Quito. 11 ago 99. Columnas de las Farc y el ELN asentadas a pocos
kilómetros de la frontera se movilizan en pequeños grupos armados
a la provincia de Sucumbíos. Ahí se entrenan, compran material
bélico, descansan y cobran "peaje" a los narcos y a los
ecuatorianos

Su incursión se da sin un solo tiro porque no quieren enfrentarse
con los militares ecuatorianos y perder su sitio de descanso y
negocios. El intercambio comercial es tan alto que los pobladores
los ven con afecto y hasta los apoyan.

Ecuador tiene una línea de frontera con Colombia, de 586
kilómetros. Hasta la década de los 80 se consideraban zonas de
alto riesgo a las provincias de Esmeraldas y Carchi, ubicadas
frente al departamento de Nariño, donde las Farc (Fuerzas Armadas
Rebeldes Colombianas), la mayor fuerza guerrillera colombiana,
tenía una gran actividad. Repelidas por los miláares de su país,
dejaron ese suelo que fue ocupado por otra fuerza guerrillera,
el ELN (Ejército de Liberación Nacional), de menor número, pero
no por ello menos importante. Debido a que el gobierno colombiano
no les incluyó en su proceso de pacificación, el ELN se volvió
más violento. Sin embargo, no se ha conocido que este grupo
hubiese efectuado incursiones a suelo ecuatoriano.

El ELN también tiene cerca a Ecuador una columna (las columnas
son de 120 a 150 hombres), pero la fuerza principal en este
territorio colombiano, son las Farc. Allí está el Bloque Sur que
tendría 22 frentes con 2.600 combatientes. Como su jefe se
identifica a Milton de Jesús Tonsel Redondo, alias Joaquín Gómez.

Casi sobre la línea fronteriza con Ecuador tiene las columnas 2,
32 y la 48 reforzadas por las columnas 36 y 49. Las tres
primeras, debidamente armadas tienen unos 500 hombres.

El departamento de Putumayo está localizado frente a la provincia
ecuatoriana de Sucumbíos. Sus 63.465 habitantes están dedicados
principalmente a la agricultura y el comercio que fue activado
desde la década de los 70, luego de que se instalara la
infraestructura petrolera más importante del estado ecuatoriano.

ESTRATEGIA MILITAR

Por conversaciones con militares ecuatorianos consultados por
Vistazo, se llega a la conclusión de que las Farc acrecentaron
su presencia en el Putumayo a comienzos de 1990.

¿Por qué se da esta presencia de las Farc? Por estrategia militar
y económica. En lo militar, los objetivos principales son:
extender su dominio territorialy tener a Ecuador como un suelo
de paz y libre para múltiples usos. Lo último se confirma con lo
que está sucediendo. Por testimonios de militares y civiles, se
conoce la forma de operar de los guerrilleros. Luego de una
batalla y perseguidos por los militares colombianos, se repliegan
hacia Ecuador donde reciben atención médica, descansan, se
reabastecen de alimentos, de material bélico, principalmente
municiones y regresan al lugar de batalla. Ellos son atendidos
por otros guerrilleros que simulando ser migrantes campesinos,
se asentaron en territorio ecuatoriano. Estos campesinos
guerrilleros constituyen a la vez una fuerza de reserva. Tienen
enterradas sus armas y el momento que reciben una orden superior,
las desentierran y van al frente a luchar. Pelean y regresan a
sus aparentes actividades agrícolas. Ellos también se encargan
de cubrir las actividades de entrenamiento que se están
realizando en suelo ecuatoriano, especialmente en la zona
selvática que bordea el río Pucachi.

En un operativo que realizaron militares ecuatorianos por esa
zona, en marzo pasado, descubrieron vestigios de base de
entrenamiento guerrillero en Zancudo, Río Ocano, Chanangue, Santa
Rosa. En la zona hubo sembríos de coca y algunos laboratorios.
Últimamente los narcotraficantes habrían instalado allí grandes
almácigos de este vegetal y algunos laboratorios.

¿Por qué los militares ecuatorianos no los descubrieron a tiempo?


Primero, por falta de recursos y segundo por la habilidad y
estrategia operativa de los guerrilleros.

Luego de la firma de la paz con el Perú y ante la nueva amenaza
que se presentaba en el norte, los militares ecuatorianos
reforzaron el Batallón 19 Napo, el mayor de la zona. A lo largo
de la frontera con Colombia ahora operan 5.000 hombres -25% de
la fuerza armada ecuatoriana-, según lo han dicho el ministro de
Defensa José Gallardo y el comandante en jefe de las Fuerzas
Armadas, Carlos Mendoza. Aparen- temente, son bastantes los
militares en vigilancia, pero en el enfrentamiento con la
guerrilla tienen dos desventajas: "Los chicos del monte", como
les llaman a los subversivos, se mueven con mucha habilidad en
la selva y usan como estrategia una rotación permanente. "Ellos
saben que si se quedan más de 30 días, les caemos encima", nos
dijo una fuente. Se han dado casos en que los han descubierto
pero los guerrilleros huyen sin lanzar un tiro y se pierden en
el monte. "Evaden enfrentarnos porque están conscientes que al
iniciarse una batalla formal, perderían su territorio de
descanso".

