Quito. 17.01.95. Un banco comercial es mucho más que un
edificio. Es una organización que combina esfuerzos humanos y
recursos financieros para desempeñar la función bancaria
requerida por la comunidad que atiende, y lograr una
rentabilidad adecuada para la inversión de sus accionistas.

La estructura y sistema administrativo de un banco refleja la
personalidad y propósitos de la organización empresarial que
lo gesta. Aspectos que se concretan a través de los objetivos
y los métodos que ha elegido, para poner en el mercado los
servicios que ofrece.

Una persona que está en contacto frecuente con estos
establecimientos puede percibir la personalidad y
características de un banco apenas entra en sus oficinas. En
algunos reciben a la gente con interés, en otros con
indiferencia, algunos con sentido de misión y en otros se
presentan con una actitud de autosuficiencia.

Pero finalmente, todo banco lo que busca es ganar confianza
del público para convertirlos en clientes. La imagen de un
banco está fundamentalmente construida gracias a la forma como
los clientes son atendidos por los empleados, pues ellos
transmiten la cultura empresarial de la institución a la que
representan, muy pocas veces estas características pueden
provenir del aspecto físico del banco, éste simplemente es un
complemento de lo anteriormente mencionado.

Sin embargo no podemos olvidar que la estética puede hacer a
un banco más cálido, familiar o frío e inaccesible. De
mostradores bajos y atractivos y de decoraciones de buen gusto
emana una forma estética que en ciertas sociedades hace a una
institución bancaria atractiva; por el contrario un banco
clásico, con jaulas a la antigua, en los pocos lugares en que
aún se encuentran, pueden representar un enfoque
ultraconservador en el otorgamiento de préstamos así como
frente a épocas de cambio. Estas impresiones son en su mayor
parte una reacción ante las actitudes de funcionarios y
empleados: el guardián solícito, el cajero atento y rápido.

Tales apariencias exteriores no constituyen casualidades. Son,
al contrario, producto de decisiones y políticas de la
dirección, y forman el núcleo de la predisposición y la
capacidad de un banco para desempeñar eficientemente sus
funciones. El carácter de un banco -su aspecto y sus
políticas- refleja su organización y es un determinante
decisivo de su éxito o fracaso final.

Por otra parte, para conocer de manera más completa el
desempeño bancario es necesario mirarlo desde otro punto de
vista: el de la demanda, en especial en una época
caracterizada por perspectivas de liberalización y
modernización, condiciones que inducen al incremento de la
demanda de inversiones financieras productivas y a la
liberalización de capitales que buscarán ser canalizados a
través de lo mercados monetarios.

Además, no hay que olvidar que la afluencia de capitales
extranjeros a ser invertidos en el sector financiero
ecuatoriano es creciente, así como también lo es la
competencia que las instituciones financieras nacionales deben
enfrentar entre sí y también frente a nuevos servicios
financieros desarrollados en otros países.

Tomando en cuenta todos estos aspectos, hemos considerado
necesario realizar un análisis sobre la importancia y utilidad
que representan los servicios bancarios nacionales para sus
clientes actuales y potenciales, el grado de aceptación por
parte de sus usuarios, así como la evolución de las
preferencias por productos. En este contexto EKOS Economía y
MERCADISTICA presentan un análisis de mercado del sector
bancario.

DECRECE MERCADO FlNANCIERO

El mercado financiero ecuatoriano se ha profundizado en los
dos últimos años, ofreciendo a los usuarios una gran
diversidad de productos; la Ley financiera ha sido el
instrumento que ha facilitado la transparencia y
competitividad abierta de los bancos, unido a una política
macroeconómica que ha dado estabilidad y confianza al sistema.

Sin embargo, aparentemente este dinamismo del sistema
financiero no ha sido apreciado o percibido con la misma
celeridad por los usuarios del sistema, tendencia que se ha
comenzado a notar en este año.

Así, vemos que entre 75 y 86 personas de cada 100, utilizan
algún producto o servicio en una institución financiera, pero
desde principios de año se nota una disminución en estos
niveles, lo que bien podría encontrar su justificación en el
hecho que los servicios financieros son percibidos como más
costosos y poco atractivos por parte de los usuarios, quienes
prefieren invertir sus recursos en la adquisición de bienes de
consumo.

GUAYAQUL Y CUENCA, INTERESANTES MERCADOS

El crecimiento de los usuarios es diferente dependiendo de las
ciudades; así, se observa que la proporción de usuarios en
Guayaquil ha decrecido moderadamente en el último año,
mientras que en Quito la tendencia negativa es más marcada y
únicamente en Cuenca el número de usuarios se ha incrementado
notablemente. En Guayaquil y en Quito especialmente hay un
alejamiento relativamente acentuado del público respecto al
sistema financiero.

