Quito. 31.07.94. Resulta difícil creer que los dolores más agudos
puedan desaparecer con una serie de pinchazos en sitios
estratégicos del cuerpo humano. O que unas cuántas agujitas
prendidas en la piel puedan devolverle a uno la energía perdida y
el equilibrio emocional o sean el remedio de enfermedades
crónicas.

Tampoco es común relacionar los problemas de la visión o la
tendencia de una persona a gritar a la gente que le rodea con una
afección hepática. O un ataque cardíaco con un exceso de alegría
que le produjo a alguien un desequilibrio en su energía vital.

Difícil, porque para la mentalidad occidental estas cosas tienen
poca relación entre sí. Y por lo tanto, en caso de problemas de
la vista lo primero, y quizás lo único, sería una urgente visita
al oftalmólogo y para aquello del mal caracter, lo mejor
parecería ser un tratamiento piscológico. Nada más.

Pero sucede que la medicina occidental, con todos sus méritos y
alcances (y también con todos sus límites) no es, ni mucho menos,
la única alternativa. Existen otras posibilidades cuando se trata
de prevenir o curar las enfermedades o los desequilibrios en un
ser humano. Otras formas de entender el funcionamiento del cuerpo
y la relación del hombre con su entorno.

La medicina oriental, basada en la concepción del hombre como un
universo complejo e integral, es una de ellas.

Fundamentados en principios filosóficos que operan toda la vida
de los orientales -como las categorías del Yin (asociado con la
oscuridad y la pasividad; la flexibilidad y la blandura) y el
Yan (asociado con la luz y la actividad; resistencia, dureza y
expansión) y los Cinco Elementos (que, de acuerdo a sus
intercambios rigen todas las cosas de la vida) este tipo de
tratamientos son cada vez más aceptados en el mundo occidental.

Una de las prácticas médicas de Oriente más extendidas en el
mundo es la Acupuntura, ciencia que -mediante la estimulación de
determinados puntos- pretende devolver al organismo el equilibrio
energético perdido que explica, desde el punto de vista oriental,
la aparición de las enfermedades.

Nacida en China hace más de 5 mil años e introducida en Occidente
por los monjes jesuitas que vivieron en este país, la acupuntura
se basa en una concepción muy especial del universo y del hombre.

Para entenderla mejor, dialogamos con Alba Sánchez, médica
acupunturista, graduada en México y presidenta de la Sociedad
Ecuatoriana de Acupuntura y Moxibustión.

"La acupuntura, como casi todas las cosas de la vida en la China
se basa en la teoría fundamental del Yin y el Yan y en los cinco
movimientos o cinco elementos (madera, fuego, tierra, metal y
agua)", señala la doctora.

Los escritos de Tao describen al Yin y el Yan como dos fuerzas
constantemente interactivas y potencialmente intercambiables. Sus
relaciones complementarias impregnan - de acuerdo a esta
filosofía- todo el universo y su oposición elemental proporciona
la tensión dinámica necesaria para cualquier cambio o movimiento.

"La medicina china divide a los diez órganos vitales en cinco
pares, cada uno de los cuales se compone de un órgano Yin
(maciso) y otro Yan (hueco). Los órganos Yin son más vitales que
los Yan y las perturbaciones de aquellos son las que causan los
más graves problemas de salud", explica la doctora.

Las cinco actividades elementales se manifiestan en el cuerpo
humano, a través de su relación con los cinco grupos de órganos
emparejados.

El corazón es gobernado por el fuego, el hígado por la Madera,
los riñones por el Agua, el páncreas por la Tierra y los pulmones
por el Metal.

Las cinco actividades elementales tienen además, otras relaciones
primigenias: cinco sabores elementales, cinco estaciones, cinco
sonidos, cinco climas y así.

El principio de la medicina china utiliza una combinación de las
categorías del Yin/ Yan y los Cinco Elementos para diagnosticar
las causas de las enfermedades, pronosticar su evolución y
prescribir los medicamentos adecuados.

"El estado de la energía de los órganos se refleja en la lengua y
en las muñecas, a través del pulso. De acuerdo a eso se va
tratando al paciente", indica Alba.

Y el tratamiento consiste en la utilización de agujas metálicas
en puntos muy específicos de la piel -sin la sensación de dolor-
o calentando esos mismos lugares mediante la utilización de
cigarros encendidos hechos con con preparados pulverizados de
plantas, como la artemisa, por ejemplo.

Según explica nuestra entrevistada , los puntos "tocados"
transmiten, a través de los "merdianos de energía" -o vías por
las que la energía recorre el cuerpo- el estímulo, hasta los
órganos causantes del desequilibrio y reestablecen su armonioso
funcionamiento y en consecuencia, la salud de la persona. A
través de conocer el estado de ciertos órganos, podemos también
tener información acerca del caracter de la persona"

"La acupuntura tiene la propiedad de equilibrar, maneja energía
eléctrica que se mueve a través de ciertos trayectos por el
cuerpo humano. La salud es el equilibrio de la energía y para eso
actúa la acupuntura. Sin embargo, nadie está en un equilibrio
perfecto porque el hombre no es ajeno al entorno en que vive,
sino que está inmerso en su medio familiar y social. No puede
existir un hombre sano en una sociedad enferma", dice Alba.

Como no existe un órgano aislado que se cure por si mismo. "Tiene
que observarse el organismo completo, la parte mental, emocional;
el entorno familiar, social del ser human. Este tipo de filosofía
relaciona los factores psicológicos y fisiológicos como algo tan
inseparable como el Yin y el Yan", manifiesta la doctora.

Por ello, un tratamiento en base a la técnica de acupuntura
actualmente incluye una historia clínica (presente y pasada), la
historia familiar del paciente; exámenes de medicina occidental.
Sin embargo, lo más importante no deja de ser el el examen
oriental con el sistema de pulsos, observación de la lengua y del
estado de los meridianos de energía.

"Lo que se quiere busca es el equilibrio de la persona, que se
manifestará en su salud emocional, mental y física y le permitirá
desarrollar todas sus facultades sin sufrimiento".

Se trata de un tipo de medicina "limpia" que no produce efectos
secundarios, porque el paciente no ingiere ningún tipo de
sustancia externa o extraña al organismo, que tiene además
posibilidades terapéuticas enormes.

La acupuntura permite la utilización como en la medicina
preventiva y además permite una coherencia e identidad de
principios entre ella y las nuevas tendencias integradoras del
hombre, que retoman al ser humano como una unidad indivisible e
integral, sobre la cual inciden las variaciones del ambiente.
(Revista Domingo 6 y 7)
EXPLORED
en Ciudad N/D

Otras Noticias del día 31/Julio/1994

Revisar otros años 2014 - 2013 - 2012 - 2011 - 2010 - 2009 - 2008 - 2007 - 2006 - 2005 -2004 - 2003 - 2002 - 2001 - 2000 - 1999 - 1998 - 1997 - 1996 - 1995 - 1994 1993 - 1992 - 1991 - 1990
  Más en el