Quito. 10 feb 98. La leptospirosis se hizo epidemia. El número
de contagiados aumentó el fin de semana. La cifra oficial es
de siete casos confirmados, pero la cifra de fallecidos se
mantiene en tres.
De los otros cinco fallecidos no se tiene confirmación de cuál
es la causa. Sin embargo otras 22 personas presentaban hasta
ayer un cuadro sintomático similar al mal provocado por la
bacteria leptospira. Esto solo en la provincia del Guayas.
Desde el 29 de enero los casos fueron en aumento. El martes 3
de febrero se dio a conocer oficialmente el número de personas
que presentaban un cuadro viral, acompañado de fiebre, dolores
musculares y articulares, con coloración amarillenta de los
ojos y piel y hemorragias en diferentes partes del cuerpo.
Ayer Ricardo Cañizares, jefe del departamento de Epidemiología
de la Subsecretaría Regional de Salud, anunció que la epidemia
se declaraba oficialmente.
Para hoy a las 15h00 se reunirá en la Subsecretaría del
Litoral el consejo técnico. Ahí se recogerán los datos
oficiales de nuevos casos en las provincias.
Para los próximos días -entre miércoles y jueves- se esperan
los resultados de las muestras que se llevaron a los Centro de
Investigaciones de Enfermedades (CDC, por las siglas en
inglés) de Puerto Rico y de Atlanta, Estados Unidos. Ambos
institutos científicos se encargarán de ratificar el contagio.
El de Atlanta confirmará la leptospirosis, mientras que el de
Puerto Rico, el dengue clásico.
Para el presidente de la Federación Médica Ecuatoriana del
Guayas, Orly Oyague, la emergencia sanitaria es por la falta
de cobertura y continuidad.
Según él, de veintidós casos con síntomas de leptospirosis que
se han reportado, 9 fallecieron. "Esto indica que estamos a
las puertas de una epidemia en conjunto con la presencia de
otras patologías que manifiestan síntomas parecidos: hepatitis
B, dengue, tifoidea, salmonelosis, paludismo o malaria".
Las medidas de control deben mantenerse durante el verano y
con tiempo para desratizar. "Por habitante hay entre 10 y 15
ratas".
Datos de la Federación muestran que El Niño incrementó para
este año la casi nula incidencia del dengue: de 8 casos
semanales en 1997, a 180 casos en lo que va de este año, con
presencia inclusive en específicamente en Loja.
Pero ayer también sorprendió la presencia de la leptospirosis
y el paludismo en Cuenca.El primer caso de la bacteria se
reportó en la clínica Santa Ana. El enfermo de paludismo, en
cambio, llegó al hospital de IESS.
Según Leonardo Alvarado, médico del IESS, ambos pacientes
llegaron desde El Oro. La semana anterior un joven de 17 años
llegó afectado por el paludismo maligno, pero ya está fuera de
peligro
Sin embargo, ayer las dos personas presentaron cuadros de
mejoría. El hospital regional Vicente Corral Moscoso aún no
reportó ningún afectado con estas enfermedades. Para Alvarado,
esta situación pone en riesgo sobre todo a la población
asentada en el valle de Yunguilla. Su clima subtropical es
propicio para la maduración de las bacterias.
Según el veterinario Gustavo Mora, la leptospiras ataca a
todas las especies de sangre caliente. En los caninos se
presenta con vómitos y diarreas sanguíneas. La vacuna sextuple
es el principal mecanismo de prevención, pues la bacteria es
super sensible a los antibióticos y con aplicar las primeras
dosis muere. Pero si el paciente llega demasiado tarde (cuando
su cuerpo está inundado de bacterias) es casi imposible
salvarle la vida. Al parecer, eso pasó con los fallecidos en
Guayaquil, dijo.
El fenómeno El Niño necesitó sólo dos días para volver a poner
en apuros al litoral ecuatoriano. La Defensa Civil volvió a
declarar la alerta roja para las provincias de Manabí, Guayas
y El Oro después de las intensas lluvias soportadas el fin de
semana y parte de este lunes.
El incremento del cauce de los ríos Bucay, Javita, Cañar,
Cerecita y Chacayacu, destruyó dos puentes y colocó en riesgo
a otros dos, en importantes vías de las tres provincias.
El daño mayor se presentó a las 20h00 del domingo en la vía
Naranjal-Balao, que une a las provincias de Guayas y El Oro,
cuando las aguas del río Bucay, a tres kilómetros de la
cabecera cantonal derrumbaron por completo el puente e
interrumpieron el tránsito. La correntada se llevó un puente
matálico (de campaña) que se había colocado por emergencia.
