AVANZA LA CIRUGIA

Quito. 28.08.92. Actualmente la extirpación de la vesícula
biliar se realiza por medio del nuevo método denominado
laparoscópica, que presenta menores riesgos.

¿Se imagina qué es la cirugía laparoscópica? Quizás no.

Se trata de palabras técnicas, de uso en la medicina moderna,
aun no muy conocidas.

La cirugía laparoscópica es una intervención quirúrgica que se
hace por orificios a través de la piel. Se la denomina también
percutánea o cirugía sin cicatrices.

El término laparoscópica es sinónimo de "visión del abdomen",
que es un método antiguo que la ciencia médica utilizó solo
para mirar cavidades abdominales.

Hace 15 años se comenzó a utilizarlo en Francia y
posteriormente en Estados Unidos , con resultados positivos en
intervenciones quirúrgicas.

Las primeras operaciones que se realizaron correspondieron al
área de la ginecología; desde hace cuatro años se utilizaron a
nivel de la vesícula y últimamente se experimenta en cavidades
del abdomen.

En el país la primera operación mediante este método realizó
el cirujano ecuatoriano radicado en los Estados Unidos, Gastón
Guerrero, en marzo de 1990, en la Clínica Pichincha.

En este centro médico se ha realizado hasta el momento 130
cirugías de esta naturaleza.

Las intervenciones de este tipo a nivel mundial han logrado
resultar exitosos, a tal punto que este método de operación es
parte de la cirugía moderna.

Cirujanos del país hablan hoy a un enfermo con desórdenes
biliares de la Colecistectomía laparoscópica, una nueva
modalidad que sirve para extirpar la vesícula biliar.

La extirpación de la vesícula es una de las intervenciones
quirúrgicas más comunes que se realiza en el país. Solo en el
Hospital Andrade Marín se hacen 400 operaciones cada año, dice
Héctor Villalba Jarrín, médico de la Clínica Pichincha.

Los desórdenes relacionados con la vesícula son causados por
el surgimiento de cálculos en el órgano o sus conductos,
alteración que de no ser tratada a tiempo puede causar
problemas agudos al aparato digestivo y en particular al
páncreas.

La sintomatología de un paciente que tiene problemas
vesiculares son naúseas, vómito, dolor estomacal, gases e
irresistencia a las comidas grasas, pero en casos agudos
aparecen fiebre alta, malestar general y fuerte dolor
abdominal.

Para resolver este tipo de problemas del organismo humano, la
ciencia médica hasta hace poco empleaba la cirugía abierta.

La operación requería la realización de una incisión en el
cuadrante superior derecho del abdomen, cinco días de
hospitalización y de cuatro a seis semanas para la
recuperación.

En la actualidad la técnica denominada laparoscópica hace
posible que enfermos con dificultades vesiculares puedan
someterse a una intervención quirúrgica de menor riesgo y de
mejores resultados.

El paciente puede retornar a su hogar al segundo día de
operado e integrarse a sus labores cotidianas en menos de una
semana.

La herida, de entre 12 y 18 centímetros en la operación
abierta, con el nuevo método es reemplazada por cuatro
pequeñas incisiones de menos de un centímetro, que evitan
traumatismos y alteraciones susitadas por la manipulación
directa de los órganos a la hora de la intervención
quirúrgica.

Lamentablemente, este servicio médico tiene un costo elevado
debido al sofisticado instrumental médico que se emplea. La
laparoscópica se realiza en pocas clínicas de Quito y
Guayaquil.

Su valor es de dos millones y dos millones y medio de sucres,
suma inalcanzable para la mayoría de ecuatorianos que adolece
de esta enfermedad.

¿COMO SE REALIZA LA OPERACION?

La operación se realiza con anestesia general, empleando un
instrumental médico óptico.

A través de un fino tubo denominado "trocar", que se introduce
por el ombligo, pasa un instrumento de fibra óptica llamado
laparoscopio, que tiene una pequeña cámara de video que
refleja en una pantalla de televisión una imagen clara y
ampliada de los órganos intraabdominales y de la vesícula
biliar.

Tres tubos adicionales son introducidos por la región
abdominal para llenarlo de aire, localizar el lugar a ser
intervenido y remover a la vesícula del lecho hepático; es
decir, retirar a la vesícula del hígado mediante el corte de
finos tejidos que la adhieren a él.

De esta manera la bilis es aspirada y la vesícula vacía sale a
través del ombligo, la vesícula vacía sale a través del
ombligo, las pequeñas incisiones son cerradas con suturas
estéticas y el dolor es mínimo dado su tamaño.

TESTIMONIO DEL PACIENTE

Rodrigo Cárdenas, un hombre maduro, de 52 años de edad, tez
trigueña y contextura gruesa cuyo cuadro clínico, presentó un
problema vesicular agudo, vivió su experiencia con esta nueva
técnica quirúrgica.

Tras abrirse la puerta que sella la entrada de un pequeño
cuarto de la Clínica Pichincha se encuentra el paciente, quien
muestra una amplia sonrisa pese a estar unido a sondas que
recogen excedentes de la operación y le rehidratan con
sustancias reconstituyentes.

¿Cómo se encuentra?

Muy bien

¿Conforme con la operación?

Sí. Es increíble; yo no tengo un mapa en el estómago como un
hermano que se hizo operar de lo mismo. Tampoco tengo
molestias.

¿Los males de la vesícula quedaron en el olvido?

Es fabuloso, no siento traumas, estoy muy contento. No sé si
igual de contento esté cuando me toque pagar.

¿Cúales fueron los síntomas que sintió?

Yo no tenía nada en particular, aunque sí un poco de rechazo a
las comidas grasosas y el estómago se me llenaba de gases.

¿Un mal que le tomó por sorpresa?

Sí. Yo me alimentaba bien y realizaba deporte lo que me
mantenía con buena salud, pero como los años no pasan en
vano, creo que se debe a eso. Mire ayer me operaron y hoy ya
desayuné.

MAS VALE PREVENIR...

La cirugía laparoscópica es aplicada luego de realizarse una
evaluación médica.

Se dictamina la conveniencia de la operación porque si bien es
cierto que este método es el más moderno para intervenciones
vesiculares no es aplicable en todos los casos.

De tratarse de cáncer a la vesícula o de cáncer al páncreas,
necesariamente el paciente deberá someterse a una cirugía
tradicional o abierta, ya que requiere mayores cuidados y el
caso se torna complejo.

Quienes vayan a ser intervenidos por casos de vesícula biliar
deben encontrarse con un pleno equilibrio orgánico, caso
contrario tendrán repercusiones futuras en su salud.

Las personas que tengan presión alta, diabetes, várices en las
extremidades inferiores o problemas pulmonares tendrán que
recibir tratamiento médico previo porque pueden presentarse
riesgos en los momentos de realizar la intervención
quirúrgica. (D4)

* Tomado de EL COMERCIO

EXPLORED
en Ciudad N/D

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