Por la estrategia y el alto costo que significaría jugar al gato
y al ratón, nuestros militares prefieren actuar sobre la base de
informaciones de inteligencia militar colombiana y datos
proporcionados por la población.

ESTRATEGIA ECONÓMICA

En el Trapecio Amazónico que forman Ecuador, Colombia y Perú los
narcotraficantes tienen una gran actividad. En el lado
ecuatoriano, más que cultivos se da un gran tráfico de
precursores químicos y la elaboración de la pasta de cocaína.

Con la Perestroika, los países socialistas y comunistas casi
desaparecieron y los pocos que quedaron están en bancarrota,
incapaces de financiar guerrillas. Entonces, los grupos
subversivos asimilaron la teoría neoliberal de la autogestión y
recurrieron al manantial delictivo para financiar sus
operaciones. A los narcotraficantes y ciudadanos comunes que
habitan en sus zonas de operación, les cobran "vacunas", tasas,
impuestos, peajes. En 1998 se calcula que las Farc obtuvieron por
coerción, robos y asaltos un total de 300 millones de dólares.

Extendieron a Ecuador este negocio, aseguran las fuentes
militares. Los guerrilleros tienen sus puestos de peaje flotantes
-los hacen funcionar en rutas donde ven que no hay presencia
militar- en los que registran a los transeúntes, les piden sus
datos personales, el lugar de residencia, actividad a la que se
dedican, y les cobran el peaje. A esos datos les darían uso
múltiple. Les sirve para cobrar en su casa el peaje a quienes lo
están evadiendo y posiblemente también para extorsiones, aunque
no hay denuncias, "no porque no haya, sino porque la gente tiene
miedo".

Para los habitantes de una zona olvidada por todos los gobiernos,
donde el movimiento comercial es limitado, la llegada de los
guerrilleros ha sido como la caída de un dios en plena selva.

Tienen a quien vender sus productos, pueden hacer con ellos
trabajos clandestinos muy rentables, como la venta de material
bélico. Es decir, el círculo se cerró a su favor porque antes su
relación era solo con los narcotraficantes que les daban opción
a mejorar sus ingresos contratándoles para traficar químicos y
droga, producir algo de coca, secar su hoja, laborar en sus
"cocinas" o laboratorios.

Por esta gran relación comercial, hay un creciente e
impresionante apoyo de la población de Sucumbíos a los
guerrilleros. Está entre el 0.5% y 25% en las poblaciones Baeza,
El Chaco, Lumbaqui, El Dorado de Cascales, Santa Cecilia, Lago
Agrio, Dureno, Chiritza, Tarapoa, Palma Roja y Sansahuari. En El
Afilador, población ecuatoriana a pocos kilómetros al norte de
Lago Agrio, ese apoyo es alarmante, se ubica entre el 25 y 60%.

Es decir, más de la mitad del pueblo apoya a los guerrilleros.
Este porcentaje de apoyo es igual al que reciben en las
poblaciones colombianas asentadas a las orillas de los ríos San
Miguel y Putumayo: La Bonita, Santa Rosa, Bermeja, Balastra,
Teteye o Tetetes, Coembí, Santa Elena, Piñuña Blanca, Piñuña
Negra, Peña Colorada y Putumayo.

Lo que sucede en El Afilador, preocupa al gobierno ecuatoriano.
Podría extenderse. Por eso la decisión militar de ampliar la
vigilancia que iría acompañada de acciones sociales, como la
atención vial, de salud, educación, etc., para mejorar las
condiciones de vida de la población y evitar la tentación de
ampliar su nexo con la guerrilla. Y se teme, además, la embestida
de paramilitares para destrozar a los simpatizantes de la
guerrilla. Los paramilitares aparecieron en el espectro de la
violencia colombiana, como los protectores de los hacendados,
primero, y después de los narcotraficantes extorsionados por los
guerrilleros. Por eso atacan a los subversivos y a quienes
colaboran con ellos. De darse enfrentamientos de esa naturaleza
en territorio ecuatoriano, el conflicto colombiano se
regionalizaría.

ACCIÓN INTERNACIONAL

Colombia tiene un problema interno gigante. El 40% de su
territorio está en poder de la guerrilla. Incluso le ha entregado
para su administración algunos municipios. Este "despeje", como
llaman ellos, fue una concesión del gobierno de Pastrana para
llegar a un acuerdo de paz que sería una solución. Además, es la
sede de los carteles del narcotráfico más poderoso de América y
el mundo. En el medio están los paramilitares que quieren hacer
la justicia a su manera.

Desde fines de 1998, Estados Unidos ha mantenido diálogos
frecuentes con los gobiernos de Colombia, Ecuador y Perú, en
busca de acciones concretas.

