¿Cuánto cambia un hombre tras estar tres años en este Palacio?
Tres años aquí y uno y medio allá (la Vicepresidencia). Yo creo que la Presidencia de la República puede hacerle mucho bien y mucho mal a una persona. Pienso que la cortesanía que puede haber, la lisonja, puede afectar a un hombre. Acuérdense ustedes de que en la Roma donde el César llegaba y entraba triunfante después de una gran batalla, le repetían: Acuérdate, César, de que eres hombre. Yo nunca me he olvidado de eso. Además tuve una muy buena educación de papá y mamá, en la cual siempre repetían aquella frase bíblica de "vanidad de vanidades, todo es vanidad". Creo que no debo haber cambiado, no se me subió el poder a la cabeza.
Es verdad que hay lisonjas, pero también se habla de la soledad del poder. ¿Cuál ha sido su momento de soledad?
Justamente al comienzo. Cuando (el 22 de enero de 2000) yo conversaba con Galo García, Marcelo Santos, Pancho Huerta, mi hermano Ricardo y Rodolfo Barniol, a las 06:00, les pedí su opinión sobre la dolarización. Entonces cada uno dio su opinión y allí es cuando después te quedan mirando toditos, y sientes lo que es la soledad del poder. Fue la única vez que lo he sentido. Y ahora que termino el mandato, me siento muy tranquilo. Soy un hombre de gran fortaleza. La vida me hizo tener una gran fortaleza. Cuando tu hija mayor nace con retardo mental, o asumes con gran fortaleza lo que la vida te depara, o no tiene sino quejas y quejas, y eso no tiene sentido. Esa niña hoy día es una chica que trabaja, que nadie ni siquiera se da cuenta de que pueda tener un retraso mental. Cuando tú eres muy joven, de 26 ó 27 años, tienes un golpe así y no sabes ni cómo manejarlo. Pero yo tengo una gran fortaleza, y sé asimilar las cosas.
¿Qué ha asimilado en estos últimos tres meses?
Traición. Cuando yo era un muchacho de unos 20 años, un ex presidente de la República nos decía a un grupo de jóvenes que íbamos a escucharlo: en el primer año de Gobierno uno ve la cara, en el segundo año comienza a ver el perfil, en el tercero ve el perfil y en el cuarto ve la nuca. El cuarto para mí fue el tercero, yo comencé a ver mi nuca hace unos seis meses. En los últimos tres meses muchos funcionarios trabajaban para el próximo presidente, y boicotearon todo lo que pudieron; pero yo ya me recuperé de eso.
¿El presidente es prisionero de algo? ¿En qué medida tiene autonomía, poder real? ¿Qué impide que un presidente haga todo lo que hubiera querido?
En nuestro país lo impiden importantísimos grupos de poder, que, como había una propaganda hace muchos años, usted no los ve, pero ahí están. Usted puede sospechar quiénes son, cómo confluyen, pero no puede atreverse a dar un solo nombre, porque puede ser sujeto de una calumnia, pues no hay ni una sola prueba. Tienen una influencia subterránea, que ya ha actuado en la AGD, en la banca, en las eléctricas, en las telecomunicaciones, para decirle algunos lugares donde yo he visto que sencillamente resulta casi imposible un control. Un amparo constitucional tira un tema abajo. Yo quería conseguir $250 millones con el IVA y lo tiró abajo el Tribunal Constitucional; quise conseguir $240 millones con el pago anticipado del petróleo y lo tiraron abajo. Por ello llega un momento dado en que yo creo que el presidente es impotente de luchar contra estas cosas.
¿Cómo contrarrestarlo?
Quizás si el presidente tuviera una gran mayoría de legisladores que tengan una vigilancia frente a otros grupos de poder u otras instituciones del Estado, que a veces saben boicotear las cosas.
¿Por qué nombró a Emanuel?
Yo le tengo a HOY mucho respeto y les voy a decir la verdad: el nombramiento de Emanuel no tiene nada que ver con el PRE. Ese nombramiento tiene que ver con el Foro Económico de Guayaquil. El cargo más difícil para mí de llenar ha sido el Ministerio de Economía. Hay una rivalidad tremenda entre Guayaquil y Quito para este cargo. Si yo nombraba a Abelardo Pachano, Guayaquil me decía imposible, y si hubiera nombrado a Guillermo Laso, imposible. Había que fortalecer la dolarización, Emanuel era uno de los más importantes dolarizadores que había en el país. Aquí en Quito creían menos que en Guayaquil en la dolarización, ese fue el motivo por el cual lo nombré. Aquí en Quito decían que cuando fue gerente del Banco Central tuvo algún problema, pero nada de fondo, como para que yo me pudiera imaginar lo que hizo después de un tiempo de nombrado. Fueron José Macchiavello y Nelson Murgueytio quienes me contaron que no les entregaba partidas. Luego llamé a Emanuel y le dije, en presencia de Marcelo Santos, que no va más. Carlos Julio me dijo: "Presidente le ruego me conceda 15 días para renunciar", le dije: eso es lo que le conviene a usted, pero no al Gobierno y al Ecuador.
