Nueva York. 04.09.94. Aunque tras dos días de discusiones Cuba y
EEUU no han llegado a un acuerdo sobre la forma de solucionar el
éxodo cubano, el hecho de que continuen las reuniones es un buen
indicio, según coinciden en afirmar ambas partes.
Las negociaciones norteamericano-cubanas se suspendieron anoche
en la Misión de Cuba ante la ONU y está previsto que se reanuden
a primeras horas de la tarde del domingo en la representación
diplomática estadounidense.
La pausa de hoy sábado permitirá a las dos delegaciones consultar
a sus respectivos gobiernos y analizar las propuestas en
discusión, dijeron fuentes diplomáticas.
Al concluir ayer la reunión, el portavoz norteamericano, David
Johnson, dijo que "las discusiones se desarrollaron de forma
profesional, seria y cordial".
La delegación cubana está encabezada por Ricardo Alarcón,
presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular, y la
norteamericana por Michael Skol, subsecretario adjunto del
Departamento de Estado para relaciones interamericanas.
Fuentes diplomáticas cubanas destacaron que Alarcón vino a Nueva
York con un amplio mandato del gobierno cubano para negociar, al
referirse al alto nivel del cargo del representante cubano, quien
además es miembro de la dirección del Partido Comunista cubano,
ex canciller y ex embajador de Cuba ante la ONU.
El nivel del representante norteamericano no se corresponde con
el de su interlocutor cubano, por lo que es probable que necesite
consultar con sus superiores sobre la marcha de las
negociaciones.
De las escasas informaciones que llegan a la prensa sobre el
contenido de las discusiones entre ambos países destaca la
insistencia de Cuba en que la raíz del problema está en el
embargo que EEUU impone a la isla desde hace más de 30 años.
Estados Unidos, que desde un comienzo ha insistido en que la
reunión se debe limitar al problema migratorio, ofrece la
concesión de unos 20.000 visados al año para los cubanos que
quieran viajar a este país.
Washington también pide la colaboración de La Habana para
controlar el flujo de "balseros", de los que alrededor de 16.000
están recluidos en la base norteamericana de Guantánamo, en Cuba,
a la espera de una solución de la crisis.
EEUU quiere además que La Habana se haga cargo de más de 1.500
criminales cubanos que llegaron a EEUU en 1980 en el llamado
"puente Mariel" y que se encuentran en cárceles estadounidenses.
La delegación cubana, por su parte, pide a Washington una
revisión de su política migratoria, que considera "obsoleta",
según fuentes diplomáticas cubanas.
La Habana solicita la eliminación total del Acta de Ajuste Cubano
de 1966, por la que EEUU ha concedido durante cerca de 30 años un
tratamiento privilegiado a los cubanos que salían de la isla de
forma ilegal, dijeron las fuentes.
La aplicación de la mencionada Acta está suspendida desde el mes
pasado a raíz de la avalancha de cubanos, más de 20.000, que
desde el mes pasado han intentado emigrar a EEUU, la mayor parte
de los cuales se encuentran confinados en la base de Guantánamo.
Asimismo, la delegación cubana manifestó su interés en que EEUU
deje de apoyar campañas de hostilidad y a los medios centrados en
criticar al régimen castrista, como emisoras de radio que emiten
desde Florida hacia la isla, por considerar que incitan al éxodo
de cubanos.
Las únicas declaraciones oficiales sobre la marcha de las
negociaciones -aparte de esporádicas entrevistas concedidas por
Alarcón a cadenas de televisión norteamericana- han sido hechas
por el portavoz de la delegación estadounidense.
Las declaraciones transmitidas por Johnson han sido escuetas y
reiterativas y lo más novedoso han sido sólo los horarios y
lugares en que proseguirán las conversaciones.
Las reuniones de ayer en la misión de Cuba estuvieron rodeadas de
protestas a favor y en contra del embargo y en algún momento se
registraron enfrentamientos entre los dos grupos de
manifestantes.