Esto seguramente se debe a las disímiles características que
cada segmento de mercado geográficamente tiene, sumado a la
saturación relativa que cada ciudad presenta.

Cuenca es un mercado sumamente competitivo, con gran cantidad
de productos a disposición del público y oferentes en
constante disputa por los clientes; a lo que se puede añadir
un posible incremento de los recursos provenientes de los
habitantes del Austro que han emigrado a Estados Unidos.

De igual manera, las proporciones de usuarios a nivel
socioeconómico han evolucionado de diferente forma.

En general vemos que el nivel socioeconómico alto y el nivel
medio siguen teniendo proporciones de uso bastante elevadas,
es decir son segmentos de mercado que están relativamente
saturados, mantienen su participación y crecimiento estables.

En estos estratos la cartera de inversiones es más
diversificada, y pueden acceder alternativamente a cualquiera
de ellas en caso de variaciones de rendimientos y/o
disponibilidades.

El nivel socioeconómico C a pesar de que tiene niveles menores
de saturación, ha crecido ligeramente en los dos años
anteriores, pero tiende a disminuir en este último año. Esto
puede tener su origen en la nueva tendencia de los bancos a
cobrar los diferentes servicios financieros lo cual los
convierte en poco accesibles para estos estratos, además de
una tendencia de la economía a incrementar sus niveles de
consumo. Si tomamos en cuenta que la propensión al consumo de
los niveles socioeconómicos bajos es mayor que en los otros,
puede ser una consecuencia natural la disminución de
colocaciones en el sistema financiero.

POCO INTERES POR INVERSIONES EN DOLARES

Con respecto a productos financieros, las proporciones que más
crecen en utilización son: préstamos personales, cajeros y
tarjetas de crédito. De esta forma se confirma que la
tendencia de los usuarios es de obtener recursos para consumo.

Los productos que crecen en menor proporción son: cuentas
corrientes en dólares, inversiones en dólares, inversiones, y
pólizas de acumulación. Es una constante desde el inicio de
este gobierno el poco atractivo que las colocaciones en
dólares han tenido respecto a las realizadas en sucres, y esto
se ve reflejado en la disminución real que tienen las
colocaciones en divisas en el mercado financiero.

Este fenómeno está ligado a la política gubernamental de
mantener altas tasas de interés para evitar el impacto
inflacionario del exceso de dinero que existe en la economía.
Esto se mantendrá, en tendencia, en los próximos meses ya que
el flujo de capitales hacia el país (los capitales golondrina
tantas veces citados) obligan a incrementos de la reserva
internacional y en consecuencia a creación monetaria que se
compensa con altas tasas de interés.

El efecto observado en pólizas se puede deber tanto a la
aceleración del consumo (lo que obliga a tener mayor liquidez
disponible), así como a la aparición de otros productos con
tasas más atractivas y/o mayor flexibilidad.

Los demás productos estudiados, tales como cuentas corrientes
en sucres, y ahorros, han crecido en menor proporción. Estos
productos son de mayor utilización promedio en los diferentes
niveles socio económicos, su crecimiento ha sido casi nulo en
los dos últimos años. En el caso de cuentas corrientes la
utilización decrece a partir del tercer trimestre de 1993, lo
que en parte podría deberse a la selectividad cada vez mayor
que los bancos tienen al ofrecer este tipo de servicios y a
una mayor racionalidad de los usuarios frente al incremento de
costos y a las altas tasas de interés en otros instrumentos.

Las cuentas de ahorro en cambio aportan un buen equilibrio
entre rendimiento y disponibilidad de recursos. La gente va
aprendiendo a utilizar de mejor manera al sistema financiero.

LOS MAS FUERTES SIGUEN FORTALECIENDOSE

Es interesante anotar que el proceso de fortalecimiento de los
grandes bancos se está efectivizando. Es que el mercado
ecuatoriano es muy pequeño para la cantidad de bancos
existentes, sumado a la competencia abierta predominante en la
actualidad, las economías de escala favorecen a los bancos
grandes en su empeño por rebajar costos.

Hay muchos comentarios en el sistema financiero respecto al
fortalecimiento de los grandes bancos y a que en el futuro
será inevitable las fusiones y/o desapariciones de los
pequeños bancos que muestren incapacidad para adaptarse a la
presente y futura coyuntura financiera.

Esto puede eventualmente ser cierto, pero no se verifica aún
en los datos disponibles en cuanto a penetración de
instituciones financieras en las ciudades y en el país. Porque
no aparece con claridad que los bancos grandes tiendan a
acentuar su participación; es más, su aparente mayor
penetración se debe a los resultados positivos del Banco del
Pacífico en el último año, más que a un avance colectivo.