Usted ha calificado de traidor a Emanuel...
Sí. Cuando a usted le hacen las cosas a la espalda se trata de una traición. Yo soy duro cuando tengo que calificar, y me dolió no por mí, por el Ecuador, porque no había derecho de hacer lo que hizo él. Ese es un tema que ha tenido sus repercusiones, pero lo que yo siempre hago es virar la página e ir adelante.
También se le ha criticado que no ha hecho todo por traer a los banqueros...
Pongo siempre a HOY como testigo, cuando publicó una entrevista con John Kelly (alto funcionario de la Embajada de EEUU), quien dijo que el Gobierno ecuatoriano ha hecho en ese tema todo lo que tenía que hacer, y que el tema está en la Justicia de Estados Unidos. Me he reunido con la actual embajadora de EEUU, con la anterior embajadora, con el presidente Clinton y con Janeth Reno, que era la procuradora de Justicia, y les dije que por favor ayudaran al Ecuador. Es decir, en mi tranquilidad espiritual queda que hice todo lo humanamente posible para que las extradiciones se produjeran. Yo les digo, con toda sinceridad, que esa es una fustración para mí, una fustración de no sentirme ayudado por Estados Unidos en esto. Yo esperaba reciprocidad, pues hemos colaborado con el Gobierno de EEUU en casos importantes de gente de ellos aquí. Traer a Peñafiel y Peñaranda fue una obra de titanes, gracias a la colaboración de Líbano y España.
Ahora un tema que va un poco de cajón: el caso Ricardo Noboa. ¿Hasta qué punto la proximidad de un familiar tan cercano en el Gabinete es una bomba de tiempo?
Yo creo que el Conam, tal como está, sigue caminando hacia el fracaso. He visto que tres titanes del Ecuador han fracasado en el Conam sin ser hermanos del presidente, como Marcel Laniado de Wind, Rodrigo Paz y Mauricio Pinto. Sí, ser hermano del presidente era apuntar al tiro al blanco para comerse dos pájaros de un tiro, pero algo pasa con esta modernización que no funciona en el Ecuador, o definitivamente el Ecuador no quiere eso. Privatización yo ya diría no, busquemos concesionar. Sin embargo, creo que Ricardo tuvo algunos aciertos.
¿Cuál fue su gran fracaso?
Pensar que un presidente debía tener una mayoría en el Congreso para poder trabajar. Quien me dijo: "Gustavo, está equivocado, no busque una mayoría, busque más bien mayorías coyunturales", fue José Cordero, presidente del Congreso, a quien lo considero un buen amigo
A horas de concluir su mandato, ¿cómo quisiera que lo recuerde el país?
Siendo injusto conmigo mismo, diría que el OCP es la obra magna, aunque la vialidad también lo es y el diálogo que hicimos con los indígenas, ayudados por la ONU, por Diálogo 21.
Además de su sentido del humor...
Este hombre de gran de gran actividad histriónica que es David Reinoso crea el personaje "El Presi", y crea la rondita de cachos. Luego de eso no hay lugar en el Ecuador donde no me pidan una rondita de cachos.
(Entrevistaron: Diego Cornejo Menacho, Diego Araujo y Paúl Mena)
TEXTUAL
l "Llega un momento dado en que yo creo que el presidente es impotente de luchar contra importantes grupos de poder"
l "Siendo injusto conmigo diría que la obra con la que quisiera que se me recuerde es la construcción del OCP"
l "El gran fracaso fue pensar que un presidente debía tener mayoría en el Congreso Nacional para poder trabajar"
SOBRE LUCIO GUTIERREZ
"Me preocupa la democracia de este país"
¿Cómo ve el futuro del país?
Estoy muy preocupado por el país. Diario HOY titula este martes: "Gutiérrez se retracta", pero esta es la duodécima retractación. Creo que los ecuatorianos no somos ingenuos. Cuando Gutiérrez dice en esta entrevista (se refiere a la publicada por HOY el domingo pasado) cosas como que todos los ex presidentes de la República son responsables del desastre nacional y que todos deberían estar presos, disculpe, pero eso no es ningún "chispoteo". Perdóneme, pero el señor es presidente electo del Ecuador, entonces esto no es cuestión de decir que quise decir otra cosa. Eso de que digo una cosa hoy, y mañana me desdigo es muy peligroso para el país porque está en juego la palabra del primer mandatario.