INFORME DE INVESTIGACION PARA LA DEFENSA
El régimen cubano se encamina hacia una "crisis incontrolada" a
menos que solucione a corto plazo la falta de combustible para
uso doméstico o acelere el proceso de reformas económicas
internas, según un informe especializado.
El informe, titulado "Avisos de Tormenta en Cuba", fue elaborado
por dos expertos del Instituto de Investigación para la Defensa
Nacional y financiado por el Departamento estadounidense de
Defensa (Pentágono).
En caso de producirse esta crisis, Estados Unidos tendría que
evitar una confrontación militar, controlar una masiva ola de
refugiados y buscar una salida negociada al problema, dice el
informe.
Sobre esto último, señala que EEUU debería obtener la ayuda de
países ligados a Cuba, como España, México, Colombia, Venezuela y
Canadá, y recurrir a la ONU y la OEA para buscar soluciones y
preparar una fuerza multinacional de paz.
Que Fidel salga del país
Los expertos recomiendan a EEUU negociar un "gran acuerdo" con el
líder cubano Fidel Castro para que salga del país y evitar así
una guerra civil, e instalar un gobierno provisional y convocar
elecciones bajo supervisión internacional para elaborar una nueva
Constitución.
Los expertos agregan que Estados Unidos debería entonces prometer
la devolución de la "simbólicamente importante" base de
Guantánamo a la "nueva Cuba" para "dignificar" de esta forma al
nuevo líder surgido de las elecciones.
Los autores se muestran contrarios al levantamiento del embargo
impuesto por Estados Unidos hace más de tres décadas, por
entender que sólo contribuiría a fortalecer el régimen castrista
y a aparcar las tímidas reformas económicas emprendidas en Cuba.
El informe señala que hay en Cuba una "pequeña nueva generación
de reformistas liberalizadores" que están a favor de las reformas
de mercado, pero chocan con la "línea dura" dentro del Partido
Comunista y las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR).
No levantar el embargo
La presión de esa "nueva generación" llevó al líder cubano a
adoptar modestos cambios económicos, como la "dolarización" de la
economía y la promoción de empresas familiares, pero los autores
del informe señalan que estos avances se irían al traste si se
levanta el bloqueo económico a Cuba.
"Levantar el embargo ahora puede que no dé más espacio a los
reformistas o no fortalezca el proceso de liberalización; por el
contrario, fortalecería a Castro y la línea dura y evitaría
progresos en el proceso de reformas", dice el informe.
"Más aún - agrega -, una vez que el embargo se levante, Estados
Unidos perdería su único instrumento más influyente para tratar
de controlar el comportamiento cubano".
Los críticos de esta política argumentan que la mejor forma de
promover los cambios en Cuba es levantando el embargo, de la
misma manera que se pretende influir en China mediante la
prórroga de los beneficios comerciales y no aislando a ese país.
Los autores del informe indican que "tarde o temprano" Cuba
tendrá que establecer un nuevo modelo político y económico,
similar al chino o al mexicano de antes de 1982, o un híbrido que
conjugue las experiencias de los tres países.
El informe, de 150 páginas y publicado en forma de libro de
bolsillo, establece cinco hipótesis económicas en Cuba a corto y
medio plazo, entre uno y tres años, respectivamente.
La primera establece la supervivencia a corto plazo del actual
modelo de transición económica.
Segunda: la adopción de importantes reformas a corto o medio
plazo con un modelo de mercado autoritario de estilo
chino-cubano.
Tercera: pérdida de control a corto-medio plazo, suspensión de
las reformas, al margen del modelo empleado, y puesta en marcha
de una dura represión.
Cuarta: aumenta a corto-medio plazo la resistencia popular,
Castro desaparece y facciones prorreformistas del régimen se
reagrupan y ponen en marcha un cambio no violento.
Esta etapa llevaría a la formación de un gobierno de coalición
que incluyera elementos de la oposición interna y exiliados.
La quinta hipótesis es la más drástica: el estallido de una
violenta revuelta popular que podría conducir al país a una
guerra civil, la caída del régimen de Castro y la llegada al
poder de nuevos líderes, bien dictatoriales o demócratas.