Las tendencias son tan poco marcadas que si tomamos como
referencia 1992, la participación en el mercado de las tres
grandes instituciones bancarias del país más bien ha
disminuido. Pero, los datos también muestran una interesante
tendencia, aunque no muy clara, respecto a la mayor
penetración de los bancos más grandes en los estratos
socio-económicos bajos. ¿Se debe esto a su mayor capacidad de
expansión hacia los barrios periféricos de las grandes
ciudades? ¿a la mayor confianza que generan estas
instituciones? ¿a un mayor grado de conocimiento e información
de los usuarios?

Sin embargo, es importante hacer notar que los bancos pequeños
también tienen sus propias ventajas competitivas: mayor
flexibilidad y adaptabilidad al cliente, mayor capacidad de
aprovechar nichos del mercado, menores costos en ciertos
rubros, porque no tratan de abarcar todos los servicios que un
banco grande debe necesariamente ofrecer.

Pero presentan sus propias desventajas como: menores
oportunidades para retener al personal profesional de mejor
desempeño, mayor riesgo por concentración en ciertas líneas de
la actividad bancaria.

Este "enfrentamiento" entre bancos grandes y pequeños va a
profundiarse en el futuro, en particular en la medida en que
una serie de instituciones financieras pequeñas se están
convirtiendo en bancos, aprovechando dos factores: el bajo
costo de entrada, porque la Ley les da varios años para
alcanzar los niveles mínimos de capital requeridos, y por la
ventaja que significa el tener el membrete de "banco" (tanto a
nivel local como internacional, esta es una carta interesante
para atraer financiamiento o clientes).

En cambio el "bando" de los grandes se va a ver fortalecido
por la eventual entrada en el mercado de una serie de bancos
internacionales que ya han solicitado su licencia de
funcionamiento en el Ecuador. De esta manera, el ambiente
financiero se presenta bastante riesgoso y competitivo, lo que
resulta natural en toda actividad que se abre a la competencia
con un proceso natural de depuración?

FICHA TECNICA DE LA INVESTIGACION DE MERCADO

Se utilizó un muestreo aleatorio doblemente estratificado, por
ciudad y por nivel socioeconómico. Las ciudades encuestadas
fueron Quito, Guayaquil y Cuenca.

En el tercer trimestre de este año fueron encuestados un total
de 6.829 individuos mayores de edad económicamente activos, y
que tienen al menos un producto-servicio en una institución
financiera, denominados usuarios financieros, quienes
estuvieron distribuidos por ciudades de la siguiente manera.

3.147 en Guayaquil

2.577 en Quito

1.105 en Cuenca

Los niveles socioeconómicos reportados son tres: A, B y C, que
corresponden a los niveles alto, medio y bajo respectivamente.

La estratificación se la logró en base a un formulario de 39
preguntas, cuyas respuestas fueron analizadas y
correlacionadas, procediendo luego a eliminar las respuestas
estadísticamente redundantes hasta configurar un conjunto de
preguntas cuyas respuestas determinan el nivel socioeconómico.



PENETRACION COMO INSTITUCION FINANCIERA PRINCIPAL (%)

III 9 IV 92 I 93 II 93 III 93

BANCO DEL
PACIFICO 21.9 21 18.9 19.7 20.7

BANCO DEL
PICHINCHA 18.1 23.2 19.6 19 17.5

FILANBANCO 12.8 14.3 13.8 13.1 16

BANCO DEL
PROGRESO 3.9 2.8 4.5 3.1 4.2

BANCO DE
GUAYAQUIL 5.6 5.7 5.3 6.3 5.6

LA PREVISORA 4.1 4.1 4.5 6.1 5.4

BANCO
CONTINENTAL 7.3 6.6 7.8 6.1 5.4

BANCO DE LA
PRODUCCION 1.9 3.7 3.6 3 2.7

BANCO
AMAZONAS 3.8 2 2.6 2.6 2.3

BANCO DE
LOS ANDES 2.3 1.6 2.8 2.4 3.2



IV 93 I 94 II 94 III 94

BANCO DEL
PACIFICO 22.4 22.1 22.1 24.3

BANCO DEL
PICHINCHA 18.8 17.4 18.4 18.3

FILANBANCO 14 15.2 13.3 12.3

BANCO DEL
PROGRESO 5.7 6.6 7.1 6

BANCO DE
GUAYAQUIL 5.5 4.9 5.6 5.9

LA PREVISORA 5.1 5.1 5.2 5

BANCO
CONTINENTAL 5.4 5.1 4.9 4.5

BANCO DE LA
PRODUCCION 2.5 2.7 2.5 2.9

BANCO
AMAZONAS 1.6 1.4 1.3 2.1

BANCO DE
LOS ANDES 2.3 2.9 2.5 2.1


* TEXTO TOMADO DE REVISTA EKOS N§ 10 (P18 a 22)
EXPLORED
en Ciudad N/D

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