Estados Unidos es el mayor consumidor de droga en el mundo, seis
por ciento de su población, según el general Barry McCaffrey, el
zar antidrogas, quien estuvo recién en Quito analizando con el
Gobierno la manera de intensificar la lucha contra el
narcotráfico. Desde febrero de este año consiguió que se le ceda
la base aérea de Manta para operaciones de sus aeronaves que
cuentan con equipos sofisticados para efectuar aerofotografías
que, más la ayuda de satélites, permitirán conseguir una
información amplia sobre las actividades de los narcotraficantes
en suelo ecuatoriano. Estos datos serán intercambiados entre los
dos países y Colombia. Inicialmente se prevé que trabajará un
equipo de 12 personas con hasta cinco aeronaves.

Como el narcotráfico es un siamés de la guerrilla que tiene bajo
amenaza a varios países, se creía que Estados Unidos tenía en
mente proponer un ataque armado multiregional contra esos dos
grupos colombianos. Pero McCaffrey fue claro en decir que eso no
va a suceder. Eso coincide con la oposición a esa idea que
manifestaron los gobiernos de Perú, Brasil y Ecuador. Por lo
tanto, el desafío actual es generar ideas para acabar el problema
sin más violencia.

Testigo de secuestros y asesinatos guerrilleros a sus familiares,
Carlos Cas-taño apareció en la década del 80 como otro
contribuyente a la violencia en Colombia. En 1982 formó con su
hermano Fidel las Autodefensas de Urabá y en junio de 1997, las
Autodefensas Unidas de Colombia, AUC, con una estructura orgánica
similar a la guerrillera. Su ideólogo, Carlos, se convirtió en
jefe máximo. Ahora tiene 20 frentes, cada uno entre 100 y 150
hombres.

Nacieron para proteger a cambio de una contribución generosa a
los hacendados, después a los narcotraficantes extorsionados por
la guerrilla, y últimamente, a hombres de negocios. Este grupo
también ejercería la función de informante de los militares
colombianos. Sin embargo, su función no es solo esa, sino
enfrentar a la guerrilla. Se ha dedicado a eliminar a sus
miembros y a quienes los apoyan, así como a interrumpir caminos
de abastecimiento bélico. Por eso bajaron al sur de Colombia,
para disputarles a las Farc ese espacio geográfico, especialmente
los departamentos de Meta, Guaviare, Putumayo y Caquetá. Como se
conoce que el centro de abastecimiento y "descanso" guerrillero,
es Ecuador, existe el temor de que Castaño opte por cortar ese
cordón umbilical, incluso ingresando a suelo ecuatoriano.

A raíz del asesinato del líder liberal, Eliécer Gaitán, en abril
de 1948, todas las organizaciones obreras y campesinas de
influencia comunista comenzaron a ser exterminadas. La respuesta
fue la "autodefensa" impulsada por el Partido Comunista. Esa es
la raíz del movimiento guerrillero colombiano.

A fines de 1965, las guerrillas móviles y organizaciones
campesinas hicieron la "Primera Conferencia Guerrillera" y
formaron el "Bloque Sur", que en 1966 se constituyó en las
Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc) que
posteriormente agregaron la sigla EP (Ejército del Pueblo).

Como su jefe apareció Manuel Marulanda Vélez, "Tirofijo" que por
años se convirtió casi en una leyenda, hasta recién, cuando dio
el rostro para iniciar las conversaciones de paz. Las Farc
tendrían en toda Colombia, 61 frentes con 15.000 hombres. Se
subdividen en dos comandos y cinco bloques, siendo el oriental,
en el departamento de Cundinamarca, el más importante, con 7.800
hombres. Le sigue Bloque Sur que está frente a Ecuador, Perú y
Brasil con 22 frentes y 2.600 combatientes. Su comandante sería
Milton de Jesús Tonsel Rendondo (a) Joaquín Gómez, de quien aún
no se conoce su rostro.

La moda de la revolución vigente en la década del 60, cambió
algunas sotanas por armas. Fue el caso del cura guerrillero
Camilo Torres, pero el mayor representante de este grupo fue el
cura español Manuel Pérez Martínez, quien, bajo inspiración
cubana, en 1964 creó el Ejército de Liberación Nacional (ELN),
el segundo en influencia en Colombia. Pérez murió recién, por
enfermedad, pero dirigido por Nicolás Rodríguez el ELN sigue muy
activo. Opera a través de los "Grupos Urbanos" y "Núcleos
Guerrilleros". Tiene en toda Colombia 33 cuadrillas, cinco
frentes de guerra, dos núcleos urbanos, dos frentes suburbanos
y nueve frentes urbanos. En el sur, frente a Ecuador tiene tres
cuadrillas rurales, una urbana y una suburbana con un total de
3.400 hombres armados. En los departamentos del sur limítrofe con
Ecuador tiene tres cuadrillas rurales, una urbana y una
suburbana.

Lo alarmante es que la guerrilla se ha ganado a la población. Con
ese apoyo es difícil impedir su avance. (Texto tomado de La
Revista Vistazo)
EXPLORED
en Ciudad Quito

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