(EFE) (10A)
EEUU no han llegado a un acuerdo sobre la forma de solucionar el
éxodo cubano, el hecho de que continuen las reuniones es un buen
indicio, según coinciden en afirmar ambas partes.
Las negociaciones norteamericano-cubanas se suspendieron anoche
en la Misión de Cuba ante la ONU y está previsto que se reanuden
a primeras horas de la tarde del domingo en la representación
diplomática estadounidense.
La pausa de hoy sábado permitirá a las dos delegaciones consultar
a sus respectivos gobiernos y analizar las propuestas en
discusión, dijeron fuentes diplomáticas.
Al concluir ayer la reunión, el portavoz norteamericano, David
Johnson, dijo que "las discusiones se desarrollaron de forma
profesional, seria y cordial".
La delegación cubana está encabezada por Ricardo Alarcón,
presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular, y la
norteamericana por Michael Skol, subsecretario adjunto del
Departamento de Estado para relaciones interamericanas.
Fuentes diplomáticas cubanas destacaron que Alarcón vino a Nueva
York con un amplio mandato del gobierno cubano para negociar, al
referirse al alto nivel del cargo del representante cubano, quien
además es miembro de la dirección del Partido Comunista cubano,
ex canciller y ex embajador de Cuba ante la ONU.
El nivel del representante norteamericano no se corresponde con
el de su interlocutor cubano, por lo que es probable que necesite
consultar con sus superiores sobre la marcha de las
negociaciones.
De las escasas informaciones que llegan a la prensa sobre el
contenido de las discusiones entre ambos países destaca la
insistencia de Cuba en que la raíz del problema está en el
embargo que EEUU impone a la isla desde hace más de 30 años.
Estados Unidos, que desde un comienzo ha insistido en que la
reunión se debe limitar al problema migratorio, ofrece la
concesión de unos 20.000 visados al año para los cubanos que
quieran viajar a este país.
Washington también pide la colaboración de La Habana para
controlar el flujo de "balseros", de los que alrededor de 16.000
están recluidos en la base norteamericana de Guantánamo, en Cuba,
a la espera de una solución de la crisis.
EEUU quiere además que La Habana se haga cargo de más de 1.500
criminales cubanos que llegaron a EEUU en 1980 en el llamado
"puente Mariel" y que se encuentran en cárceles estadounidenses.
La delegación cubana, por su parte, pide a Washington una
revisión de su política migratoria, que considera "obsoleta",
según fuentes diplomáticas cubanas.
La Habana solicita la eliminación total del Acta de Ajuste Cubano
de 1966, por la que EEUU ha concedido durante cerca de 30 años un
tratamiento privilegiado a los cubanos que salían de la isla de
forma ilegal, dijeron las fuentes.
La aplicación de la mencionada Acta está suspendida desde el mes
pasado a raíz de la avalancha de cubanos, más de 20.000, que
desde el mes pasado han intentado emigrar a EEUU, la mayor parte
de los cuales se encuentran confinados en la base de Guantánamo.
Asimismo, la delegación cubana manifestó su interés en que EEUU
deje de apoyar campañas de hostilidad y a los medios centrados en
criticar al régimen castrista, como emisoras de radio que emiten
desde Florida hacia la isla, por considerar que incitan al éxodo
de cubanos.
Las únicas declaraciones oficiales sobre la marcha de las
negociaciones -aparte de esporádicas entrevistas concedidas por
Alarcón a cadenas de televisión norteamericana- han sido hechas
por el portavoz de la delegación estadounidense.
Las declaraciones transmitidas por Johnson han sido escuetas y
reiterativas y lo más novedoso han sido sólo los horarios y
lugares en que proseguirán las conversaciones.
Las reuniones de ayer en la misión de Cuba estuvieron rodeadas de
protestas a favor y en contra del embargo y en algún momento se
registraron enfrentamientos entre los dos grupos de
manifestantes.
