ARQUITECTOS PLANTEAN CONVERTIR ESPACIO DE AEROPUERTO EN PARQUE
Quito. 12.06.91. La necesidad de crear mayores espacios
verdes para la recreación de los habitantes de Quito planteó
el Colegio de Arquitectos de Pichincha en una mesa redonda
sobre "El aeropuerto de Quito".
En este debate participaron representantes de la Dirección de
Aviación Civil (DAC), del Municipio, del Colegio de
Arquitectos del Ecuador (CAE), de la Cámara de la
Construcción, de la Fundación Natura y público en general.
El aeropuerto Mariscal Sucre se encuentra enclavado al norte
de Quito en una zona de alta densidad urbana y ocupa una
superficie aproximada de 104 hectáreas; sus terrenos, que no
incluyen las edificaciones, están avaluados en 38 mil millones
de sucres.
La gran paradoja que se preguntaron los panelistas asistentes
a ese diálogo fue ¿qué hacer con el área del aeropuerto
actual, una vez que sea construido el nuevo en la parroquia de
Puembo?
Las opiniones fueron diversas al discutir sobre la futura
utilización del aeropuerto Mariscal Sucre.
Terrenos financiarán nuevo aeropuerto
Para el director de Aviación Civil, DAC, brigadier general
Fernando Martínez, los espacios del aeropuerto deberían
destinarse a la construcción de edificios, locales comerciales
y de vivienda múltiple. Según Martínez 89 hectáreas deberían
estar dedicadas a este uso. Las 15 restantes serían para
crear un parque recreacional.
"Con la venta de estos terrenos, que representan el 30 por
ciento de la inversión, podremos obtener la debida
financiación para construir el nuevo aeropuerto de Puembo",
manifestó el director de la DAC.
Martínez declaró que las áreas que ocupa la Fuerza Aérea
Ecuatoriana, FAE, que comprenden oficinas de administración y
Academia de Guerra serían trasladadas al nuevo aeropuerto.
Unicamente se mantendría una plataforma para helicópteros.
Posición opuesta
Otra es la posición del Colegio de Arquitectos. Rubén
Moreira, su presidente, expresó su preocupación por el
pretendido destino de los terrenos del aeropuerto por la DAC.
La política del Colegio, dijo Moreira, es la de crear más
espacios verdes y la "única alternativa es que el área del
aeropuerto se destine para la construcción de parques de
recreación y deportes".
"Quito se merece un trato mejor, al igual que las demás
capitales del mundo que se preocupan por dar mayor preferencia
a los espacios verdes", puntualizó. Moreira criticó la forma
como la DAC piensa financiar, en un 30 por ciento, la
construcción del nuevo aeropuerto con la venta de 89 hectáreas
de terreno. "Ese porcentaje es demasiado bajo para tal
financiamiento, frente al gran costo social que significaría
perder la oportunidad histórica de poseer un nuevo parque
urbano" comentó. El presidente de los arquitectos demandó del
Municipio la obligación y el compromiso de tener en sus manos
los terrenos del actual aeropuerto.
Por su parte, Gonzalo Bustamante subdirector de Planificación
del Municipio coincidió con la propuesta del Colegio de
Arquitectos de mantener el área del aeropuerto para
transformarla en parque de recreación."El problema del Cabildo
es resolver el impacto de tipo ecológico que causará la
construcción del aeropuerto nuevo en la región de Tababela y
Puembo", explicó.
Una ciudad que se asfixia
"La ciudad de Quito se asfixia por la falta de espacios
verdes, debido al exagerado crecimiento poblacional y al
aumento de la contaminación del medio ambiente", sostuvo en
cambio el representante de la Fundación Natura, Rafael Vélez.
Desafortunadamente a los quiteños nos han obligado a creer que
todo el maravilloso entorno paisajístico como el Pichincha, el
Itchimbía, el cerro de Monjas constituyen nuestro espacio
verde, pero resulta que son de goce visual y nada más, expresó
Vélez.
Vélez reiteró que es obligación del gobierno y del Municipio
defender la propuesta que plantea el Colegio de Arquitectos de
transformar el aeropuerto Mariscal Sucre en parque
recreacional para beneficio de todos los ciudadanos.
Uno de los principales problemas de la ciudad de Quito es, sin
duda, el alto crecimiento de su población urbana que de aquí
al año 2020 sobrepasará los tres y medio millones de
habitantes.
Esto traerá consigo un aumento de la contaminación y un
decrecimiento ecológico que ocasionará un deterioro en la
calidad de vida de los quiteños.
Datos recientes de la revista "Urbiquito", publicada por el
Municipio, señalan que el rápido crecimiento de la población,
combinado con la expansión espontánea y desordenada de las
áreas urbanas, representa un reto para el desarrollo y
conservación del medio ambiente.
La ciudad de Quito posee una superficie aproximada de 20 mil
hectáreas, pero también un déficit de espacios verdes.
