Quito. 2 feb 97. "Ecuador se está ganando la reputación de tener
una penetrante corrupción".Las palabras del embajador
norteamericano Leslie Alexander no han hecho sino volver públicas
crecientes denuncias, rumores y sospechas. "Yo no revelo ningún
secreto aquí. La actual extorsión rebasa las, usualmente, sólidas
costumbres de corrupción".

Para el embajador norteamericano, tales prácticas amenazaban con
detener las inversiones extranjeras y constituyen un impuesto
escondido que incrementa los costos de los servicios y que
dificulta el ingreso de inversiones extranjeras al país. Entre
los sectores afectados por una "penetrante corrupción", el
embajador mencionó las aduanas.

Dos horas más tarde, el ingeniero Carlos Hidalgo Villacís, hasta
entonces subsecretario de Aduanas, anunció que pediría la
renuncia del todos los funcionarios. Sus palabras se
transformaron en un boomerang y, poco después, era el propio
Carlos Hidalgo quien ofrecía su cabeza.

La moralización de las aduanas fue la primera promesa del
Gobierno y dio lugar al cuestionamiento del sistema de
verificadoras, el apresamiento de dos de sus gerentes y la
militarización de las aduanas.

Sin embargo, la "moralización" naufragó rápidamente en la maraña
de asaltos a contenedores, atraco a las oficinas, denuncias de
coimas en los procesos de desaduanización, la existencia de una
aduana paralela y el incremento del "contrabando".

SOPLA UNA BRISA ENRARECIDA

El 19 de agosto de 1996, a los pocos días de asumir el mandato,
el Gobierno del presidente Abdalá Bucaram Ortíz anunció que
tomaría el látigo moralizador e iniciaría una campaña en uno de
los focos de corrupción del país: las aduanas.

Según el presidente, su decisión tenía el merito adicional de
devolverle al país miles de millones de recursos que, según el
Gobierno, se perdían debido a la evasión fiscal y al fraude.

Una denuncia sobre un ilícito, el ingreso de "gato por liebre",
condujo al presidente de la República a asistir, personalmente,
al Puerto Marítimo para descubrir el "ilícito". El episodio
terminó con una orden precipitada de detención de dos
funcionarios de las verificadoras, una de las piezas claves de
la reorganización aduanera en la administración anterior y un
decreto que obligaba a las Fuerzas Armadas a convertirse en las
garantes de la legalidad del sistema de aduanas.

A través de decreto de estado de emergencia, el Ejército pasó a
controlar que la declaración de los contenedores coincidiera con
el declarado por las verificadoras.

Los jueces, sin embargo, no pudieron iniciar un proceso en
contra de los gerentes de las verificadoras. Los documentos que
fundamentaban la denuncia del presidente eran falsos, pero los
funcionarios pasaron 18 días en prisión. El caso llegó a la
prensa internacional que vio en la medida como uno de los
ejemplos de la arbitrariedad del Gobierno frente a las compañías
extranjeras.

MODERNIZACION A LA ANTIGUA

El 8 de noviembre, a través de una carta del presidente ejecutivo
del Consejo Nacional de Modernización (CONAM), Omar Quintana,
al ministro de Finanzas, Pablo Concha quedó en claro que el
Gobierno pretendía volver al antiguo manejo de las aduanas, con
la contratación de 50 vistaforadores. Esta decisión era tomada
por encima de las expectativas del Banco Interamericano de
Desarrollo (BID), uno de cuyos préstamos era financiado.

El resultado de la "intervención" del Gobierno y de las políticas
de la nueva administración no produjo un nuevo sistema aduanero
sino una mezcla híbrida de las verificadoras y el retorno de los
viejos vistaforadores. Una mixtura que fue duramente cuestionada.

Las nuevas prácticas "modernizadoras" del Gobierno multiplicaron
las denuncias de corrupción en las aduanas. De acuerdo a una
denuncia del diputado Juan José Illingworth, 600 contenedores
-que se evaporaron de las bodegas- fueron desaduanizados
ilegalmente y le causaron un pérdida al Estado de 30 mil dólares.

Las denuncias se sucedieron hasta el punto de que el presidente
Bucaram debió reconocer que "pese a todos los esfuerzos hechos
por mejorar, la inmoralidad continuaba. Públicamente, el
presidente increpó al hasta entonces director nacional de
Aduanas: "Hidalgo me enoja", dijo.

