Quito. 27.09.94. La avicultura ecuatoriana parece estar
atravesando por serios aprietos derivados de acontecimientos
externos que obstaculizan su normal desenvolvimiento.
La introducción de presas que no se consumen en Estados Unidos,
la decisión colombiana de prohibir que la producción nacional
ingrese a ese país y las dificultades de abastecimiento de harina
de pescado para la fabricación de balanceados, producto
indispensable para la alimentación de las aves, se han conjugado
para crear condiciones desfavorables a esta actividad.
Las presas de pollo procedentes de Estados Unidos, constituyen un
elemento de enorme competencia en el mercado nacional, en la
medida que pueden venderse a menores precios e incrementar la
oferta de la carne de esa ave.
La prohición para que la carne de pollo de producción ecuatoriana
ingrese a Colombia provoca serios problemas de acumulación en los
avicultores nacionales.
Avicultura acosada por problemas
Los avicultores ecuatorianos han sido acosados en los últimos
meses por preocupantes noticias debidas a hechos de diversa
naturaleza, pero igualmente perjudiciales para la salud de este
próspero sector productivo.
Desde Colombia llegó hace 4 meses la suspensión de permisos
sanitarios para el ingreso de productos avícolas ecuatorianos a
ese país. De Estados Unidos, en cambio, empezaron a llegar partes
del pollo que no se consumen en ese país, en cantidades
industriales y a precios que dejan fuera de la competencia a la
producción nacional.
A ello se añade las dificultades en el abastecimiento de harina
de pescado para la industria nacional productora de alimentos
balanceados, proveedora de este producto la los avicultores
ecuatorianos.
Una parte de la historia comienza al sur del Ecuador, en el
vecino Perú, de donde ingresaron en abril pasado unos cientos de
animales para reproducción infectados de una mortal enfermedad
llamada "hepatitis por cuerpos de inclusión". La enfermedad, de
ninguna manera, según reafirma César Narváez, experto del
ministerio de Agricultura, puede contagiar al ser humano.
Dicho virus, contaminó aves de granjas avícolas en las provincias
de Loja y Los Ríos, de lo cual se enteraron las autoridades
sanitarias de Colombia, debido a la emergencia declarada por sus
colegas ecuatorianos.
Esta emergencia consistió en controlar el ingreso de más pollos
peruanos por la frontera sur y en desarrollar un programa de
control de la enfermedad mediante la preparación de los
avicultores involucrados y, en evitar la propagación del mal
mediante capacitación al resto de avicultores del país. Narváez
asegura que en el Ecuador, solo un 5% de granjas avícolas corrían
graves riesgos porque son pequeñas y necesitan modernizar sus
controles biosanitarios. El mal fue plenamente controlado.
Mientras tanto, el Instituto Colombiano Agropecuario, autoridad
en materia de salud animal decidió, con mucho sentido de la
previsión, "suspender la expedición de permisos zoosanitarios
para la importación de pollitos de un día, huevos comerciales,
aves, carne de aves y sus derivados del Ecuador y del Perú, hasta
conocer detalladamente las situación sanitaria de la enfermedad
en ambos países mencionados y poder determinar el riesgo de que
la enfermedad pueda llegar a Colombia".
El departamento del Cauca, al sur de Colombia, siempre ha sido un
mercado natural de estos productos ecuatorianos debido a su
cercanía y las facilidades de transporte.
Aquella decisión se había mantenido vigente desde el pasado 28 de
mayo; sin embargo, en las fronteras se empezaron a aplicar los
controles recién hace un par de semanas, lo que puso en alerta a
los productores nacionales por que, según la Corporación Nacional
de Incubadores y Reproductores de Aves, (IRA) se empezaron a
quedar sin comercializar por la frontera unos 8 millones de
huevos y unas 250 toneladas métricas de carne de ave mensuales.
