neira. Y puede ser: hay sectores
serranos o centroizquierditas -a estas alturas son sinónimos-
que empiezan a ver con desconfianza la prolongación del pacto
PSC-DP. Pero Jaime Durán, el brujo de Informe Confidencial que
trabaja con Mahauad, piensa que asimismo, sobre todo en la
Costa, el alcalde de Guayaquil tiene muchos fanáticos, lo que
lo lleva a pensar que Jamil puede rebasar incluso la frontera
de los 40 puntos, en primera vuelta.

Curiosamente, Durán ha sido el principal artífice de la
cercanía entre Mahauad y Nebot, desde antes de 1996, cuando
ambos pasearon en el trole de Quito. Amigo íntimo de los dos,
amigo de Alberto Dahik, no hay cosa que indigne más a Durán
que el rumor de que las alianzas de Mahauad con Sixto
Durán-Ballén y Ricardo Noboa fueron "vetadas" por el PSC.

En honor a la verdad, resulta difícil imaginar una escena en
la que Febres-Cordero le ordena, por teléfono o vía emisarios,
algo a Mahauad. Es algo que no parece necesario en el
entendimiento con la DP.

CARICATURA

El centroizquierda, entonces, busca un nuevo enemigo, el viejo
enemigo de siempre: la derecha. Y es que a pesar de la
división Ehlers-Borja, la novedad de la campaña es que todos,
como nunca antes, buscan aliados, de donde vengan. Únicamente
el MPD, cuyo papel ha sido siempre el del beligerante, se
lanza solo: no necesita más grupos para constituirse en una
especie de banda, objetivo de todas las alianzas logradas en
la actualidad.

Si el FRA se ha agrupado -¿u ocultado?- alrededor de Mahauad,
ese membrete llamado liberalismo, se cobija bajo el sombrero
de Freddy Ehlers. En este mercadeo, la DP persiguió al
animador de "Haga negocio conmigo", Polo Baquerizo, para su
lista de diputados en Guayas. Ocurre que el centroizquierda no
conoce la Costa: aunque Ehlers no ha cumplido los pronósticos
de que a estas alturas habría hecho el ridículo, pues incluso
conquistó a los dos únicos cuadros de la tendencia -cuyos
opositores lo llaman "banqueros izquierdistas"-, sí comete
inconsecuencias como apelar a los mismos interlocutores de
siempre -el Viejo País-, como Joyce de Ginatta, erigida por el
centralismo como vocera de una región entera a pesar de
representar intereses muy específicos.

Mahauad pensó más en los tres meses de campaña que en los
cuatro años del gobierno, en un afán serrano de populismo el
partido que se vende como el más moderno del país quiso a
Rolando Vera en Pichincha. En cuanto a su binomio optó por
alguien lejano al perfil que él mismo había delineado, el de
un ejecutivo capaz de reconstruir a la Costa: Gustavo Noboa
tiene una excelente imagen por su honestidad y simpatía. Es,
asimismo, un consentido del ex profesor de Mahauad en el San
Gabriel, Osvaldo Hurtado.

Las regiones los dividen, las religiones los religan. Si Jaime
Durán decía que el binomio de Jamil sólo completaría una
imagen, nadie puede dudar que Noboa, dirigente seglar
espiritual de jóvenes salesianos, fue la alternativa más
coherente: ambos, Jamil y Noboa, son fundamentalmente una
imagen. Jesuitas y salesianos van juntos de la mano.

Rodrigo Borja, mientras tanto, sigue el ejemplo de la
pretendida disidencia en la Asamblea, que llegó a liderarla un
emisario del pasado como Alfredo Vera; también hay
reaccionarios de izquierda. Si no, ¿cómo definir a Cecilia
Calderón, Antonio Parra y Carlos Julio Arosemena. Los de la ID
lo consideran un amuleto, sin objetar éticamente el hecho de
que, a excepción de Roldós y Hurtado, Arosemena siempre ha
estado con el ganador de turno, sin importar que fuese Abdalá
o Febres-Cordero. No deja de ser interesante, empero, que
personalidades famosas de Guayaquil -aunque en su ocaso-
prefieran la experiencia sobre la ingenuidad de Ehlers y la
precaria salud de Mahauad. Para ellos, la apuesta por Borja es
la de un nacionalismo en toda instancia. Encabezados por el
eterno héroe y general Paco Moncayo, Borja bien podría
bautizar al suyo como Frente Marañón o la Muerte, con todo y
el ex general René Yandún. La herida abierta como referente de
país y, aunque lo nieguen, esperanza de que la exaltación de
esos valores les permita desbancar a Ehlers del segundo lugar.
No se percibe por dónde más podría crecer Borja, arrinconado
por la falta de cuadros en el Litoral: como Oswaldo Molestina
prefirió asegurar la segunda diputación nacional debió optar
por Carlos Baquerizo Astudillo, hermano mayor de los Baquerizo
Nazur, fundador de la Cámara de la Construcción de Guayaquil y
presidente de Aztra en el gobierno de Febres-Cordero

Y mientras Borja se sustente en un discurso desgastado, y
Ehlers privilegie actos fallidos populistas como "levantar" de
su tumba a Alfaro y blandir una computadora como machete, en
lugar de darle más espacio a la gente capaz de su entorno
-habría que pensar en el protagonismo de Jorge Gallardo, casi
como el Dahik de Durán-Ballén, la conclusión parece ser que si
bien Mahauad no es tan invencible como parece, tampoco hay un
candidato que reúna las mínimas condiciones para enfrentarlo,
tampoco hay un candidato que se le diferencie demasiado: en lo
económico todos coinciden.

Hay triunfalismo en la DP. Pero en un mar tan quieto,
confiarse únicamente de las mismas encuestas que han fracasado
en el pasado parece más una táctica de corta vista, y no una
estrategia. Jaime Durán opinaba que sí se podía hablar de
inercia en Mahauad: "Si se sigue creciendo en los porcentajes,
hay que seguir haciendo lo mismo, y seguir dejando de hacer lo
que no se ha hecho". Toda una revelación.

Así, Nebot parece el político que ve más a largo plazo: al
menos él se fija en el 2003. Habrá que ver si su plan de que
Mahauad le deje al país gobernable logra cumplirse. Habrá que
ver si a alguien se le ocurre que seguir por senderos como
éstos sólo auguran más la posibilidad de una disolución.
(Texto tomado de La Revista Vistazo #734)
EXPLORED
en Ciudad Quito

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