Quito (Ecuador). 19 nov 95. Parecería que en nuestro país es
más importante evadirse de la realidad que salvar vidas.
Solamente así se explica que, a cualquier hora de la noche,
estén abiertas más licorerías que farmacias.

En las dos grandes ciudades del país, el día Viernes los
hospitales se llenan de heridos, atropellados, muertos;
víctimas de alguna manera del alcohol.

Casi todos los días vemos en la prensa fotos de accidentes de
tránsito provocados por conductores en estado de embriagues.
Mientras en otros lugares la policía vigila severamente a los
conductores para que no beban cuando van a manejar, en nuestro
Macondo grupos de personas venden cervezas en los accesos a
las principales autopistas a vista y paciencia de las
autoridades.

Si hiciéramos números, veríamos que el tránsito descontrolado
y el alcohol son dos de las causas más frecuentes de muerte
entre los ecuatorianos. Sin embargo, en el Congreso duerme la
nueva ley de tránsito sin que ningún defensor del pueblo logre
que se apruebe y nadie hace nada para que exista algún control
sobre el consumo de alcohol.

El control sobre las bebidas alcohólicas es parte del respeto
a los derechos civiles. Suecia, país famoso por su
liberalidad en casi todos los aspectos y por su respeto a los
derechos humanos, es sumamente estricto en lo que a esto
respecta. Las bebidas se venden solamente en determinados
sitios y en horarios más restringidos que en cualquier otro
país del mundo. En muchos otros países desarrollados, las
normas son semejantes. No se puede vender alcohol después de
determinada hora. Se considera que así se protege los
derechos del conjunto de la colectividad y de los propios
usuarios que a esa altura de la noche suelen esta fuera de sí.

Hay temas en que una inmensa mayoría de la población está de
acuerdo sin que esto les lleve a luchar activamente por ellos.
En principios, quienes pertenecemos a la minoría de
"informados", "intelectuales", estamos vinculados de una
manera u otra al mundo de la bohemia y percibimos con más
dificultad la opinión de esa "mayoría silenciosa" en este
tema.

El hecho es que nueve de cada diez ciudadanos en Quito y
Guayaquil creen que debería prohibirse la venta de bebidas
alcohólicas y deberían cerrase cantinas y discotecas a partir
de determinada hora de la noche.
Una medida en este sentido tendría el total apoyo de la
población.

En cuanto a la venta de bebidas alcohólicas en las entradas de
las autopistas hay casi una unanimidad. El 97% de quiteños y
de guayaquileños dice que debería prohibirse.

Hay pues clara conciencia del peligro que supone la venta de
bebidas alcohólicas, particularmente en esos sitios. Porqué
no se hace nada para impedirlo.

Los grupos defensores de los derechos ciudadanos en nuestro
país son casi inexistentes y están totalmente politizados.
Frente a algunos problemas asoman grupos que hablan de
derechos civiles, pero desde una óptica eminentemente
política. Están realmente más interesados en "oponerse a la
derecha", "defender a la izquierda" o en desquitarse de algún
oligarca que en la causa que invocan.

No hay grupos que defiendan realmente los derechos de los
ciudadanos y la mayoría de los partidos políticos están
demasiado distraídos jugando a la política como para
preocuparse de cosas tan pequeñas como la vida y el bienestar
de la gente.

Drogas o alcohol

En parte porque es un problema grave del país, en parte porque
así lo quieren países más importantes que nos imponen sus
políticas, el tema de las drogas ha tomado gran importancia en
la opinión pública.

Preguntamos a los encuestados cuál problema es más grave en la
juventud: las drogas o el alcohol.

En Quito el 61% y en Guayaquil un 50% cree que ambos son
problemas igualmente graves. Los que creen que las drogas son
un problema más grave son un 26% en Quito y un 46% en
Guayaquil. Los que creen que el alcohol es mas grave son 13%
en Quito y 3% en Guayaquil.

Las cifras nos dicen la importancia que la población concede
al tema del alcohol. Para la mayoría de los ciudadanos de
ambas ciudades es algo al menos tan grave como el uso de otras
drogas.

Cuando en varios artículos hablamos del divorcio de la mayoría
de los políticos con los ciudadanos, nos referimos a temas
como este.

Mientras los electores están inquietos porque su vida está
amenazada permanentemente por un tráfico anárquico, por un uso
indiscriminado del alcohol, muchos políticos nos hablan solo
de cosas que tiene que ver con su egolatría, sus problemas,
sus ambiciones. El mundo gira en torno a ellos y no en torno
a las necesidades de la gente.

Ralph Murphine, uno de los consultores políticos más serios
del mundo, dice que el candidato consigue votos cuando habla
de los problemas en que piensa el ciudadano común cuando se
afeita a la mañana.

Ciertamente el tema del alcohol y la seguridad están más
presentes en la mente de esos ciudadanos que el de los
microfilmes y la mayoría de las preguntas de la próxima
consulta.

Debe prohibirse la venta de alcohol a partir de determinadas
horas de la noche?

SI NO

Quito 88 12
Guayaquil 89 11

Deberían cerrar las discotecas y cantinas desde determinadas
horas de la noche?

SI NO

Quito 88 12
Guayaquil 88 12

Qué problema es más grave en la juventud actual: al alcohol o
las drogas?

Quito Guayaquil

El alcohol 13 3
Las drogas 26 46
Ambos 61 50
Ninguno 0 0

(Diario HOY) (6A)
EXPLORED
en Ciudad Quito (Ecuador)

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