En la vía Naranjal-Puerto Inca, la tarde y noche del domingo
los ríos Cañar y Chacayacu elevaron sus cauces hasta 50
centímetros por encima de la carpeta asfáltica, hasta colocar
en riesgo a los puentes que los cruzan a 10 y 25 kilómetros de
Naranjal. Hasta el mediodía de ayer, el paso vehicular era
restringido.
En Cerecita, en el kilómetro 49 de la vía Guayaquil- Santa
Elena, las bases del puente sobre el río del mismo nombre
fueron afectadas por la fuerte correntada en ambos extremos.
Hasta ayer estaba en riesgo de desplomarse pero el Consejo
Provincial aseguró que hasta este martes podía ser apuntalado.
Por seguridad el tránsito vehicular también fue suspendido.
Aunque al cierre de esta edición un canal de televisión
informó que el puente sobre el río Cerecita se desplomó. El
paso en la vía Guayaquil-Salinas quedó cortado en el kilómetro
50 pasando el puente de Cerecita las intensas lluvias de las
últimas 48 horas erosionaron ambos lados de la carretera
estrechándola hasta imposibilitar el tránsito.
En el cantón Balao la mayoría de las calles y los barrios
populares se encuentra anegada. Un kilómetro más adelante, un
nuevo daño afectó a la vía que une a Guayaquil con la
Península de Santa Elena: la carpeta asfáltica cedió en ambos
lados de la vía, con lo que también se interrumpió incluso el
paso peatonal.
El Austro, ayer amaneció incomunicado con el resto del país.
Dos deslaves bloquearon las vías que conectan con la Costa,
sobre todo Guayas, y con la región norte. El primer
deslizamiento se registró en el sector de Ducur impidiendo el
acceso hacia Guayaquil. El otro se presentó el domingo en el
trayecto entre Chunchi y Alausí; recién ayer al mediodía se
restableció el tráfico vehicular.
El Niño arremete con fuerza contra El Oro y Manabí
El desbordamiento del río Zarumilla provocó los más graves
destrozos en la ciudad fronteriza de Huaquillas. Un 60 por
ciento del sector comercial quedó sumergido. Las pérdidas son
millonarias e incalculables. Decenas de tiendas perdieron sus
artículos y otras se desplomaron. El anegamiento fue evidente
en la avenida La República.
Los comercios de las calles Arenillas, Portovelo y Machala
prácticamente perdieron todo. La Defensa Civil, Cuerpo de
Bomberos y Ejército de Machala, Pasaje y Huaquillas lograron
evacuar ayer a más de 1.000 personas. Otros se movilizaron por
sus propios medios.
Las aguas del río Zarumilla taparon el puente internacional
que tiene ocho metros de alto. El puente sobre el río
Arenillas tiene daños en el estribo y el tránsito se suspendió
hacia Huaquillas.
En Chacras un brazo de mar podría llevarse la carretera si
continúan las precipitaciones. El alcalde Gonzalo Cárdenas
pidió medicinas al Gobierno pues no tienen plata ni para
combustible.
En Manabí las calles y avenidas quedaron a merced de las
aguas. En Portoviejo no hay barrio que se salve de la
arremetida del lodo y agua que baja de las tres colinas que
circundan la ciudad.
La quebrada del estero Monte Santo rebosó hacia los barrios
cercanos, entre ellos, Tulipanes y Pepsi Cola, según Pedro
Jarre, poblador de la zona.
En la ciudadela Portoviejo, Bertha Suárez prefirió recoger un
poco de ropa para ella y sus tres hijos, y salir entre la
gruesa capa de lodo hacia Manta pues ni los albergues se
salvaron del temporal.
El alcalde Guido Alava se declaró impotente ante la magnitud
del problema. Pidió la ayuda privada. Hay peligro de
epidemias.
Entre tanto, las olas -de hasta dos metros- siguen golpeando
las costas de Manabí. Esto es evidente en Crucita, en el sitio
Los Arenales la fuerza de las marejadas destruyó siete radas
donde 300 personas perdieron su sustento.
En Olmedo el río Puca arrasó seis viviendas; en Puerto López,
el río Pital inundó el malecón con lodo y palizada. La vía
hacia Ayambe está interrumpida, al igual que la carretera
Crucita-Portoviejo, Santa Ana-Lodana y, en Junín, en el sitio
Riofrío. Redacciones Manta y Machala
646 evacuados en Milagro
En Milagro, un cantón a unos 50 kilómetros de Guayaquil, las
fuertes lluvias provocaron la inundación en la mayoría de los
barrios. El 95 por ciento de la población se vio afectada.
