Quito. 28 may 2001. Los márgenes de ganancia de las tiendas de ropa
llegan al 250%.

¿Lo nacional o lo importado? Son muchos los factores que inclinan la
respuesta hacia lo segundo. El aumento de los precios de las prendas
manufacturadas localmente y la alta utilidad que genera al comercio de
ropa traída expresamente desde el exterior son algunas de las causas.
Marcas como Guess, Polo, Ralph Lauren, The Limited y Banana Republic son
muy solicitadas por consumidores de la clase media y alta, pero en el
mercado nacional los precios son sumamente elevados.

Un jean de la marca Guess cuesta en Estados Unidos USD 34.99, mientras en
los centros comerciales del país el mismo pantalón vale USD 89. Un lujo
demasiado caro Sin embargo, los márgenes de utilidad de los almacenes
hacen que las compras de ropa en el Ecuador hayan pasado de una necesidad
a constituirse en un "verdadero lujo", incluso para personas de estratos
económicos altos. Afirman que adquirir vestimenta en Guayaquil es
"regalar el dinero" a los comerciantes, cuyos márgenes superan en muchos
casos, el 200 %. Eso sucede con los vestidos DKNY, que aquí cuestan 350
dólares, mientras en Estados Unidos tienen un valor de USD 80. Los
precios exagerados que cobran actualmente las boutiques ecuatorianas
obliga a que muchos clientes de altos ingresos viajen al exterior a
realizar sus compras para todo el año.

Opciones para todo bolsillo Antes de la dolarización era menos oneroso
vestirse con relativo gusto y marca. Si se comparan costos y ganancias,
los compradores ven afectados sus intereses por la proliferación de
tiendas que se dedican a la importación de prendas, en las que no existe
la mínima consideración. Aunque la imitación también entra en juego, la
marca Tommy Hilfiger, por ser una de las favoritas de los jóvenes, se ha
convertido en objeto de malas imitaciones. Por ejemplo, un jean de esta
firma, auténtico, cuesta en tiendas autorizadas USD 135. Uno "clonado" en
la Bahía vale USD 30, lo cual representa un ahorro superior a USD 100
para el comprador. Otra opción es la ropa elaborada por artesanos
ecuatorianos, que tiene gran acogida.

Primero por los precios. Una camisa se fabrica por seis dólares,
incluyendo las telas para la confección. La misma prenda se la consigue
en los almacenes en USD 25. Segundo, la comodidad. Los sastres y
costureras confeccionan la ropa dependiendo de los gustos, colores y
medidas del cliente. Los agentes de compras de los grandes almacenes
opinan que la ropa made in Ecuador no tiene la misma acogida que las
prendas importadas. La diferencia de precios es de apenas un 10%, lo que
provoca un masivo consumo hacia la elaborada en el exterior. Además, los
márgenes de utilidad que se obtienen con las importadas superan los
obtenidos con las prendas de manufactura nacional. Se calcula que las
ganancias, para estos casos, exceden el 15%.

Incentivos para el negocio

Los excesivos márgenes de utilidad que se obtienen en la venta de ropa
han atraído a una gran cantidad de inversionistas en este sector.
Importan del extranjero cargamentos valorados en miles de dólares para
ser negociados localmente. Las cifras reportadas durante el año 2000
hablan por sí mismas. Tan solo en lo que se refiere a camisas de hombre
se introdujo al país aproximadamente u millón seiscientos mil dólares,
procedentes primordialmente de Panamá, Colombia y China. Colombia también
aparece como uno de los principales proveedores de accesorios de cuero,
junto con Estados Unidos. Esta categoría alcanza los USD 261,000, de los
cuales USD 139,000 corresponden a la importación de cinturones. Una de
las prendas más usadas por la población ecuatoriana es la camiseta de
hilo. Tal vez esto explique los USD 3 millones que generaron las compras
al exterior. Pero ninguna vestimenta estaría completa sin un par de
zapatos que vayan con el traje apropiado.

Este artículo significa USD 19.2 millones en importaciones desde los
Estados Unidos, China, Brasil y Panamá, según cifras del Banco Central
del Ecuador. Dicha cantidad no causa sorpresa si se constata la cantidad
y variedad de establecimientos dedicados exclusivamente a la venta de
todo tipo de calzado. Frente a estos montos, los pequeños empresarios
encuentran un incentivo para dedicarse a esta actividad. El número de
tiendas de ropa crece cada día más, incluso negocios informales dedicados
a la reventa. Ya sea ropa de diseñador, de marcas conocidas, desconocidas
o meras imitaciones, el hecho es que nadie se encuentra exento de
realizar un gasto considerable cada año bajo este rubro. Algunas
encuestas señalan que las familias de ingresos medios altos y altos
asignan un 40 % de su presupuesto a la compra de vestuario y las de
recursos medios, un 20 %. (Texto tomado de El Expreso)
EXPLORED
en Ciudad Quito

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