Quito. 14.05.94. El Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social
(IESS) y sus alrededores se convirtieron ayer en un verdadero
campo de batalla que enfrentó a trabajadores del Instituto con la
Policía. Hechos de inusual violencia ocurrieron con motivo de la
borrascosa sesión del Consejo Superior del IESS que fue convocado
ayer para destituir de su cargo al director general Italo
Colamarco, quien se había negado a renunciar pese a un pedido en
ese sentido formulado por el organismo colegiado rector del
Instituto.

Los enfrentamientos se dieron entre trabajadores del IESS que
respaldaban al director Colamarco y la Policía que intentaba
dispersarlos.

Finalmente, en un ambiente plagado de tensión el Consejo Superior
decidió, por siete votos contra dos, la destitución de Colamarco.
A última hora apoyó también la moción de destitución el vocal de
los servidores públicos Jacinto Posligua. Unicamente respaldaron
a Colamarco Edgar Ponce (representante de los trabajadores) y
Julio Ayala (por los jubilados).

En medio de la confusión reinante aparecieron algunos dirigentes
políticos, entre ellos Frank Vargas y María Eugenia Lima, quienes
aparentemente defendían la posición de los dirigentes sindicales
del IESS.

Los vocales del Consejo Superior se vieron obligados a recibir a
los trabajadores en comisión general, tras lo cual quedó en
suspenso el nombramiento de José Aguirre como nuevo director.

El ministro de Bienestar Social Alberto Cárdenas, gestor del
operativo para sacar a Colamarco del IESS, debió abandonar el
local protegido por la Policía, mientras los trabajadores le
lanzaban pedradas.

VIOLENCIA 20 HERIDOS

Por lo menos 20 heridos y un número igual de detenidos, dejó como
saldo la manifestación que protagonizaron los trabajadores del
Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), en contra del
gobierno y su política de privatizar la entidad.

Entre los heridos figuran el periodista Mario Guayasamín de la
radio Bolívar y los camarógrafos Roberto Molina de Teleamazonas y
Fernando Villavincencio del canal 12. Testigos oculares dijeron
que una trabajadora del IESS fue impactada en el rostro por una
bomba lacrimógena.

El problema surgió cuando cientos de trabajadores de la entidad
salieron desde el edificio matriz en la diez de Agosto hasta el
local donde funciona la dirección general y fueron brutalmente
reprimidos por la fuerza pública.

Las bombas lacrimógenas empezaron a estallar una tras otra y
enseguida se hicieron presentes ambulancias del propio hospital
Carlos Andrade Marín, para trasladar a los heridos hasta ese
centro de salud.

TRABAJADORES ENTRARON POR EL TUMBADO

Una batalla campal sin precedentes se vivió ayer en el Instituto
Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), cuando trabajadores de la
entidad protagonizaron una manifestación que terminó con la
irrupción en la sala de sesiones del Consejo Superior, que
acababa de remover de su cargo al director general, Italo
Colamarco.

Mientras en las calles aledañas al IESS el ambiente estaba
matizado por gritos en contra del gobierno, sirenas de
ambulancias, estallido de bombas lacrimógenas y heridos, el
Consejo Superior desplazó de la dirección a Colamarco con siete
votos en favor y dos en contra.

La remoción estaba dada y el ministro de Bienestar Social,
Alberto Cárdenas, mencionó el nombre de José Aguirre -actual
subsecretario de esa cartera de Estado- para nuevo director.

Pero en medio de la votación entraron violentamente en la sala de
sesiones los dirigentes de los trabajadores del IESS en compañía
de representantes de partidos políticos, quienes empezaron a
increpar al ministro Cárdenas, acusándolo de ser el causante de
los problemas que vive la institución.

El ambiente estaba matizado por el clímax de la desesperación: el
objeto de los trabajadores era llegar hasta la sala a lo que de
lugar y lo hicieron a través de una casa vecina al IESS. Una vez
en el sexto piso ingresaron por el tumbado, para luego forcejear
la puerta de ingreso con los guardias de seguridad.

Una vez adentro acorralaron al ministro en una esquina del salón
y todos le gritaban y acusaban. "Queremos que salga, que renuncie
porque nos ha mentido", le decían. "Renunciaré si la cúpula
sindical del IESS también lo hace", respondía Cárdenas.

Previamente, en la borrascosa sesión del Consejo Superior, el
ministro culpó al director saliente, de haber incurrido en faltas
penales, civiles y administrativas, a lo que Colamarco respondió
punto por punto y dijo que está dispuesto a enfrentar cualquier
tipo de irregularidades que haya cometido.

Sin embargo advirtió que el Consejo no ha podido comprobar
ninguna irregularidad inmoral y que el ministro quedaba ante el
país como "un mentiroso y un farsante" .