En consecuencia, esa producción corría el riesgo de perderse
debido a la enorme capacidad de almacenamiento frigorífico que
requiere; pero lo más grave para los productores, era que los
precios empezaban a erosionarse por el aumento de la oferta
interna.
Ingresan desechos alimenticios
Los consumidores del rico país del norte, donde se completa esta
historia, prefieren la pechuga y rechazan la "carne negra", como
denominan a las piernas y demás presas del pollo. Esos "desechos"
alimentarios los colocan en países como el nuestro a precios
bajísimos.
Al pasar las aduanas, estos productos estarían evadiendo el pago
del "derecho específico" que, en virtud del mecanismo de ajuste
arancelario, les corresponde, practicando el truco de declararse
"carne congelada", libre del ajuste arancelario, lo que
constituye prácticamente un contrabando.
Las materias primas de los alimentos de aves en los EEUU, granos
y soya en su mayoría, están subsidiadas por el Gobierno. El maíz,
por ejemplo, cuesta menos del 50% de lo que vale en nuestro país.
Eso da una amplia ventaja comparativa a dichos productos.
Adicionalmente, la sobreproducción en ese país induce a las
empresas comercializadoras a preferir venderla a cualquier
precio, antes que a correr el riesgo de pérdidas totales, en una
franca competencia desleal, denunciaron los avicultores.
No a los brazos cruzados
El final de la historia tiene dos caras: una que predice un final
feliz y la otra, un disputado "continuará".
En el caso de la actitud colombiana, el gobierno ecuatoriano
debió plantear una demanda ante de Junta del Acuerdo de Cartagena
para que este organismo regulador exija a Colombia demostrar la
validez de sus argumentos en los que se fundamenta la suspensión
o, de lo contrario, levantarla.
Según Narváez, el Gobierno cumplió ese procedimiento; consiguió
dejar sin efecto la disposición colombiana y está presto a
informarlo a los productores. Habría que comprobar si los
productos ya pueden pasar la frontera.
Sin embargo, los directivos de IRA cuestionan a la autoridad
colombiana porque, sin haber comprobado sus motivos para
descalificar a la producción ecuatoriana, dispusieron la severa
medida cuando, según afirman, lo lógico habría sido proceder de
manera inversa.
Una medida de este tipo va contra el mercado libre y el principio
de reciprocidad comercial y no propicia un clima de entendimiento
para llegar a un acuerdo sobre el Arancel Externo Común en la
Subregión, dijo Fabián Andrade, quien preside la Corporación.
En el caso del contrabando de presas de Estados Unidos, antes de
que la presión sobre los precios ponga en peligro el ritmo
cardíaco de las granjas productoras, la industria avícola pidió
al Gobierno la creación de una comisión interinstitucional que
controle el tráfico aduanero, la misma que estaría constituida
por delegados de los ministerios de Agricultura y Finanzas, de la
Cámara de Comercio y de los avicultores.
Por otro lado, EEUU debería permitir a la producción nacional
exportar pechugas a su mercado, pero sus exigencias sanitarias
son difíciles de cumplir que se convierten en restricciones que
vulneran el acceso a ese país, dijeron los dirigentes avícolas.
Cortos
- Según un experto, la industria avícola ecuatoriana tanto en
esos controles como en márgenes de productividad están entre las
más desarrolladas de Latinoamérica.
- Por lo tanto, no habría que preocuparse por la hepatitis de las
aves, como se preocuparon los consumidores que asustados por los
medios de difusión en mayo, dejaron de comprar grandes cantidades
de huevos sanos y pollos inocentes.
-Un experto veterinario del MAG nos dijo que la historia no
empieza en el sur, sino en el Norte. Para variar "todo lo malo
nos vine de arriba", dijo.
- Se sabe que en EEUU estuvieron primero los mentados "cuerpos de
inclusión" causantes de la hepatitis de pollo que llegó a nuestro
país, después de un largo viaje por Pakistán, México, Chile y
Perú. (3A)
atravesando por serios aprietos derivados de acontecimientos
externos que obstaculizan su normal desenvolvimiento.