Desde Guayaquil se trasladaron 125 voluntarios de la Defensa
Civil para atender la evacuación de familias.
Según el último reporte entregado por la jefatura provincial,
se evacuaron a 123 familias, en total, 646 personas, que
fueron alojadas en la escuela 24 de Mayo, la Universidad
Técnica Agraria, en el hospital del IESS (en construcción) y
en un templo evangélico. En Naranjal, 38 voluntarios fueron
movilizados también. Ahí la creciente del río afectó los
recintos Villanueva, Santa Rosa de Flandes y Unión de
Producción Militar.
En Naranjito, las lluvias y fuertes vientos destruyeron 6
casas y provocaron la caída de una torre de transmisiones de
una radiodifusora local de 85 metros de altura. Yaguachi
también se inundó.
En Guayaquil se atendieron llamadas de auxilio en las
ciudadelas Mapasingue, Pradera, Martha de Roldós y Alborada,
en donde los fuertes vientos provocaron la caída de árboles.
Redacción Guayaquil
Otras vías deterioradas
En Esmeraldas * Las últimas lluvias, por ejemplo, causaron
daños. El río Teaone se desbordó e inundó la ciudadela La
Propicia; en el camino vecinal Quinindé-Belén hay un puente
colapsado, y en la vía Tonchigue-Galera-Estero de
Plano-Quingue-Tangariche-San Francisco el tráfico está
restringido por derrumbes y deslaves.
En Manabí* La situación es muy crítica. La vía Tosagua-Calceta
tiene interrupciones por deslaves en los kilómetros 1 y 4. Lo
mismo ocurre en la vía Chone-Flavio Alfaro-El Carmen. En el
sector de Jipijapa-Colimes-La Cadena, el puente Banchal no ha
sido habilitado; aún hay deslaves y derrumbes en el sector de
Los Vergeles en los kilómetros 15.
En Pichincha * Hay 5 puentes colapsados y en el sector de
Valle Hermoso el desbordamiento del río Blanco destruyó varias
casas. Redacción Quito. (Texto tomado de El Comercio)
de contagiados aumentó el fin de semana. La cifra oficial es
de siete casos confirmados, pero la cifra de fallecidos se
mantiene en tres.
De los otros cinco fallecidos no se tiene confirmación de cuál
es la causa. Sin embargo otras 22 personas presentaban hasta
ayer un cuadro sintomático similar al mal provocado por la
bacteria leptospira. Esto solo en la provincia del Guayas.
Desde el 29 de enero los casos fueron en aumento. El martes 3
de febrero se dio a conocer oficialmente el número de personas
que presentaban un cuadro viral, acompañado de fiebre, dolores
musculares y articulares, con coloración amarillenta de los
ojos y piel y hemorragias en diferentes partes del cuerpo.
Ayer Ricardo Cañizares, jefe del departamento de Epidemiología
de la Subsecretaría Regional de Salud, anunció que la epidemia
se declaraba oficialmente.
Para hoy a las 15h00 se reunirá en la Subsecretaría del
Litoral el consejo técnico. Ahí se recogerán los datos
oficiales de nuevos casos en las provincias.
Para los próximos días -entre miércoles y jueves- se esperan
los resultados de las muestras que se llevaron a los Centro de
Investigaciones de Enfermedades (CDC, por las siglas en
inglés) de Puerto Rico y de Atlanta, Estados Unidos. Ambos
institutos científicos se encargarán de ratificar el contagio.
El de Atlanta confirmará la leptospirosis, mientras que el de
Puerto Rico, el dengue clásico.
Para el presidente de la Federación Médica Ecuatoriana del
Guayas, Orly Oyague, la emergencia sanitaria es por la falta
de cobertura y continuidad.
Según él, de veintidós casos con síntomas de leptospirosis que
se han reportado, 9 fallecieron. "Esto indica que estamos a
las puertas de una epidemia en conjunto con la presencia de
otras patologías que manifiestan síntomas parecidos: hepatitis
B, dengue, tifoidea, salmonelosis, paludismo o malaria".
Las medidas de control deben mantenerse durante el verano y
con tiempo para desratizar. "Por habitante hay entre 10 y 15
ratas".
