Argentina sería declarada en default (moratoria) ante la resistencia del presidente Néstor Kirchner de afrontar un vencimiento de $2 900 millones con reservas del Banco Central. Ayer por la tarde, anunció oficialmente que no pagará la deuda.
El plazo para el pago al Fondo venció ayer, sin embargo los analistas pronostican que la aplicación de las sanciones se daría en aproximadamente 30 días.
Si bien en la formalidad deberán pasar algunas semanas hasta que el organismo declare en cesación de pagos a Argentina, será la primera vez que el país se retrase con ese organismo.
En una audaz decisión del Gobierno en la pelea con el FMI, Kirchner ordenó congelar los depósitos que estaban disponibles para cubrir el vencimiento.
El ministro del Interior, Aníbal Fernández, lamentó que los argentinos les estuvieran "volviendo locos por el día de hoy", cuando hay 30 días para acordar con el FMI antes de entrar técnicamente en default.
La negativa de Kirchner se da ante la falta de un pronunciamiento del Fondo Monetario Internacional para la firma de una Carta de Intención que permita prorrogar vencimientos por tres años, los que hasta fines de diciembre representarían $ 6 200 millones.
El escollo para llegar a un acuerdo es el alza de tarifas de servicios básicos privatizados que en su mayoría han sido concesionados a empresas alemanas, españolas, francesas e italianas.
El mandatario argentino no cede a todas las imposiciones del Fondo, ya que no quiere poner en cuestión la recuperación económica y el actual ritmo de crecimiento del 6% anual de la economía y no perder el apoyo popular del que goza (75%).
El ministro del Interior, Aníbal Fernández, según un informe de El País, ratificó que Kirchner "tiene una postura tomada". El mandatario asegura que esta vez Argentina "inició una negociación diferente, sin pedir fondos frescos y aceptando objetivos cumplibles.
Analistas prevén que aún se puede llegar a un acuerdo, ya que el FMI quiere evitar, por indicación de Washington, una nueva crisis financiera que afectaría en primer lugar a Brasil y luego a los mercados internacionales.
Estar en default también le quita a Argentina la posibilidad de actualizar sus créditos con el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo. (MEC)


Dólar estable; caen las bolsas

La moneda argentina no sufrió ayer el impacto de las duras negociaciones entre el Gobierno y el FMI, al cotizarse a 2,97 pesos por dólar, el mismo nivel que el lunes.
El índice Merval, por su parte, cerró la rueda de ayer con una baja de 3,66%, ubicándose en 727,33 puntos.
Durante la jornada, los operadores estuvieron expectantes al avance en las negociaciones con el FMI.
"Si bien no se vio pánico, se vio que dejó de entrar plata al mercado", comentó Juan Nápoli, de Nápoli Sociedad de Bolsa.
El analista calificó la jornada como "previsible" en función del impago del vencimiento que el Gobierno tenía con el FMI. (AFP)


Aumento de tarifas, escollo del acuerdo

Para llegar a un acuerdo, el FMI reclama a Argentina cumplir tres puntos:
1.- Aumento progresivo del superávit fiscal primario en 2004 y 2005. Se contempla un superávit del 3% para 2004, dejando en blanco la meta para 2005 y 2006.

2.- Compensación extra a los bancos por los depósitos que se vieron obligados a devolver en dólares por decisiones de los jueces a los que recurrieron los ahorradores.
La Cámara de los Diputados aprobó el martes anterior y envió al Senado el proyecto que faculta al Ejecutivo a compensar con $1 000 millones a los bancos por las pérdidas sufridas desde la devaluación del peso en enero de 2002.

3.- Alza de tarifas de los servicios públicos privatizados. Se presiona con un calendario fijo para la elevación. Según un informe de El País, Néstor Kirchner habló directamente con el director del FMI, Horst Köhler, para explicarle que los aumentos dependen de la revisión de los contratos.
El mandatario se resiste a ceder pese a las presiones de España, Alemania, Francia e Italia, y pidió al Fondo que no favorezca a los empresarios con este pedido. (MEC)



"Presidente gaucho actúa de manera irresponsable"

El analista de mercados emergentes del ABN Amro Bank, Arturo Porzecanski, calificó de "irresponsable" la actitud de Néstor Kirchner y dijo que el efecto de la moratoria técnica de Argentina en el resto del continente será restringido.
"Todo el mundo sabe que Argentina tiene problemas serios, es el único país que no está pagando los intereses de los bonos de su deuda pública. El atraso le da una dimensión adicional al problema que ya no es de capital sino de voluntad de pagar. El Banco Central Argentino tiene cerca de $10 000 millones en sus reservas, dinero suficiente para honrar el compromiso con los multilaterales", dice.
El atraso no toma por sorpresa a las economías de la región, pero prende una alerta sobre la verdadera voluntad de pago del país, afirma el analista.
Según Porzecanski, la apuesta de Kirchner es pasar las próximas elecciones provinciales y municipales manteniendo una actitud nacionalista frente al FMI para obtener más votos. Una vez terminados los comicios el presidente argentino cederá a parte de las exigencias del FMI.
"Kirchner tiene un problema muy serio de apreciación de la gravedad del problema en su país, no quiere tomar decisiones impopulares, como sí lo han hecho Uruguay y Ecuador, por ejemplo, para ajustar su economía", añade.
La mayor falta del mandatario, según Porzecanski, es que no está encarando las negociaciones con el FMI con seriedad. "No adopta una actitud seria en relación con sus propios problemas", concluye. (MT)


"Negativa gaucha lleva a una crisis del Fondo"

De paso por Buenos Aires, el economista francés Eric Toussaint, presidente del Comité por la Anulación de las deudas del Tercer Mundo, consideró, en entrevista con el diario Página 12, que Argentina no debe firmar un acuerdo con el FMI, no solo porque ello empeoraría su situación económica, sino porque también provocaría una crisis dentro del organismo financiero internacional, cuya credibilidad está en duda por el “desastre” provocado por sus políticas.
“Hoy, la situación general del FMI es de una fuerte debilidad. Como quedó evidenciado especialmente desde la crisis del sudeste asiático, sus políticas llevaron a los países que las aplicaron al desastre. (...) Con la negativa de Argentina, el Fondo pierde su credibilidad ante otros países endeudados. El apoyo de EEUU al acuerdo indica esta voluntad de mantener credibilidad”, dice Toussaint.
Para él, es falso decir que si Argentina firma con el Fondo eso convencerá a los inversionistas de aumentar sus fondos en el país. “Menos cuando hay una casi recesión a nivel mundial. En todos los países, salvo China, existe una caída tremenda de la inversión extranjera directa y esto no va a ser revertido gracias a un acuerdo con el FMI. La realidad es diferente. No hay que creerles a los que dicen que los inversores están esperando el acuerdo para entrar masivamente a Argentina”, continúa, y concluye: “Lo mejor es no firmar y declarar abiertamente la crisis con el FMI para obligarlo a replantear completamente sus políticas”. (PBM)
EXPLORED
en Ciudad QUITO

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