Una serie de denuncias sobre cobros ilegales y chantaje fueron
lanzados por varios sectores: sellos falsos de las verificadoras,
procesos de "redesaduanización", pago de coimas.

Pero, además, se denunció la existencia de un sistema paralelo
de desaduanización de mercadería, que ofertaba sus servicios y
precios vía fax. Fuentes que prefirieron guardar el anonimato
aseguraron que las autoridades de control conocen, inclusive, la
dirección de la oficina y los nombres de sus miembros.

La editorialista Evelina Faccio hizo público otro rumor: aseguró
que el propio hijo del presidente Jacobo Bucaram estaría
vinculado al próspero negocio de la desaduanización ilegal.

Otra de las irregularidades que permanecen en el misterio es el
robo de las computadoras en una de las áreas claves del sistema,
ahí dónde se desaduaniza la mercadería que viene del exterior,
hecho ocurrido el pasado 11 de diciembre.

Solo en el primer día, tras la desaparición de las computadoras,
la aduana perdió cinco mil millones de sucres. Y, su
administrador, Xavier Aguirre ni siquiera presentó en la Policía
las especificaciones del equipo robado. La Policía aseguró que
los Pitufos (más conocidos por asaltos a los habitantes del
barrio Las Malvinas) fueron los autores. Aparentemente, un grupo
de muchachos de entre 13 y 17 años logró vulnerar la vigilancia
del Ejército, que solo se retiró de las aduans el 27 de enero
pasado y de la seguridad privada.

BLANCO y NEGRO pudo conocer que existe un informe de las Fuerzas
Armadas sobre estas irregularidades.
La propia Contraloría estableció a través de un borrador de
auditoria que en las aduanas se han producido una serie de
"anomalías administrativas". Sin duda, un informe tibio.

EL "SERVICIO" SE ADELANTA

La mañana del 11 de agosto de 1996, el entonces subsecretario de
Aduanas, Carlos Hidalgo Villacís, se presentó ante la prensa con
un papel en la mano. Era un documento que versaba sobre la
militarización de las oficinas aduaneras.

Hidalgo Villacís impactó a los medios con sus palabras. Anunció
que el decreto de militarización ya estaba firmado por el
presidente y que desde ese lunes 12 de agosto las Fuerzas Armadas
participarían en el sector -para controlar la corrupción.

Lo paradójico es que tal decreto no estuvo firmado por Abdalá
Bucaram. La militarización tardó más de una semana en
concretarse. Mientras tanto, al menos una nueva compañía de
desaduanización, de dudosos orígenes, empezaba a cobrar vida.

Ya para el mes entrante circulaba por diversas empresas,
sobretodo guayaquileñas, un fax titulado "Servicio de
desaduanización de contenedores", que contiene instrucciones y
tarifas para llevar a cabo la operación en un tiempo récord de
48 a 72 horas. Entre paréntesis cabe recordar que, bajo
procedimientos regulares, la desaduanización demora 15 días.

El contenido del documento es simple: señala que el único
requisito del importador para desaduanizar mercaderías es el
manifiesto de carga. Se solicita además, en forma "opcional",
facturas en blanco y los nombres de tres o cuatro consignatarios
por contenedor. La empresa ficticia también vende los nombres "a
cien mil sucres cada uno".

El "Servicio de desaduanización de contenedores" se encarga de
todo lo demás: la verificación en destino -con la posible
falsificación de sellos de cualquiera de las verificadoras que
trabaja en el Ecuador- y el trámite en oficinas. Especifica,
claramente, que los contenedores "no serán en ningún momento
abiertos".

Los precios, también incluidos en el fax, son tema aparte: las
tarifas que cobra dicha empresa son sustancialmente menores a los
que normalmente cobraría una empresa verificadora por la
desaduanización.

Para citar un ejemplo, mientras un contenedor de 40 pies, con
computadores de 16 megabytes (monitor a color, CD room, fax
modem), se desaduaniza en valores que van de los 305 a los 457
millones de sucres, el "Servicio" hace el trabajo por 50
millones.

El impacto sobre el fisco, por cada uno de los importadores que
utilice el sistema, es de alrededor de 83 por ciento de evasión,
en materia de cumputadores. En otros casos, los nivel de
perjuicio para el Estado son menores, aunque siempre
considerables.

Denuncias

Se sabe, de fuentes fidedignas, que más un empresario o
importador ha denunciado a las autoridades la presencia del
ilusorio mecanismo de desaduanización, con nombres de
involucrados y suficientes pistas como para lograr que se aclare
el problema.

