"Comedia de equivocaciones"
En el pequeño tiempo que tiene ejerciendo la Presidencia el ingeniero Gutiérrez, se ha vivido una especie de comedia de las equivocaciones y las retractaciones.
Dice algo se retracta, anuncia con bombos y platillos que dará la lista completa de los deudores de la banca y... nada; ataca a los jueces, premia a provincias por su corrupción, pero no puede concretar nombres o apellidos. Se llena la boca con la inversión multimillonaria que una empresa extranjera haría en el país y cuando queda comprobado que no existe tal sueño, pues se calla, silencio y mutis por la izquierda.
Con esos pocos ejemplos basta para dejar muy en claro lo improvisado de quien dirige los destinos del país. Por cierto, fue esa improvisación que le dio la presidencia, porque el pueblo, harto de los políticos de siempre, votó por el que no lo era.
Los estudiantes secundarios y universitarios del país no son fieras hambrientas de sexo, y los colegios y universidades no son cuarteles de depravados, decretar los dispensadores de preservativos en estos planteles es meterse en donde nadie lo llama, son asuntos que no le competen, es interferir con la educación que los padres queremos y tenemos el derecho de dar a nuestros hijos.
El país se le desintegra, señor presidente, se le paralizan los hospitales, los colegios públicos, los bananeros, siga y sume, dedíquese a lo que realmente importa, los problemas monumentales y profundos del país, que de la educación sexual de nuestros hijos nos encargaremos los padres.
María de Lourdes Zaldumbide de Toral
¿País de la riña y el engaño?
Dicen los conocedores del esoterismo que la humanidad se halla inmersa en una era llamada la riña y el engaño, a partir de la cual explican lo que denominan la decadencia de la humanidad que desencadenará en un cambio radical pero doloroso hacia una era de mayor perfección. Sin embargo, fuera del campo del esoterismo, este calificativo bien puede servir para describir al Ecuador de hoy. Es lamentable, pero cada vez el país ofrece menos espacio al ecuatoriano honesto, trabajador y creativo. Triste es reconocerlo, pero el ciudadano común ha empezado a ser tratado como paria dentro de su propio país. En el país de la riña y el engaño el ecuatoriano es un verdadero desdichado, pues corre el peligro de ser robado, asaltado, asesinado o ultrajado aun dentro de su hogar, no se diga en las calles, si anda a pie o en carro, de día o de noche, solo o acompañado, haciendo del mero hecho de existir un día más sea un lujo. En el país de la riña y el engaño, el ecuatoriano vejado termina dando las gracias a Dios y al delincuente que le perdonó la vida; el ecuatoriano no es ciudadano, es un simple voto que el candidato debe obtener como trofeo victorioso de una guerra de apariencias, donde los asesores de imagen se llenan los bolsillos jugando al gato por liebre, juego que después sirve para gobernar. En el país de la riña y el engaño solo hay espacio para chantajistas y agresores, pues solo ellos tienen garantizado el ejercicio de derechos y el incumplimiento de obligaciones; ante ellos solo cabe agachar la cabeza, el empresario honesto es acosado por cuanta institución pública le tenga en la mira, entorpeciendo su actividad con cuanto trámite les sea posible para ver si así obtienen dinerito extra para sus contratos colectivos y demás necesidades.
¿Es justo que en un país cuya mayoría de habitantes se conforma de gente buena, creadora y trabajadora, viva en el reino de la riña y el engaño de unos cuantos secuestradores de su porvenir?, si eso se considera justo no cabe sino resignación, si se considera injusto, llegó la hora de batallar.
Dr. Roque Farto B.
Día del Niño
Somos parte de una cultura de conmemoraciones y festejos que duran un día. Posiblemente el 1º de junio sea para algunos niños el único día feliz, es cuando los pequeños pueden recibir un dulce, un paseo en trolebús, una función de cine o una presentación de títeres, sin pensar que ellos necesitan manifestaciones más significativas como: afecto, comprensión y mucho amor. Todos somos responsables de satisfacer sus necesidades proporcionándoles seguridad y bienestar.
Preocupa conocer niños abandonados por sus padres, excluidos de la educación, maltratados, humillados y relegados. Los niños son seres inocentes, buenos, transparentes, alegres, libres e indefensos, necesitan ser protegidos y apoyados por los adultos, ayudándoles a revivir la confianza en la vida, el deseo de crecer y proyectarse positivamente hacia el futuro.
Dra. Blanca Terán Guevara
Para la historia la educación pública
Han pasado 25 años desde que la educación pública en el Ecuador se politizó. Desde entonces la calidad de la enseñanza se deterioró a niveles preocupantes, obligándonos a los padres de familia de los sectores medios y bajos a realizar supremos esfuerzos, para educar a nuestros hijos en colegios y escuelas particulares. Quedó para la historia la calidad de la educación pública. Hoy en día, el apetito voraz de un partido político ha desnaturalizado la imagen del maestro ecuatoriano, cuya mística del pasado añoramos, porque siempre fue ejemplo para nuestras familias.
Mientras nuestros hijos soportan el quemeimportismo de los dirigentes de la UNE, sus hijos estudian en colegios privados dentro y fuera del país.
Víctor Figueroa
Opiniones y reclamos a la Defensoría del Lector por carta al Diario HOY, Apartado 17-07-09069 de Quito, al fax 2491 410, o al buzón electrónico: [email protected] o [email protected]
En el pequeño tiempo que tiene ejerciendo la Presidencia el ingeniero Gutiérrez, se ha vivido una especie de comedia de las equivocaciones y las retractaciones.
