Quito. 19.10.94. Esta es la segunda reunión del Consejo de
Turismo de la Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI)
desde su creación en 1989 en Montevideo. Desde el pasado lunes
está reunida en Quito, para evaluar el Plan de Acción de Turismo
de la ALADI y definir las directrices que orientarán los trabajos
de la Asociación en materia de promoción, facilitación y
capacitación turística. Ministros y directores de las entidades
de turismo de once países (Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia,
Chile, Ecuador, México, Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela)
decidirán respecto a las políticas que cada uno de los estados
seguirán respecto a un proyecto común.

Dentro de este marco, el ministro ecuatoriano de Información y
Turismo, Armando Espinel, propone llevar la integración de los
países miembros hacia la promoción conjunta de sus destinos
turísticos, ya sea como América Latina en general o por
subregiones. La forma es la que los operadores turísticos llaman
"paquete". Esto significaría vender Latinoamérica o grupos de
países con varios lugares, de distinto género incluidos y
emprender acciones concretas para poner en marcha la "gran
campaña de promoción que el continente necesita".

Las razones detrás de este planteamiento responden a la escasez
de fondos para la promoción turística dentro de la región. En
opinión de Espinel, "los países miembros de ALADI y en general
los de América Latina gastamos mucho dinero en promoción y
hacemos esfuerzos a veces superiores a nuestras posibilidades".
Sin embargo, el Ministro considera que los recursos destinados a
la promoción no son suficientes para captar mercados tan grandes
como Japón o Estados Unidos.

Según la propuesta ecuatoriana, las subregiones podrían ser
agrupadas en Norte (México, Centro América y El Caribe, Venezuela
y Ecuador) y Sur (Perú, Bolivia, Chile, Paraguay, Brasil, Uruguay
y Argentina). Para hacer operativa esta propuesta, se necesitaría
una sede rotativa que mantendrá sus organismos de secretaría y
los que fueren creados por decisión de los ministros, bajo la
coordinación de la Secretaría General de la ALADI.

A pesar de que esta es una propuesta para los miembros de ALADI,
no se excluye la posibilidad de que otros países de la región se
unan a este proyecto.

"Es viable, pero quizá no estemos muy maduros para eso y quizá no
sea un camino necesario", asegura Antonio Antunes, secretario
general de la ALADI, con respecto a vender América Latina como un
paquete. Antunes es partidario, más bien, de crear circuitos
turísticos que impliquen rutas ligadas por el interés del tipo de
turismo y de turistas. Por ejemplo, una ruta para el turismo de
negocios, otra para el ecológico, para el de diversiones, etc.

"Los circuitos de turismo harían que el viajero no venga a un
país, sino que con una cuota más pueda completar su visión de
América Latina o del grupo de países. Eso beneficia tanto al
primer país de destino como al último en ser visitado. En
consecuencia, mejora la eficiencia y el atractivo para el turista
de fuera de la región", piensa Antunes.Estrategias de integración

Para el Secretario General de la ALADI, hay varias acciones que
deberán ser tomadas en cuenta antes de proponerse recoger los
frutos de estos acuerdos, empezando por plantearse qué tipo de
turismo se ofrecerá, identificar la imagen con la que llegaremos
al mundo. "Es tiempo de vender nuestra cultura mestiza,
particular; y las riquezas naturales".

Hay que hacer esfuerzos de infraestructura tanto turística como
de servicios generales; emprender grandes campañas de publicidad;
y establecer normas comunes. "Necesitamos que los gobiernos, cada
vez más, tengan una orientación muy profesional para que se
realicen trabajos específicos de concientización de los pueblos y
de los gobiernos acerca del valor y del poder de la industria
turística, además de los legales, reglamentarios, de facilitación
y los de ejecución de planes y programas pilotos experimentales
concretos que cada país miembro aporte para la promoción y
realización conjunta", opina Espinel.

Antunes, por su parte, añade la necesidad de cooperación en otros
aspectos, como el de instrucción, "pues hay países que tienen una
capacidad mayor de entrenar personal, de formar agentes de
turismo y personal idóneo, con lo cual se ganaría en economía y
calidad. Además, hay que crear facilidades respecto a los
controles aduaneros." El mejor momento

Todo parece indicar que este es el momento propicio para pensar
en acuerdos turísticos de gran alcance y con altas probabilidades
de efectividad. El ministro Espinel recuerda que en la reunión de
Uruguay hace cinco años, se tomaron decisiones muy importantes
para impulsar la actividad turística, pero faltaba la decisión
política de los gobiernos. Ni siquiera existían ministerios
especializados en el ramo, ni personas especialistas al frente de
las instituciones encargadas.

Para entonces, el turismo no generaba las expectativas económicas
que hoy presenta; y, por tanto, los gobiernos no la consideraban
prioritaria. Por el contrario, actualmente, no hay organismo
subregional que no incluya entre sus planes de desarrollo ni en
sus agendas de trabajo el tema de integración turística.

"EL ORIGEN DEL PROBLEMA SON LOS FONDOS"

Si se toman en cuenta las cifras que dicen que apenas el 2 por
ciento de los turistas estadounidenses vienen a América Latina,
pensar en una campaña agresiva para atraer las miradas del mundo
a la región es prioritario.

Varios de los miembros del Consejo de Turismo reunido en Quito
comparten la idea, entre ellos, Ricardo Rojas, ministro de
Turismo de Bolivia, para quien no puede haber mejor momento,
porque las políticas son mucho más liberales en materia de
cooperación; incluso, habla de una reunión con el presidente
norteamericano, Bill Clinton, planificada para diciembre de este
año, en cuya agenda consta como tema central el incremento del
flujo turístico entre el norte y el sur del continente.

"El origen del problema son los fondos. Nunca tenemos los
suficientes como para promocionarnos en la intensidad que esta
actividad requiere. Los ministros de turismo debemos convencer a
los gobiernos y a los pueblos de que el turismo es importante
para el desarrollo de nuestros países y que necesita ser
promocionado como cualquier otro producto que quiere ser
vendido", afirma.

Para Rojas, el turismo es una actividad que permite que el
crecimiento humano vaya a la par que el económico, eso significa
que la riqueza generada se distribuye más equitativamente dentro
de la población porque en este proceso intervienen muchos
sectores sociales.Al analizar el futuro turístico de América
Latina, el ministro boliviano no duda en asegurar que la opción
es el ecoturismo ya que nuestros países poseen esencialmente
atractivos naturales y culturales. Entonces, un turismo masivo no
sería el más conveniente. "Debemos resaltar nuestra diferencia".
(SUPLEMENTO CRUCERO) (4-5)
EXPLORED
en Ciudad N/D

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