Sin ir más lejos, los mismos faxímiles registran un cabezote que
dice "From E. Assaf C. Ltd.", que sería el nombre de la compañía
que está detrás del "Servicio de desaduanización de
contenedores". La E. significaría Ellias.

BLANCO y NEGRO pudo conocer que las máximas autoridades de la
Dirección y Subsecretaría aduanera fueron informados del
funcionamiento de esta empresa, cartas y oficios escritos, que
nunca obtuvieron respuesta. Una de los empresarios consultados
por HOY acusó recibo de que el ministerio Fiscal tomó
conocimiento de la denuncia que hiciera.

La empresa ficticia, sin embargo, continua en funcionamiento. Por
las múltiples denuncias registradas ha bajado su perfil y se
maneja con mayor reserva que en los meses de noviembre y
diciembre (cuando se repartían faxes a diestra y siniestra).
"Ahora se maneja con un cuidado tremendo y solo atienden a sus
"clientes" de forma personal y luego del tercer timbrazo
teléfonico. Uno de los contactos sería una persona de nombre
Eduardo Ortega.

UN INFORME TIBIO

Las denuncias hechas por los importadores nacionales y la
revelación del embajador Leslie Alexander rebasa en mucho el
borrador del informe de auditoría que estudia las supuestas
irregularidades en las aduanas y que son de conocimiento público.

- El sistema contable presenta problemas como el retraso de la
contabilidad, la falta de personal calificado y la imposibilidad
para consolidar los estados de cuenta de los distritos aduaneros.

- La adquisición de bienes y servicios se efectúan con
proveedores sin Registro Unico de Contribuyentes y no hay un
inventario de bienes.

- Según el mismo informe, los vehículos son "abusivamente
utilizados por los funcionarios, por lo que "se improvisan
compras, con el consiguiente despilfarro de recursos".

- La seguridad aduanera permite la salida de contenedores en la
noche, previo acuerdo de pago por cada contenedor a dos oficiales
del servicio de vigilancia que cobran coima. Entre ellos el
teniente Secaira.

-Agentes aduaneros trabajan al margen de la ley.

- Las importaciones en tránsito, en especial de Panamá se
desaduanizan mediante aforo documentario, cuando debe hacerse
mediante aforo físico, en perjuicio del Estado.

EL MISTERIOSO ASALTO AL CORAZON DE LA ADUANA

En los últimos meses, una serie de atracos se han producido en
los recintos portuarios del país. Desde robos a mano armada de
toneladas de camarón, hasta la desaparición de los equipos de
computación del Departamento de Comprobación.

El problema se torna aún más delicado puesto que, los atracos se
producen en el marco de un decreto de emergencia que ordenó la
militarización de las aduanas y que se mantiene en vigor.
Precisamente por ello, la desaparición de 17 computadoras del
centro de desaduanización, ocurrida el 11 de diciembre pasado,
resulta tan sospechosa.

¿Cómo lograron los delincuentes penetrar a las oficinas,
adueñarse de computadoras y salir airosamente del recinto
portuario?.

Los comerciantes que asisten regularmente al Puerto a retirar
mercadería hablan de un "autorobo". Otros comentan la poca
seguridad del recinto aduanero, pese al resguardo militar y, hay
quienes creen que todo fue un "show para beneficiar el
contrabando.

Un primer informe de la Policía Judicial habría determinado
negligencia en la protección y seguridad del área. Una fuente
militar aclaró que las FFAA sólo se encargaban del aforo de la
mercadería y del cuidado general de los patios, no de las
instalaciones administrativas". Además, recordó que las Fuerzas
Armadas no se han preparado para cuidar las Aduanas y que si lo
hicieron fue únicamente por una orden presidencial.

De cualquier modo, la Inteligencia Militar preparó su propio
informe, en el que constarían algunas de las irregularidades
detectadas. El informe ya estaría en manos de el Alto Mando
Militar y explicaría por qué las FFAA salieron silenciosamente,
hace ya 15 días, pese a que el decreto de emergencia permanece
en vigor.

INFORME DE LA POLICIA

Días después del robo, la Policía recuperó parte de los equipos
robados y detuvo a cuatro individuos. En su informe constaban
como simples compradores de aparatos y habían declarado que
pagaron ocho millones y medio de sucres por ellos. El juez
vigésimo de lo Penal abrió un sumario en su contra, pero salieron
en libertad a los pocos días.