La introducción de presas que no se consumen en Estados Unidos,
la decisión colombiana de prohibir que la producción nacional
ingrese a ese país y las dificultades de abastecimiento de harina
de pescado para la fabricación de balanceados, producto
indispensable para la alimentación de las aves, se han conjugado
para crear condiciones desfavorables a esta actividad.
Las presas de pollo procedentes de Estados Unidos, constituyen un
elemento de enorme competencia en el mercado nacional, en la
medida que pueden venderse a menores precios e incrementar la
oferta de la carne de esa ave.
La prohición para que la carne de pollo de producción ecuatoriana
ingrese a Colombia provoca serios problemas de acumulación en los
avicultores nacionales.
Avicultura acosada por problemas
Los avicultores ecuatorianos han sido acosados en los últimos
meses por preocupantes noticias debidas a hechos de diversa
naturaleza, pero igualmente perjudiciales para la salud de este
próspero sector productivo.
Desde Colombia llegó hace 4 meses la suspensión de permisos
sanitarios para el ingreso de productos avícolas ecuatorianos a
ese país. De Estados Unidos, en cambio, empezaron a llegar partes
del pollo que no se consumen en ese país, en cantidades
industriales y a precios que dejan fuera de la competencia a la
producción nacional.
A ello se añade las dificultades en el abastecimiento de harina
de pescado para la industria nacional productora de alimentos
balanceados, proveedora de este producto la los avicultores
ecuatorianos.
Una parte de la historia comienza al sur del Ecuador, en el
vecino Perú, de donde ingresaron en abril pasado unos cientos de
animales para reproducción infectados de una mortal enfermedad
llamada "hepatitis por cuerpos de inclusión". La enfermedad, de
ninguna manera, según reafirma César Narváez, experto del
ministerio de Agricultura, puede contagiar al ser humano.
Dicho virus, contaminó aves de granjas avícolas en las provincias
de Loja y Los Ríos, de lo cual se enteraron las autoridades
sanitarias de Colombia, debido a la emergencia declarada por sus
colegas ecuatorianos.
Esta emergencia consistió en controlar el ingreso de más pollos
peruanos por la frontera sur y en desarrollar un programa de
control de la enfermedad mediante la preparación de los
avicultores involucrados y, en evitar la propagación del mal
mediante capacitación al resto de avicultores del país. Narváez
asegura que en el Ecuador, solo un 5% de granjas avícolas corrían
graves riesgos porque son pequeñas y necesitan modernizar sus
controles biosanitarios. El mal fue plenamente controlado.
Mientras tanto, el Instituto Colombiano Agropecuario, autoridad
en materia de salud animal decidió, con mucho sentido de la
previsión, "suspender la expedición de permisos zoosanitarios
para la importación de pollitos de un día, huevos comerciales,
aves, carne de aves y sus derivados del Ecuador y del Perú, hasta
conocer detalladamente las situación sanitaria de la enfermedad
en ambos países mencionados y poder determinar el riesgo de que
la enfermedad pueda llegar a Colombia".
El departamento del Cauca, al sur de Colombia, siempre ha sido un
mercado natural de estos productos ecuatorianos debido a su
cercanía y las facilidades de transporte.
Aquella decisión se había mantenido vigente desde el pasado 28 de
mayo; sin embargo, en las fronteras se empezaron a aplicar los
controles recién hace un par de semanas, lo que puso en alerta a
los productores nacionales por que, según la Corporación Nacional
de Incubadores y Reproductores de Aves, (IRA) se empezaron a
quedar sin comercializar por la frontera unos 8 millones de
huevos y unas 250 toneladas métricas de carne de ave mensuales.