"A mi se me remueve por defender los intereses de los afiliados,
por combatir la corrupción que está enclaustrada en el propio
Consejo Superior", señaló.

Sostuvo que estaba en el pleno derecho para enjuiciar a quienes
ilegalmente le han destituido y ofreció acudir a los tribunales
de justicia.

Una vez calmados los ánimos, el Consejo se declaró en sesión
reservada y decidió dejar sin efecto la designación del nuevo
director José Aguirre.

El ministro Cárdenas salió a pie por la calle Jorge Washington
hasta la Amazonas, fuertemente resguardado por los policías, en
momentos en que la gente volvió a amotinarse para increparle.
Entre tanto, el ex director era alzado en hombros y paseado y
aplaudido a lo largo de la calle 9 de Octubre.

NOMBRAMIENTO DE AGUIRRE EN VEREMOS

El nombramiento del nuevo director del Instituto Ecuatoriano de
Seguridad Social (IESS), José Aguirre, se vio complicado al
declararse suspendida su designación.

En medio de los gritos de los trabajadores del Instituto que
ingresaron a la sala de sesiones del Consejo Superior, el
ministro de Bienestar Social, Alberto Cárdenas, exigía al
secretario que siga receptando los votos para elegir al director.
La conmoción reinaba. Se oían solo gritos y acusaciones.

Un tanto calmados los ánimos, el Consejo Superior resolvió, en
sesión reservada, suspender la designación del director, debido a
las interferencias y los hechos producidos.

El organismo se reunirá el próximo martes a las 18h00 para
proceder al nombramiento del funcionario, que será escogido de
una terna.

Edgar Ponce, presidente ocasional del Consejo, manifestó que se
tendrá que elegir un director que concilie los intereses
nacionales y sea de consenso general.

La dirección fue encargada al director nacional administrativo,
Alfonso Avilés.

Ponce advirtió que una institución como el IESS no puede
privatizarse en la forma que "lo entienden los modernizadores y
privatizadores".

Entre tanto, la diputada María Eugenia Lima, hizo pública su
decisión de enjuiciar políticamente al ministro de Bienestar
Social "porque no puede quedar sin sanción ni castigo la
represión pedida en contra de los trabajadores".

Miguel Iturralde, delegado por las Fuerzas Armadas, dijo que no
se pueden aplicar experiencias ajenas a la realidad ecuatoriana
para modernizar las instituciones del Estado.

Afirmó que hay funcionarios muy capaces dentro de la institución
a quienes hay que respetarlos, pero que ahora deben tomarse
decisiones.

PIEDRITAS

La sesión del Consejo Superior se inició a la hora prevista, esto
es, las 11h00. Los primeros en llegar fueron Jacinto Posligua,
delegado de los servidores públicos; Julio Ayala, por los
jubilados, Ezequiel Bermeo por las Cámaras de la Producción.

- A la hora en punto hizo su arribo el ministro de Bienestar
Social, Alberto Cárdenas. Visiblemente nervioso dijo que probará
irregularidades cometidas por el ex director, Italo Colamarco.

- Colamarco y Cárdenas no saludaron como en otras ocasiones. Se
sentaron distantes uno a otro.

- Comenzada la sesión del Consejo, entró en la sala la diputada
María Eugenia Lima, quien tomó varias veces la palabra para
protestar contra la represión de que estaban siendo objeto los
trabajadores por parte de la fuerza pública.

- "Por el apuro de cambiar a un funcionario por otro, se
atropella y se prohíbe el derecho a protestar", dijo.

- Una hora después de iniciada la sesión, ingresaron
intempestivamente los dirigentes sindicales del IESS, encabezados
por Diego Ordóñez y Gustavo Terán de la UNE.

- Nada valió ahí adentro, ni policías, ni guardias de seguridad.
Varios trabajadores subidos en la mesa de sesiones gritaban,
mientras que camarógrafos, periodistas y fotógrafos trataban de
cumplir con su labor.

- "Ya estamos aquí compañeros", gritaba Terán asomado por la
ventana del sexto piso del edificio del IESS.

- El edecán del ministro sudó la gota gruesa. El gran susto que
se llevó, a igual que los guardaespaldas, cuando acorralaron al
ministro en una esquina de la sala.

- "No atropellen a los periodista, ellos me protegen", decía el
ministro a sus guardaespaldas.

- "Cálmese ministro, no incendie más, no pida a las fuerzas
especiales que le vengan a rescatar", le decían los periodistas.

- El general Iturralde, de las Fuerzas Armadas, actuó como
mediador. Bajó a la calle a anunciar a los trabajadores que
estaba suspensa la designación del nuevo director. (2A)
EXPLORED
en Ciudad N/D

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