Uno de los detenidos por la Policía y luego liberado es Jaime
Andrade Aguirre, quien figura como presidente de la empresa
MICRONOVEL S.A., que, supuestamente, era la encargada de brindar
mantenimiento a las computadoras de la Aduana. Una empresa que
no consta ni en la guía teléfonica.

El administrador, Xavier Aguirre, encargado de cuidar los bienes,
no colaboró en absoluto con la investigación, presentó una
denuncia incompleta en la que ni siquiera especificó las marcas
y serie de las computadoras y que, según la Policía, no ayuda al
esclarecimiento de los hechos. Cuando el juez llamó a Aguirre,
como principal acusador, a declarar, él no asistió.

LA JUGADA DE LOS PITUFOS

Pero hay algo más. En el informe policial consta un dato curioso:
responsabilizan del robo a "Los Pitufos" . Una pandilla juvenil
más conocida en el barrio Las Malvinas por los asaltos a
transeúntes o robo a domicilios que por grandes atracos.

La Policía no ofreció los nombres de los artífices del robo de
las computadoras, que logró poner en jaque al Ejército Nacional
que mantenía el control de las aduanas. Solamente ofreció los
apodos de los supuestos ladrones. Dijo que el robo estuvo en
manos de El Orejón, Dientón, Gordo y Guasón.

Con estos datos, las 17 computadoras que aparecieron, el caso
quedó en el olvido. Tampoco quedó constancia de que las
computadoras recuperadas fueran las mismas que las que se
perdieron de las aduanas. Y del Orejón ni siquiera su nombre,
peor sus orejas.

PREGUNTAS SIN RESPUESTA

¿Cómo es posible que se lleven a efecto robos dentro del
recinto portuario, si existía custodia militar y privada?

¿No es una gran coincidencia que desaparezcanlos equipos de
computación del Departamento de Comprobación, justamente cuando
existía más mercadería acumulada con ocasión de la proximidad de
la Navidad?

¿Por qué el administrador dejó abandonado el caso?

ADUANAS DESEMPOLVARON A AGUIRRE

No es la primera vez que Xavier Aguirre Rodriguez, que trabajó
durante los últimos cuatro meses como Adminisrador de Aduanas,
tiene problemas en sus funciones públicas. Aguirre, antiguo
militante roldosista, ocupó el puesto de jefe de personal del
Municipio de Guayaquil, cuando Elsa Bucaram consiguió la Alcaldía
en 1988.

Pese a la salida de la Alcaldesa del Municipio, Aguirre continuó
en su cargo. Cuando asumió Harry Soria, en 1991, el gobierno de
Rodrigo Borja se negó a entregarle más recursos financieros, bajo
el argumento de que todo ese dinero iba a parar a las arcas del
PRE y de los "pipones". A Soria no le quedó más remedio que
desenrolar gente, un trabajo que le correspondía al jefe de
personal.

Durante la Alcaldía los problemas le empezaron a llegar a Aguirre
por la denuncia de una Comisión de Concejales, encargada de
investigar estas irregularidades, que lo acusó de ser uno de los
principales responsables de la entrada al Municipio de cientos
de "pipones" y de cancelar a empleados con 10 y 15 años de
trabajo.

Incluso hermanos y familiares del Jefe de Personal están
enrolados y jamás aparecen por sus lugares de trabajo", decía un
informe. Dentro de esa comisión estaban Gustavo Darquea, Vicente
Estrada (actual ministro de Obras Públicas) y su principal
acusador era Luis Almeida (hoy asesor del ministro Adum).

Los concejales pidieron la detención de Aguirre al Intendente de
Policía del Guayas, Luis Herrería y ésta se hubiera cumplido de
no mediar una reunión sorpresiva entre Carlos Hidalgo (hasta hace
algunos días subsecretario de Aduanas), Oscar Célleri y el
Intendente, luego de lo cual quedó si efecto la orden de
detención.

Xavier Aguirre salió del Municipio el 24 de diciembre de 1991,
pues según Luis Almeida, en 46 meses de funciones había
perjudicado a la Municipalidad en 24 mil millones de sucres. El
juicio terminó en el olvido.

HISTORIAL DE ROBOS Y SAQUEOS

-El diputado independiente Juan José Illinworth fue el primero
en denunciar irregularidades en la aduana de Guayaquil cuando
denunció la desaparición de 600 contenedores de mercadería que
habrían salido sin pagar impuestos. Perjuicio al Estado: 30 mil
dólares.