En consecuencia, esa producción corría el riesgo de perderse
debido a la enorme capacidad de almacenamiento frigorífico que
requiere; pero lo más grave para los productores, era que los
precios empezaban a erosionarse por el aumento de la oferta
interna.
Ingresan desechos alimenticios
Los consumidores del rico país del norte, donde se completa esta
historia, prefieren la pechuga y rechazan la "carne negra", como
denominan a las piernas y demás presas del pollo. Esos "desechos"
alimentarios los colocan en países como el nuestro a precios
bajísimos.
Al pasar las aduanas, estos productos estarían evadiendo el pago
del "derecho específico" que, en virtud del mecanismo de ajuste
arancelario, les corresponde, practicando el truco de declararse
"carne congelada", libre del ajuste arancelario, lo que
constituye prácticamente un contrabando.
Las materias primas de los alimentos de aves en los EEUU, granos
y soya en su mayoría, están subsidiadas por el Gobierno. El maíz,
por ejemplo, cuesta menos del 50% de lo que vale en nuestro país.
Eso da una amplia ventaja comparativa a dichos productos.
Adicionalmente, la sobreproducción en ese país induce a las
empresas comercializadoras a preferir venderla a cualquier
precio, antes que a correr el riesgo de pérdidas totales, en una
franca competencia desleal, denunciaron los avicultores.
No a los brazos cruzados
El final de la historia tiene dos caras: una que predice un final
feliz y la otra, un disputado "continuará".
En el caso de la actitud colombiana, el gobierno ecuatoriano
debió plantear una demanda ante de Junta del Acuerdo de Cartagena
para que este organismo regulador exija a Colombia demostrar la
validez de sus argumentos en los que se fundamenta la suspensión
o, de lo contrario, levantarla.
Según Narváez, el Gobierno cumplió ese procedimiento; consiguió
dejar sin efecto la disposición colombiana y está presto a
informarlo a los productores. Habría que comprobar si los
productos ya pueden pasar la frontera.
Sin embargo, los directivos de IRA cuestionan a la autoridad
colombiana porque, sin haber comprobado sus motivos para
descalificar a la producción ecuatoriana, dispusieron la severa
medida cuando, según afirman, lo lógico habría sido proceder de
manera inversa.
Una medida de este tipo va contra el mercado libre y el principio
de reciprocidad comercial y no propicia un clima de entendimiento
para llegar a un acuerdo sobre el Arancel Externo Común en la
Subregión, dijo Fabián Andrade, quien preside la Corporación.
En el caso del contrabando de presas de Estados Unidos, antes de
que la presión sobre los precios ponga en peligro el ritmo
cardíaco de las granjas productoras, la industria avícola pidió
al Gobierno la creación de una comisión interinstitucional que
controle el tráfico aduanero, la misma que estaría constituida
por delegados de los ministerios de Agricultura y Finanzas, de la
Cámara de Comercio y de los avicultores.
Por otro lado, EEUU debería permitir a la producción nacional
exportar pechugas a su mercado, pero sus exigencias sanitarias
son difíciles de cumplir que se convierten en restricciones que
vulneran el acceso a ese país, dijeron los dirigentes avícolas.
Cortos
- Según un experto, la industria avícola ecuatoriana tanto en
esos controles como en márgenes de productividad están entre las
más desarrolladas de Latinoamérica.
- Por lo tanto, no habría que preocuparse por la hepatitis de las
aves, como se preocuparon los consumidores que asustados por los
medios de difusión en mayo, dejaron de comprar grandes cantidades
de huevos sanos y pollos inocentes.
-Un experto veterinario del MAG nos dijo que la historia no
empieza en el sur, sino en el Norte. Para variar "todo lo malo
nos vine de arriba", dijo.
- Se sabe que en EEUU estuvieron primero los mentados "cuerpos de
inclusión" causantes de la hepatitis de pollo que llegó a nuestro
país, después de un largo viaje por Pakistán, México, Chile y
Perú. (3A)
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