Datos de la Federación muestran que El Niño incrementó para
este año la casi nula incidencia del dengue: de 8 casos
semanales en 1997, a 180 casos en lo que va de este año, con
presencia inclusive en específicamente en Loja.
Pero ayer también sorprendió la presencia de la leptospirosis
y el paludismo en Cuenca.El primer caso de la bacteria se
reportó en la clínica Santa Ana. El enfermo de paludismo, en
cambio, llegó al hospital de IESS.
Según Leonardo Alvarado, médico del IESS, ambos pacientes
llegaron desde El Oro. La semana anterior un joven de 17 años
llegó afectado por el paludismo maligno, pero ya está fuera de
peligro
Sin embargo, ayer las dos personas presentaron cuadros de
mejoría. El hospital regional Vicente Corral Moscoso aún no
reportó ningún afectado con estas enfermedades. Para Alvarado,
esta situación pone en riesgo sobre todo a la población
asentada en el valle de Yunguilla. Su clima subtropical es
propicio para la maduración de las bacterias.
Según el veterinario Gustavo Mora, la leptospiras ataca a
todas las especies de sangre caliente. En los caninos se
presenta con vómitos y diarreas sanguíneas. La vacuna sextuple
es el principal mecanismo de prevención, pues la bacteria es
super sensible a los antibióticos y con aplicar las primeras
dosis muere. Pero si el paciente llega demasiado tarde (cuando
su cuerpo está inundado de bacterias) es casi imposible
salvarle la vida. Al parecer, eso pasó con los fallecidos en
Guayaquil, dijo.
El fenómeno El Niño necesitó sólo dos días para volver a poner
en apuros al litoral ecuatoriano. La Defensa Civil volvió a
declarar la alerta roja para las provincias de Manabí, Guayas
y El Oro después de las intensas lluvias soportadas el fin de
semana y parte de este lunes.
El incremento del cauce de los ríos Bucay, Javita, Cañar,
Cerecita y Chacayacu, destruyó dos puentes y colocó en riesgo
a otros dos, en importantes vías de las tres provincias.
El daño mayor se presentó a las 20h00 del domingo en la vía
Naranjal-Balao, que une a las provincias de Guayas y El Oro,
cuando las aguas del río Bucay, a tres kilómetros de la
cabecera cantonal derrumbaron por completo el puente e
interrumpieron el tránsito. La correntada se llevó un puente
matálico (de campaña) que se había colocado por emergencia.
En la vía Naranjal-Puerto Inca, la tarde y noche del domingo
los ríos Cañar y Chacayacu elevaron sus cauces hasta 50
centímetros por encima de la carpeta asfáltica, hasta colocar
en riesgo a los puentes que los cruzan a 10 y 25 kilómetros de
Naranjal. Hasta el mediodía de ayer, el paso vehicular era
restringido.
En Cerecita, en el kilómetro 49 de la vía Guayaquil- Santa
Elena, las bases del puente sobre el río del mismo nombre
fueron afectadas por la fuerte correntada en ambos extremos.
Hasta ayer estaba en riesgo de desplomarse pero el Consejo
Provincial aseguró que hasta este martes podía ser apuntalado.
Por seguridad el tránsito vehicular también fue suspendido.
Aunque al cierre de esta edición un canal de televisión
informó que el puente sobre el río Cerecita se desplomó. El
paso en la vía Guayaquil-Salinas quedó cortado en el kilómetro
50 pasando el puente de Cerecita las intensas lluvias de las
últimas 48 horas erosionaron ambos lados de la carretera
estrechándola hasta imposibilitar el tránsito.
En el cantón Balao la mayoría de las calles y los barrios
populares se encuentra anegada. Un kilómetro más adelante, un
nuevo daño afectó a la vía que une a Guayaquil con la
Península de Santa Elena: la carpeta asfáltica cedió en ambos
lados de la vía, con lo que también se interrumpió incluso el
paso peatonal.
El Austro, ayer amaneció incomunicado con el resto del país.
Dos deslaves bloquearon las vías que conectan con la Costa,
sobre todo Guayas, y con la región norte. El primer
deslizamiento se registró en el sector de Ducur impidiendo el
acceso hacia Guayaquil. El otro se presentó el domingo en el
trayecto entre Chunchi y Alausí; recién ayer al mediodía se
restableció el tráfico vehicular.
El Niño arremete con fuerza contra El Oro y Manabí
El desbordamiento del río Zarumilla provocó los más graves
destrozos en la ciudad fronteriza de Huaquillas. Un 60 por
ciento del sector comercial quedó sumergido. Las pérdidas son
millonarias e incalculables. Decenas de tiendas perdieron sus
artículos y otras se desplomaron. El anegamiento fue evidente
en la avenida La República.
