Guayaquil. 12 nov 99. Los catedráticos universitarios creen que,
pese a la reforma curricular, los colegios no han mejorado. Por
eso la mayoría tiene propedéuticos y preuniversitarios.

Las universidades de Guayaquil ya no se conforman con rechazar
a los alumnos que no pasan las pruebas de admisión. Aunque desde
hace cinco años son más exigentes también ensayan fórmulas para
mejorar la calidad de los bachilleres, aun antes de que pisen
suelo universitario.

La idea es contrarrestar los índices que confirman los bajos
niveles académicos de los futuros profesionales. Estos señalan
que al menos el 30 por ciento de los aspirantes no aprueba los
exámenes preuniversitarios. Hay una razón de fondo, a decir de
los catedráticos: los colegios no han logrado cambios
significativos a pesar de la Reforma Curricular.

No es solo un problema de conocimiento académico sino también de
las habilidades y destrezas para aplicarlo. La Espol, por
ejemplo, incluyó desde hace un año en sus pruebas de ingreso,
parámetros no solo para medir el nivel académico, sino las
aptitudes.

La Universidad de Guayaquil trabajó cuatro años en un proyecto
piloto denominado "Programa de retroalimentación de los
bachilleres", suspendido este año por falta de presupuesto (para
financiarlo se necesitan 80 millones de sucres). Pretendía
ajustar los vacíos de conocimientos básicos en los colegiales.

Oswaldo Valle, coordinador de la Oficina de Ingresos de la Espol,
cree que uno de los problemas más graves de los aspirantes es el
bajo nivel académico, especialmente de los alumnos de los
fiscales; debilidad que aunque en menor proporción, también
existe en los particulares.

"Los estudiantes de los fiscales están menos preparados y ellos
no cubren ni en un 50 por ciento a las exigencias". Para nivelar
esta diferencia, la Politécnica diseñó su estrategia. Esto es
ajustar sus exámenes para rescatar a los alumnos que aunque no
cuentan con sólidos conocimientos científicos tengan aptitudes
para su formación.

"Esta prueba mide cuan listo es el estudiante y cuanta
inclinación tiene para aprender", dice. Así si algún aspirante
no cumple con los mínimos requisitos del examen académico (6
sobre 10) con una buena prueba de aptitud es aceptado. Aun así
del curso prepolitécnico de invierno de 1999 (en febrero) en el
que se inscribieron 2 585 bachilleres, solo 1 119 aprobaron. Al
curso prepolitécnico de verano (junio) en cambio se presentaron
89 y 59 reprobaron.

Según Valle, los principales problemas están relacionados con
conocimientos en matemáticas, física y química. La Universidad
de Guayaquil también implementó con fuerza los cursos
preuniversitarios desde 1995 cuando se firmó un convenio con el
Ministerio de Educación, para llevar adelante el "Programa de
retroalimentación de los bachilleres".

La idea era escoger 10 colegios fiscales, cada año, y preparar
a los alumnos de los sextos cursos , a partir del segundo
trimestre, en materias como matemática, física, química,
biología, contabilidad, expresión oral escrita y computación.

"Lo que queríamos era que el bachiller recapacite y que piense
que tiene vacíos y que debía cubrirlos". De esa experiencia se
comprobó que la mayor demanda de asistencia estaba en
contabilidad, comercio y administración, física y matemáticas.
Aunque aún no hay cifra de cuantos aprobaron los
preuniversitarios, otros datos revelan que en las 17 facultades
hay 16 864 alumnos. De ellos solo 412 fueron exonerados por
buenas calificaciones.

Espol: los privados primero

En Guayaquil, dos universidades sí señalan cuáles son los mejores
planteles que le proveen de excelentes estudiantes.

La Espol, por ejemplo, ha identificado a los colegios que proveen
los mejores bachilleres en Guayaquil. Entre ellos constan los
siguientes: Americano, Alemán, Humboldt; Liceo Naval, Militar
Teniente Hugo Ortiz, San José y Cristóbal Colón, todos son
planteles particulares.

De hecho, según la oficina de ingresos en un muestreo en 10
alumnos que se presentaron para el examen de ingreso y lo
aprobaron, sin pasar por el pre politécnico; 6 eran del
Americano, 1 del Liceo Naval, 1 del Militar Teniente Hugo Ortiz,
1 del Alemán y 1 del San José.

En el caso de la Universidad de Guayaquil, no existen cifras
sobre el número de colegios que más colocan sin problemas a sus
alumnos. Pero hay tendencias. Según Walter Menéndez, a la
Facultad de Administración acuden alumnos de los fiscales 28 de
Mayo, Francisco de Orellana y Vicente Rocafuerte, con buen nivel
académico.

En el caso de Ingeniería Química y Ciencias Químicas, se ubican
también con buen promedio, las alumnas del Dolores Sucre, Rita
Lecumberry, también fiscales; y en Medicina los alumnos de
colegios particulares como el San José La Salle.

La falla está en el colegio

Para Manuel Tenecela, ex presidente de la Asociación de Rectores
y rector del colegio Fiscal Juan Montalvo, el bajo rendimiento
de los bachilleres, de los planteles fiscales, se debe a una
falla del sistema educativo. Esta realidad cambiará "cuando se
conozcan los resultados de la reforma educativa implementada
desde 1995".

Para este educador el concepto equivocado de que los alumnos más
inteligentes van a la especialización físico matemática, los
"menos inteligentes" a químico biológico y los "vagos" a
sociales, aunque se cumple, en algunos casos, no siempre es así
y existen "alumnos realmente rescatables". Según Tenecela, cuando
se masificó el ingreso a la Universidad se creó una mentalidad
del facilismo que llegó a la Facultad de Filosofía, donde se
forman los maestros. (Texto tomado de El Comercio)
EXPLORED
en Ciudad Guayaquil

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