En 1980 el Plan Quito detectó un déficit de áreas verdes de
4,20 metros por habitante, cifra que aumentó en 1988 a los
5,16 metros por habitante. (C-8)
Quito. 12.06.91. La necesidad de crear mayores espacios
verdes para la recreación de los habitantes de Quito planteó
el Colegio de Arquitectos de Pichincha en una mesa redonda
sobre "El aeropuerto de Quito".
En este debate participaron representantes de la Dirección de
Aviación Civil (DAC), del Municipio, del Colegio de
Arquitectos del Ecuador (CAE), de la Cámara de la
Construcción, de la Fundación Natura y público en general.
El aeropuerto Mariscal Sucre se encuentra enclavado al norte
de Quito en una zona de alta densidad urbana y ocupa una
superficie aproximada de 104 hectáreas; sus terrenos, que no
incluyen las edificaciones, están avaluados en 38 mil millones
de sucres.
La gran paradoja que se preguntaron los panelistas asistentes
a ese diálogo fue ¿qué hacer con el área del aeropuerto
actual, una vez que sea construido el nuevo en la parroquia de
Puembo?
Las opiniones fueron diversas al discutir sobre la futura
utilización del aeropuerto Mariscal Sucre.
Terrenos financiarán nuevo aeropuerto
Para el director de Aviación Civil, DAC, brigadier general
Fernando Martínez, los espacios del aeropuerto deberían
destinarse a la construcción de edificios, locales comerciales
y de vivienda múltiple. Según Martínez 89 hectáreas deberían
estar dedicadas a este uso. Las 15 restantes serían para
crear un parque recreacional.
"Con la venta de estos terrenos, que representan el 30 por
ciento de la inversión, podremos obtener la debida
financiación para construir el nuevo aeropuerto de Puembo",
manifestó el director de la DAC.
Martínez declaró que las áreas que ocupa la Fuerza Aérea
Ecuatoriana, FAE, que comprenden oficinas de administración y
Academia de Guerra serían trasladadas al nuevo aeropuerto.
Unicamente se mantendría una plataforma para helicópteros.
Posición opuesta
Otra es la posición del Colegio de Arquitectos. Rubén
Moreira, su presidente, expresó su preocupación por el
pretendido destino de los terrenos del aeropuerto por la DAC.
La política del Colegio, dijo Moreira, es la de crear más
espacios verdes y la "única alternativa es que el área del
aeropuerto se destine para la construcción de parques de
recreación y deportes".
"Quito se merece un trato mejor, al igual que las demás
capitales del mundo que se preocupan por dar mayor preferencia
a los espacios verdes", puntualizó. Moreira criticó la forma
como la DAC piensa financiar, en un 30 por ciento, la
construcción del nuevo aeropuerto con la venta de 89 hectáreas
de terreno. "Ese porcentaje es demasiado bajo para tal
financiamiento, frente al gran costo social que significaría
perder la oportunidad histórica de poseer un nuevo parque
urbano" comentó. El presidente de los arquitectos demandó del
Municipio la obligación y el compromiso de tener en sus manos
los terrenos del actual aeropuerto.
Por su parte, Gonzalo Bustamante subdirector de Planificación
del Municipio coincidió con la propuesta del Colegio de
Arquitectos de mantener el área del aeropuerto para
transformarla en parque de recreación."El problema del Cabildo
es resolver el impacto de tipo ecológico que causará la
construcción del aeropuerto nuevo en la región de Tababela y
Puembo", explicó.
Una ciudad que se asfixia
"La ciudad de Quito se asfixia por la falta de espacios
verdes, debido al exagerado crecimiento poblacional y al
aumento de la contaminación del medio ambiente", sostuvo en
cambio el representante de la Fundación Natura, Rafael Vélez.
Desafortunadamente a los quiteños nos han obligado a creer que
todo el maravilloso entorno paisajístico como el Pichincha, el
Itchimbía, el cerro de Monjas constituyen nuestro espacio
verde, pero resulta que son de goce visual y nada más, expresó
Vélez.
Vélez reiteró que es obligación del gobierno y del Municipio
defender la propuesta que plantea el Colegio de Arquitectos de
transformar el aeropuerto Mariscal Sucre en parque
recreacional para beneficio de todos los ciudadanos.
Uno de los principales problemas de la ciudad de Quito es, sin
duda, el alto crecimiento de su población urbana que de aquí
al año 2020 sobrepasará los tres y medio millones de
habitantes.
Esto traerá consigo un aumento de la contaminación y un
decrecimiento ecológico que ocasionará un deterioro en la
calidad de vida de los quiteños.
Datos recientes de la revista "Urbiquito", publicada por el
Municipio, señalan que el rápido crecimiento de la población,
combinado con la expansión espontánea y desordenada de las
áreas urbanas, representa un reto para el desarrollo y
conservación del medio ambiente.
La ciudad de Quito posee una superficie aproximada de 20 mil
hectáreas, pero también un déficit de espacios verdes.
En 1980 el Plan Quito detectó un déficit de áreas verdes de
4,20 metros por habitante, cifra que aumentó en 1988 a los
5,16 metros por habitante. (C-8)
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