Los comercios de las calles Arenillas, Portovelo y Machala
prácticamente perdieron todo. La Defensa Civil, Cuerpo de
Bomberos y Ejército de Machala, Pasaje y Huaquillas lograron
evacuar ayer a más de 1.000 personas. Otros se movilizaron por
sus propios medios.
Las aguas del río Zarumilla taparon el puente internacional
que tiene ocho metros de alto. El puente sobre el río
Arenillas tiene daños en el estribo y el tránsito se suspendió
hacia Huaquillas.
En Chacras un brazo de mar podría llevarse la carretera si
continúan las precipitaciones. El alcalde Gonzalo Cárdenas
pidió medicinas al Gobierno pues no tienen plata ni para
combustible.
En Manabí las calles y avenidas quedaron a merced de las
aguas. En Portoviejo no hay barrio que se salve de la
arremetida del lodo y agua que baja de las tres colinas que
circundan la ciudad.
La quebrada del estero Monte Santo rebosó hacia los barrios
cercanos, entre ellos, Tulipanes y Pepsi Cola, según Pedro
Jarre, poblador de la zona.
En la ciudadela Portoviejo, Bertha Suárez prefirió recoger un
poco de ropa para ella y sus tres hijos, y salir entre la
gruesa capa de lodo hacia Manta pues ni los albergues se
salvaron del temporal.
El alcalde Guido Alava se declaró impotente ante la magnitud
del problema. Pidió la ayuda privada. Hay peligro de
epidemias.
Entre tanto, las olas -de hasta dos metros- siguen golpeando
las costas de Manabí. Esto es evidente en Crucita, en el sitio
Los Arenales la fuerza de las marejadas destruyó siete radas
donde 300 personas perdieron su sustento.
En Olmedo el río Puca arrasó seis viviendas; en Puerto López,
el río Pital inundó el malecón con lodo y palizada. La vía
hacia Ayambe está interrumpida, al igual que la carretera
Crucita-Portoviejo, Santa Ana-Lodana y, en Junín, en el sitio
Riofrío. Redacciones Manta y Machala
646 evacuados en Milagro
En Milagro, un cantón a unos 50 kilómetros de Guayaquil, las
fuertes lluvias provocaron la inundación en la mayoría de los
barrios. El 95 por ciento de la población se vio afectada.
Desde Guayaquil se trasladaron 125 voluntarios de la Defensa
Civil para atender la evacuación de familias.
Según el último reporte entregado por la jefatura provincial,
se evacuaron a 123 familias, en total, 646 personas, que
fueron alojadas en la escuela 24 de Mayo, la Universidad
Técnica Agraria, en el hospital del IESS (en construcción) y
en un templo evangélico. En Naranjal, 38 voluntarios fueron
movilizados también. Ahí la creciente del río afectó los
recintos Villanueva, Santa Rosa de Flandes y Unión de
Producción Militar.
En Naranjito, las lluvias y fuertes vientos destruyeron 6
casas y provocaron la caída de una torre de transmisiones de
una radiodifusora local de 85 metros de altura. Yaguachi
también se inundó.
En Guayaquil se atendieron llamadas de auxilio en las
ciudadelas Mapasingue, Pradera, Martha de Roldós y Alborada,
en donde los fuertes vientos provocaron la caída de árboles.
Redacción Guayaquil
Otras vías deterioradas
En Esmeraldas * Las últimas lluvias, por ejemplo, causaron
daños. El río Teaone se desbordó e inundó la ciudadela La
Propicia; en el camino vecinal Quinindé-Belén hay un puente
colapsado, y en la vía Tonchigue-Galera-Estero de
Plano-Quingue-Tangariche-San Francisco el tráfico está
restringido por derrumbes y deslaves.
En Manabí* La situación es muy crítica. La vía Tosagua-Calceta
tiene interrupciones por deslaves en los kilómetros 1 y 4. Lo
mismo ocurre en la vía Chone-Flavio Alfaro-El Carmen. En el
sector de Jipijapa-Colimes-La Cadena, el puente Banchal no ha
sido habilitado; aún hay deslaves y derrumbes en el sector de
Los Vergeles en los kilómetros 15.
En Pichincha * Hay 5 puentes colapsados y en el sector de
Valle Hermoso el desbordamiento del río Blanco destruyó varias
casas. Redacción Quito. (Texto tomado de El Comercio)
Más en el