- El 24 de noviembre, un contenedor cargado con 30 toneladas de
camarón fue asalto en los propios patios de la Aduana. José
Medina Romero el importador fue perjudicado con 880 millones de
sucres.

- El 11 de diciembre, el departamento de Comprobación del I
Distrito Aduanero fue saquedo. Todos los aparatos de computación
que sirven a los despachos aduaneros desaparecieron. Perjuicipo
al Estado: solo en el primer día después del robo, se perdieron
5 mil millones de sucres porque se detuvo la recaudación de los
impuestos. Los equipos estaban avaluados en 400 millones de
sucres.

- El 26 de diciembre se robaron todo lo que había en la bodega
3 de Autoridad Portuaria. La denuncia fue presentada el 31 de
diciembre.

- El 29 de enero, un nuevo robo de mercadería fue denunciado
dentro de la instalación de la Autoridad Portuaria (APG), por
Víctor Ceballos Game. El caso que ocurrió el 11 de enero, llegó
al juzgado 5to de lo Penal. Un guardia de seguridad privado fue
detenido.

NADIE ROBA CON FACTURA

El socialcristiano Javier Neira dio dos de los nombres de quienes
forman parte de la "aduana paralela" que funciona en el país. al
referirse a la oferta de desaduanización que se envía a través
de fax a las empresas del país.

Neira dijo que era evidente que "un cuñado del presidente de la
República maneja lo que se llama "una aduana paralela.

"No es ninguna novedad, que Adolfo Pulley, cuñado del presidente,
maneja una aduana paralela y lo hace en relación con el director
general (e) del Servicio Aduanero, un hombre a quien en el mundo
del hampa lo llaman Pelleguito".

Según Neira, las Cámaras de Guayaquil conocen estos detalles y
por ello consideran que uno de los problemas centrales del país
es la corrupción.

Por su parte, el presidente de la Cámara de Comercio de Quito,
Nicolás Espinoza, ratificó que dentro de las aduanas de Guayaquil
hay organizaciones internas que se encargan de realizar todos los
trámites aduaneros con "tarifas" fijas según el tamaño de
contenedor y el tipo de mercadería importada.

En efecto, una empresa de Guayaquil obtuvo una propuesta del
"Servicio de desaduanización de contenedores", que se encarga de
sacar de la aduana cualquier cosa, previo el pago del 90 por
ciento de la "tarifa". El trabajo incluye la falsificación de
documentos como declaraciones de importación, facturas, y
verificación en el puerto de destino.

El cliente tiene la seguridad de que los contenedores no serán
abiertos, y que su mercadería no pasará más de 72 horas en el
Puerto.

Se trata, al parecer, de un negocio redondo. Supongamos un
contenedor con 233 computadoras de última generación. Su precio
en dólares es de 466.575. Para que el contenedor pueda ingresar
al país, el importador debe pagar el 5 por ciento del valor total
por concepto de arancel, el 10 por ciento por IVA y el 0.1 por
ciento por tasa de modernización.

El importador de estas computadoras debería pagar 248.703.313
sucres, al Estado. Sin embargo, si usa los servicios de los
"desaduanizadores", paga solamente 50 millones, con lo que se
ahorra un 79,8 por ciento de lo que debería pagar.

Los empresarios han denunciado que dicha empresa falsifica los
sellos de la manera más burda, no importa la empresa que sea. Uno
de los denunciantes que prefirió guardar el anonimato dijo que
bastaría con preguntarle al importador cómo consiguió ese sello
falso de las verificadoras para descubrir la red que funciona en
el páis.

La falsificación de documentos necesarios para la importación
también es muy elaborada. Espinoza presentó documentos de
declaración aduanera que tienen sellos falsos de una verificadora
que funciona en el país. El presidente de la Cámara pidió que las
sean objeto de una "reforma profunda" y que se hagan cargo de
ellas personas capacitadas.

SILENCIO OFICIAL

Para Patricio Castillo, de la Comisión de Aduanas de la Cámara
de Comercio de Quito, la renuncia del subsecretario de Aduanas,
Carlos Hidalgo, es el resultado directo de "la presión del
embajador de Estados Unidos y de los sectores que se dedican al
comercio exterior."

Castillo opina que el nuevo funcionario debe ser alguien
conocedor de la materia, honesto y que retome la modernización
emprendida por la administración de Sixto Durán Ballén.