Dice algo se retracta, anuncia con bombos y platillos que dará la lista completa de los deudores de la banca y... nada; ataca a los jueces, premia a provincias por su corrupción, pero no puede concretar nombres o apellidos. Se llena la boca con la inversión multimillonaria que una empresa extranjera haría en el país y cuando queda comprobado que no existe tal sueño, pues se calla, silencio y mutis por la izquierda.
Con esos pocos ejemplos basta para dejar muy en claro lo improvisado de quien dirige los destinos del país. Por cierto, fue esa improvisación que le dio la presidencia, porque el pueblo, harto de los políticos de siempre, votó por el que no lo era.
Los estudiantes secundarios y universitarios del país no son fieras hambrientas de sexo, y los colegios y universidades no son cuarteles de depravados, decretar los dispensadores de preservativos en estos planteles es meterse en donde nadie lo llama, son asuntos que no le competen, es interferir con la educación que los padres queremos y tenemos el derecho de dar a nuestros hijos.
El país se le desintegra, señor presidente, se le paralizan los hospitales, los colegios públicos, los bananeros, siga y sume, dedíquese a lo que realmente importa, los problemas monumentales y profundos del país, que de la educación sexual de nuestros hijos nos encargaremos los padres.
María de Lourdes Zaldumbide de Toral
¿País de la riña y el engaño?
Dicen los conocedores del esoterismo que la humanidad se halla inmersa en una era llamada la riña y el engaño, a partir de la cual explican lo que denominan la decadencia de la humanidad que desencadenará en un cambio radical pero doloroso hacia una era de mayor perfección. Sin embargo, fuera del campo del esoterismo, este calificativo bien puede servir para describir al Ecuador de hoy. Es lamentable, pero cada vez el país ofrece menos espacio al ecuatoriano honesto, trabajador y creativo. Triste es reconocerlo, pero el ciudadano común ha empezado a ser tratado como paria dentro de su propio país. En el país de la riña y el engaño el ecuatoriano es un verdadero desdichado, pues corre el peligro de ser robado, asaltado, asesinado o ultrajado aun dentro de su hogar, no se diga en las calles, si anda a pie o en carro, de día o de noche, solo o acompañado, haciendo del mero hecho de existir un día más sea un lujo. En el país de la riña y el engaño, el ecuatoriano vejado termina dando las gracias a Dios y al delincuente que le perdonó la vida; el ecuatoriano no es ciudadano, es un simple voto que el candidato debe obtener como trofeo victorioso de una guerra de apariencias, donde los asesores de imagen se llenan los bolsillos jugando al gato por liebre, juego que después sirve para gobernar. En el país de la riña y el engaño solo hay espacio para chantajistas y agresores, pues solo ellos tienen garantizado el ejercicio de derechos y el incumplimiento de obligaciones; ante ellos solo cabe agachar la cabeza, el empresario honesto es acosado por cuanta institución pública le tenga en la mira, entorpeciendo su actividad con cuanto trámite les sea posible para ver si así obtienen dinerito extra para sus contratos colectivos y demás necesidades.
¿Es justo que en un país cuya mayoría de habitantes se conforma de gente buena, creadora y trabajadora, viva en el reino de la riña y el engaño de unos cuantos secuestradores de su porvenir?, si eso se considera justo no cabe sino resignación, si se considera injusto, llegó la hora de batallar.
Dr. Roque Farto B.
Día del Niño
Somos parte de una cultura de conmemoraciones y festejos que duran un día. Posiblemente el 1º de junio sea para algunos niños el único día feliz, es cuando los pequeños pueden recibir un dulce, un paseo en trolebús, una función de cine o una presentación de títeres, sin pensar que ellos necesitan manifestaciones más significativas como: afecto, comprensión y mucho amor. Todos somos responsables de satisfacer sus necesidades proporcionándoles seguridad y bienestar.
Preocupa conocer niños abandonados por sus padres, excluidos de la educación, maltratados, humillados y relegados. Los niños son seres inocentes, buenos, transparentes, alegres, libres e indefensos, necesitan ser protegidos y apoyados por los adultos, ayudándoles a revivir la confianza en la vida, el deseo de crecer y proyectarse positivamente hacia el futuro.
Dra. Blanca Terán Guevara
Para la historia la educación pública
Han pasado 25 años desde que la educación pública en el Ecuador se politizó. Desde entonces la calidad de la enseñanza se deterioró a niveles preocupantes, obligándonos a los padres de familia de los sectores medios y bajos a realizar supremos esfuerzos, para educar a nuestros hijos en colegios y escuelas particulares. Quedó para la historia la calidad de la educación pública. Hoy en día, el apetito voraz de un partido político ha desnaturalizado la imagen del maestro ecuatoriano, cuya mística del pasado añoramos, porque siempre fue ejemplo para nuestras familias.
Mientras nuestros hijos soportan el quemeimportismo de los dirigentes de la UNE, sus hijos estudian en colegios privados dentro y fuera del país.
Víctor Figueroa
Opiniones y reclamos a la Defensoría del Lector por carta al Diario HOY, Apartado 17-07-09069 de Quito, al fax 2491 410, o al buzón electrónico: [email protected] o [email protected]
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