Reflexiones

Leyendo el Ideario del historiador y político mexicano Lucas Alemán, he encontrado el pensamiento: "El tiempo de elección es el más crítico y peligroso en las repúblicas". Al amparo de la Constitución y con la dirección del Tribunal Supremo Electoral, están en proceso las elecciones. Dos finalistas disputarán la Presidencia de la República el próximo 24 de noviembre. La primera jornada cívica se realizó en democracia y con civilización, salvo casos muy aislados de poca significación. Es de esperar que la campaña sea un referente de la decencia, el respeto, el talento y la altivez de los candidatos. El veredicto final de los ecuatorianos otorgará la confianza popular al que reúna las condiciones para impulsar la reivindicación de esta patria próxima a naufragar en la corrupción, la improvisación, la impunidad y la miseria económica y moral.
Mucho daño han causado al pueblo algunos que han ascendido al poder por la simple vanidad de gobernar sin tener capacidad y solvencia, y por el deseo de convertirse en poderosos a costa del hambre y la angustia del hombre. Mika Waltari dice en Sinuhé el Egipcio: “Nada en el mundo es más peligroso que los sueños de un faraón, porque siembran la miseria, la sangre y la muerte”. No nos lamentemos cuando la tormenta nos arrase; la conciencia no tiene precio y el voto debe ser meditado, cívico y patriótico. Dejémonos guiar por lo que dice Aristóteles en La Política: “Es muy lógico que los que compran sus cargos se acostumbren a indemnizarse por ellos, cuando a fuerza de dinero logran el poder”. Meditemos también en las ideas de Plutarco en su Vidas Paralelas: “Para gobernar bien, lo más necesario no es ser rico, sino tener lo suficiente para no pensar en cosas ordinarias y menudas que distraigan del cuidado de la cosa pública y del cumplimiento de las obligaciones”.
Ni la patria, ni los ecuatorianos ni el sillón presidencial son objetos de subasta. Elijamos a quien esté en capacidad de implantar en el país la libertad como medio, el orden como base y el progreso como fin. Para ello es necesario que los candidatos expliquen a los electores sus planes de acción, indicando cómo, cuándo, dónde, y con qué medios económicos cuentan para su ejecución. Un candidato que rehúye el diálogo con el pueblo y no expone sus planes de trabajo es prepotente, incapaz, tímido o tiene humos de dictador.

Rafael Cobo Espinoza



Paralelismo entre los finalistas

Para quienes estamos ligados a la salud pública, ha sido placentero encontrar un paralelismo entre los finalistas a la segunda vuelta electoral. Los dos candidatos presidenciales están casados con médicas y escogieron como sus compañeros de papeleta a médicos. Es esto un buen augurio de mejores días para los servicios de salud, especialmente para los que sirven a la población de escasos recursos económicos que no puede pagar la consulta médica privada. El coronel Gutiérrez señala que se elaborará un plan para la ampliación, conservación, mantenimiento y rehabilitación de la infraestructura hospitalaria existente, con equipos nuevos y refuerzo de personal. Además se promocionará la medicina preventiva.
El abogado Noboa manifiesta que la prioridad será la atención materno infantil. Los recursos del Ministerio de Salud, en su mayor parte, financiarán planes nutricionales, creará dos subsecretarías: de seguridad alimentaria y sanitaria (se refiere al saneamiento ambiental) y también organizará una red de farmacias populares.
A las esposas de los candidatos, las doctoras Ximena Bohórquez y Anabella Azín, les tocaría presidir el Instituto Nacional del Niño y la Familia (Innfa) y desarrollar programas de beneficio social, en el cual se incluye el área de la salud.

Héctor Olmedo Boada



De México, contra la eutanasia

Hemos leído que autoridades de salubridad y zoonosis piensan sacrificar a los animales vagabundos de Guayaquil por medio de una sustancia “denominada estricnina”. Es penoso ver que una ciudad como Guayaquil, que se precia de su modernidad y conservación del medio ambiente, piensa de manera irresponsable utilizar la estricnina, cuya toxicidad para el ser humano es más que conocida, por lo cual ha sido proscrita en la gran mayoría de los países latinoamericanos, además de ser uno de los métodos más indignos y crueles de sacrificio de animales (causa asfixia mientras el animal está consciente). La eutanasia en cualquiera de sus formas, no es la solución al problema de los animales abandonados. Redadas y sacrificios, además de carentes de ética, son de resultados nulos. La solución está en esterilización y vacunación.
Existen leyes pioneras en Argentina y Costa Rica a las cuales el Congreso debe tener en cuenta, y pedir asesoría, ya que han obtenido resultados en corto plazo, sin recurrir a la deleznable práctica de la eutanasia, y con menores costos. Debería Guayaquil dar su apoyo a leyes de protección animal no eutanásicas, y a quienes luchan y defienden la vida de los animales poniendo a la disposición de la ciudadanía, vacunación y esterilización gratuitas. Guayaquil no debe ser conocida en el mundo por estas horrendas prácticas.

Adriana Salas
Vocero de Still Alive Fish
Ecología, animales y medio ambiente
Durango, México



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