INFORME DE INVESTIGACION PARA LA DEFENSA
El régimen cubano se encamina hacia una "crisis incontrolada" a
menos que solucione a corto plazo la falta de combustible para
uso doméstico o acelere el proceso de reformas económicas
internas, según un informe especializado.
El informe, titulado "Avisos de Tormenta en Cuba", fue elaborado
por dos expertos del Instituto de Investigación para la Defensa
Nacional y financiado por el Departamento estadounidense de
Defensa (Pentágono).
En caso de producirse esta crisis, Estados Unidos tendría que
evitar una confrontación militar, controlar una masiva ola de
refugiados y buscar una salida negociada al problema, dice el
informe.
Sobre esto último, señala que EEUU debería obtener la ayuda de
países ligados a Cuba, como España, México, Colombia, Venezuela y
Canadá, y recurrir a la ONU y la OEA para buscar soluciones y
preparar una fuerza multinacional de paz.
Que Fidel salga del país
Los expertos recomiendan a EEUU negociar un "gran acuerdo" con el
líder cubano Fidel Castro para que salga del país y evitar así
una guerra civil, e instalar un gobierno provisional y convocar
elecciones bajo supervisión internacional para elaborar una nueva
Constitución.
Los expertos agregan que Estados Unidos debería entonces prometer
la devolución de la "simbólicamente importante" base de
Guantánamo a la "nueva Cuba" para "dignificar" de esta forma al
nuevo líder surgido de las elecciones.
Los autores se muestran contrarios al levantamiento del embargo
impuesto por Estados Unidos hace más de tres décadas, por
entender que sólo contribuiría a fortalecer el régimen castrista
y a aparcar las tímidas reformas económicas emprendidas en Cuba.
El informe señala que hay en Cuba una "pequeña nueva generación
de reformistas liberalizadores" que están a favor de las reformas
de mercado, pero chocan con la "línea dura" dentro del Partido
Comunista y las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR).
No levantar el embargo
La presión de esa "nueva generación" llevó al líder cubano a
adoptar modestos cambios económicos, como la "dolarización" de la
economía y la promoción de empresas familiares, pero los autores
del informe señalan que estos avances se irían al traste si se
levanta el bloqueo económico a Cuba.
"Levantar el embargo ahora puede que no dé más espacio a los
reformistas o no fortalezca el proceso de liberalización; por el
contrario, fortalecería a Castro y la línea dura y evitaría
progresos en el proceso de reformas", dice el informe.
"Más aún - agrega -, una vez que el embargo se levante, Estados
Unidos perdería su único instrumento más influyente para tratar
de controlar el comportamiento cubano".
Los críticos de esta política argumentan que la mejor forma de
promover los cambios en Cuba es levantando el embargo, de la
misma manera que se pretende influir en China mediante la
prórroga de los beneficios comerciales y no aislando a ese país.
Los autores del informe indican que "tarde o temprano" Cuba
tendrá que establecer un nuevo modelo político y económico,
similar al chino o al mexicano de antes de 1982, o un híbrido que
conjugue las experiencias de los tres países.
El informe, de 150 páginas y publicado en forma de libro de
bolsillo, establece cinco hipótesis económicas en Cuba a corto y
medio plazo, entre uno y tres años, respectivamente.
La primera establece la supervivencia a corto plazo del actual
modelo de transición económica.
Segunda: la adopción de importantes reformas a corto o medio
plazo con un modelo de mercado autoritario de estilo
chino-cubano.
Tercera: pérdida de control a corto-medio plazo, suspensión de
las reformas, al margen del modelo empleado, y puesta en marcha
de una dura represión.
Cuarta: aumenta a corto-medio plazo la resistencia popular,
Castro desaparece y facciones prorreformistas del régimen se
reagrupan y ponen en marcha un cambio no violento.
Esta etapa llevaría a la formación de un gobierno de coalición
que incluyera elementos de la oposición interna y exiliados.
La quinta hipótesis es la más drástica: el estallido de una
violenta revuelta popular que podría conducir al país a una
guerra civil, la caída del régimen de Castro y la llegada al
poder de nuevos líderes, bien dictatoriales o demócratas.
(EFE) (10A)
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