En el Palacio de Carondelet

Eduardo Muñoz Borrero, religioso, historiador, ha publicado la quinta edición del libro En el Palacio de Carondelet, del presidente Flores hasta el presidente Noboa Bejarano 1830-2002. La investigación del religioso e historiador en torno a los presidente del Ecuador, basada en fuentes primarias e investigaciones y en alrededor de 753 páginas y un apéndice, hace un recorrido por los hechos y el contexto que mediaron antes, durante y después de las administraciones comprendidas entre los años 1830 y 2002.
De acuerdo con la presentación de la obra que hace un miembro correspondiente de la Academia Nacional de Historia, “este libro responde al afán recordatorio, al empeño de eternizar en un monumento de las letras el sesquicentenario de la fundación de la República (que se celebró en 1980). Obra perenne esta, que da vida a los presidentes, que los representa actuando, por medio del retrato, la epopeya, la semblanza, la monografía, la biografía sintética, la crítica misma".
Para Eduardo Muñoz Borrero, el oficio de historiador se conjuga muy bien con el de religioso, tomando en cuenta que la Iglesia pide a los religiosos que conozcan a fondo el contexto y la realidad en la que trabajan para que su labor pastoral sea efectiva.
Actualmente el hermano Eduardo se desempeña como director del Santuario del Hno. Miguel, en Quito. Honra a Quito en su aniversario de fundación con esta nueva edición actualizada y corregida de En el Palacio de Carondelet.

Arnoldo Moya



Una emigrante preocupada

Soy ecuatoriana y desde hace 10 años vivo en Génova, Italia. Siempre he pensado en mis compatriotas que se encuentran en España, Italia, Francia, EEUU, es decir en todos quienes estamos fuera de nuestro país, y siempre me pregunto: ¿qué puede cambiar para nosotros con un nuevo presidente de la República? Nada. ¿A quién puede interesar cuántos somos, cuántos estamos fuera?, ¿a qué Gobierno puede interesarle la suerte de cada uno de nosotros, cómo se vive, cuál es el trabajo, qué sacrificios debemos aceptar para subsistir, para ayudar a la familia?
Los hijos quedan solos. ¿Qué presidente dirá crearemos fuentes de trabajo para detener la migración? Ninguno, al contrario la promueven porque, en caso contrario, perderían un gran rédito, el segundo ingreso para el Ecuador.
Nosotros somos los ajenos al país, los olvidados, los que no tenemos derecho al voto. Todo esto me importa porque soy una ciudadana que espera que la realidad del país pueda cambiar y poder retornar y aportar con nuestros conocimientos, ayudar al desarrollo, crear una patria grande y digna, con capacidad de ofrecer trabajo, con la posibilidad de encontrar a la familia. Al nuevo gobernante quisiera preguntarle: ¿cumplirá con el programa?, ¿se ocupará del pueblo, del pobre, del marginado, de nosotros los emigrantes? No queremos otro mentiroso como Abdalá Bucaram, quien fingió y engañó al pueblo para utilizarlo.

Aída Alvarez



Reglamento para regular indemnizaciones

En HOY del 1º de noviembre de 2002, en la sección A página 9, la columna ‘Runrún’ escrita por el señor Julio Zary, afirma: "Lo de las indemnizaciones en organismos estatales está que arde. Ahora dicen que esos casos ya no solo se dan en Petroecuador, sino también en la Superintendencia de Telecomunicaciones; parece que como si la actual administración tiene los días contados, y es el momento de aprovechar.
¡Pobre caja fiscal! ¡Pobres Contribuyentes!”. Al respecto, a nombre de la Superintendencia de Telecomunicaciones debo aclarar que esta institución cuenta con un Reglamento para la Administración de Recursos Humanos, publicado en el Registro Oficial Nº 107 del 14 de julio de 1997, con el que se regula el pago de las indemnizaciones a los funcionarios que han cesado en sus funciones, siempre que por lo menos hayan cumplido cuatro años de servicio. En ningún momento el valor de estas indemnizaciones se asemeja ni remotamente al de la Institución citada y con la cual se pretende comparar a la Superintendencia de Telecomunicaciones. Cabe señalar que en esta Superintendencia no existe sindicato ni contrato colectivo.
De estimarlo conveniente, el autor de la mencionada columna puede acercarse a nuestra institución y analizar el tema del que gustosos estaremos en darle información.

Luis Olguín Ochoa
Secretario general
Superintendencia de Telecomunicaciones




Defensa de la vida animal

Es muy triste para muchos turistas respetuosos de la vida que deciden pasar unas vacaciones para desestresarse, descubrir que la ciudad que visitan, para que parezca bonita sus representantes no hayan encontrado mejor solución que el exterminio de una vida y de la peor manera. Realmente sería más sano visitar una ciudad que no solo fuera bonita en su apariencia, sino que además lo fuera en todo su contenido. La vida merece ser respetada en todas sus formas y no creo que la única solución que hayan encontrado para embellecerla sea enterrando un montón de cadáveres de animales.
Hay soluciones definitivas y no momentáneas a la problemática de la superpoblación de perros y gatos; no siempre la más rápida es la más efectiva y mas barata.

Tiziana Crosara


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