El experto asegura que Carlos Hidalgo se negó a conversar con los
funcionarios de las cámaras de comercio del país. "Nos recibió
una sola vez, en los seis meses, y por orden del presidente de
la República. Dijo que se conformaría una comisión técnica pero
esto nunca se hizo", recuerda.

A juicio de Castillo, la política del Gobierno sobre las aduanas
ha significado "favorecer el contrabando, la pérdida de
mercaderías, las demoras en las desaduanización, chantajes de
organizaciones internas y la entrada de 100 inspectores nuevos
que son los antiguos vistaforadores," dice.

"Esto significa un atraso de 25 años en las aduanas," afirma.
Castillo destaca que "los grandes contrabandos no tienen
verificación ni en origen ni en destino", y agrega que las
verificadoras todavía no han firmado sus contratos definitivos.

EL SILENCIO DEL PUERTO

Dos individuos sin uniforme o emblema que de cuenta de que
pertenecen a algún organismo de seguridad custodian la entrega
al Puerto marítimo, por el que circula el 80 por ciento de los
bienes y servicios del comercio exterior ecuatoriano. Los hombres
ostentan unas cartucheras de repartición. En las oficinas están
miembros de la Infantería de Marina.

Unos pocos importadores y exportadores se confunde con una marea
de estibadores, despachadores y tramitadores de importación y que
deambulan o, simplemente, esperan.

En una de las bodegas privadas custodiada por un guardia de
seguridad privado esperan trámite de desaduanización centenares
de bobinas de acero y la tubería para el proyecto sanitario del
CEDEGE.

En otra bodega otro de los guardianes comenta "si este no es
lugar para hijos de presidente".

En la oficina del administrador renunciante, Xavier Aguirre, la
puerta custodiada por un uniformado y otros civiles, la prensa
no puede pasar. Aguirre asegura que Hidalgo ha dicho todo lo que
debe decirse.

Nadie en las aduanas quiere hablar. Todos piensan que decir
cualquier cosa es hablar demasiado.

En las aduanas, sin embargo, ocurren muchas cosas y muchas se
producen en silencio, en secreto, en la oscuridad de la noche.
Mientras más hechos secretos, menos se hala.

"Los contenedores desaparecen en las noches, es una de las
irregularidades denunciadas en el informe parco de la
Contraloría". Pero, el teniente Secaira, cuyo nombre a sido
mencionado en el informe, no aparece para dar su versión.

La ola de denuncias y rumores que el Embajador Alexander recogió
evidencian el fracos de la administración aduanera del Gobierno:
la vuelta a escena de los viejos vistaforadores con el sistema
de las verificadoras, implementadas con el objetivo de avanzar
en la modernización del sistema.

¿REMEZON PROGRAMADO?

Al día siguiente de las declaraciones del embajador, uno de los
funcionarios del centro de Comprobación recordó a sus colegas
recién contratados que si no tenían los papeles en regla era
mejor que abandonaran el sitio.

Al parecer, Carlos Hidalgo, ex subdirector de Aduanas pensó que
podría salvarse y tomó una medida más radical: anunciar el
despido de todos los trabajadores. Adicionalmente, aclaró que su
decisión no tenía nada que ver con las declaraciones del
embajador Alexander.

Hidalgo aseguró que el informe de la Contraloría que se hizo
público días antes y que hacía referencia a las irregularidades
que se existían en las aduanas estudiaba el período anterior y
no el suyo. Inclusive mostró dos memorándums que intercambio su
subsecretaría con el organismo de control.

Hidalgo faltó a la verdad. El contralor del Estado, Fernando
Rosero, aclaró que ese borrador de auditoría correspondía al
período de Hidalgo, aunque coincidió en que la decisión de pedir
la renuncia del ex subirector de Aduanas no se debió a las
declaraciones del embajador.

El jueves pasado, luego de que las declaraciones del embajador
provocaron la conmoción, tanto el subdirector de Aduanas, como
el contralor Rosero o el ministro de Finanzas, Pablo Concha, se
presentaron como los promotores de un proyecto de concesión
internacional y privatización de las aduanas.

Mientras tanto, funcionarios aduaneros de todos los niveles
"emplazaron" al embajador a dar los nombres de quienes le
pidieron la coima para liberar la mercadería.

Nadie ha dicho ni un solo nombre, se oía en los pasillos. "Ja,
para despedirnos tendrán antes que hacernos un sumario", decía
otro a la salida de uno de los baños del edificio de la
administración. (DIARIO HOY) (REVISTA BLANCO Y NEGRO)
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