¿No se trata de un "chispoteo"?
No puede ser. Yo admito uno, pero no seis o siete en un mes, y antes de ser posesionado. Pero en esta entrevista dada a HOY por Gutiérrez hay otras cosas que no puedo dejar pasar. Se dice que Lucio Gutiérrez emitirá un decreto de arraigo para los funcionarios del Gobierno saliente, especialmente los del área económica. Esto es una ofensa, primero porque yo paso mañana a ser ex presidente, entonces yo debería ir preso con todos. Pero, de acuerdo con las normas legales ecuatorianas, el arraigo solo puede ser ordenado por el juez competente, a pedido del Ministerio Público y respetando los principios del debido proceso, cualquier otra actitud es arbitraria, contraria al ordenamiento jurídico. Esto a mí me tienen preocupado, o no hay asesores o el presidente entrante no consulta y habla de temas que no tiene por qué saber. A mí me da entonces una gran preocupación por la democracia de este país. Además, para Gutiérrez la preocupación del Alto Mando sobre los próximos cambios se resume en rumores, rumores, pero no se puede afectar la institucionalidad castrense, porque sencillamente los coroneles quedarían para las brigadas. Por todo eso estoy muy preocupado.
¿Tras estas declaraciones, se puede prever que después del 15 de enero va a continuar exponiendo sus puntos de vista ante la opinión pública?
No, me retiro. Yo no voy a intervenir, solo en caso de que yo sea afectado en mi honra saldré en defensa de mi honor. Pero yo no me voy a convertir en analista político. Yo me voy a la vida privada, a la vida privada de celulares y seguridad, sueldos, motos...
Tres años aquí y uno y medio allá (la Vicepresidencia). Yo creo que la Presidencia de la República puede hacerle mucho bien y mucho mal a una persona. Pienso que la cortesanía que puede haber, la lisonja, puede afectar a un hombre. Acuérdense ustedes de que en la Roma donde el César llegaba y entraba triunfante después de una gran batalla, le repetían: Acuérdate, César, de que eres hombre. Yo nunca me he olvidado de eso. Además tuve una muy buena educación de papá y mamá, en la cual siempre repetían aquella frase bíblica de "vanidad de vanidades, todo es vanidad". Creo que no debo haber cambiado, no se me subió el poder a la cabeza.
Es verdad que hay lisonjas, pero también se habla de la soledad del poder. ¿Cuál ha sido su momento de soledad?
Justamente al comienzo. Cuando (el 22 de enero de 2000) yo conversaba con Galo García, Marcelo Santos, Pancho Huerta, mi hermano Ricardo y Rodolfo Barniol, a las 06:00, les pedí su opinión sobre la dolarización. Entonces cada uno dio su opinión y allí es cuando después te quedan mirando toditos, y sientes lo que es la soledad del poder. Fue la única vez que lo he sentido. Y ahora que termino el mandato, me siento muy tranquilo. Soy un hombre de gran fortaleza. La vida me hizo tener una gran fortaleza. Cuando tu hija mayor nace con retardo mental, o asumes con gran fortaleza lo que la vida te depara, o no tiene sino quejas y quejas, y eso no tiene sentido. Esa niña hoy día es una chica que trabaja, que nadie ni siquiera se da cuenta de que pueda tener un retraso mental. Cuando tú eres muy joven, de 26 ó 27 años, tienes un golpe así y no sabes ni cómo manejarlo. Pero yo tengo una gran fortaleza, y sé asimilar las cosas.
¿Qué ha asimilado en estos últimos tres meses?
Traición. Cuando yo era un muchacho de unos 20 años, un ex presidente de la República nos decía a un grupo de jóvenes que íbamos a escucharlo: en el primer año de Gobierno uno ve la cara, en el segundo año comienza a ver el perfil, en el tercero ve el perfil y en el cuarto ve la nuca. El cuarto para mí fue el tercero, yo comencé a ver mi nuca hace unos seis meses. En los últimos tres meses muchos funcionarios trabajaban para el próximo presidente, y boicotearon todo lo que pudieron; pero yo ya me recuperé de eso.
¿El presidente es prisionero de algo? ¿En qué medida tiene autonomía, poder real? ¿Qué impide que un presidente haga todo lo que hubiera querido?
En nuestro país lo impiden importantísimos grupos de poder, que, como había una propaganda hace muchos años, usted no los ve, pero ahí están. Usted puede sospechar quiénes son, cómo confluyen, pero no puede atreverse a dar un solo nombre, porque puede ser sujeto de una calumnia, pues no hay ni una sola prueba. Tienen una influencia subterránea, que ya ha actuado en la AGD, en la banca, en las eléctricas, en las telecomunicaciones, para decirle algunos lugares donde yo he visto que sencillamente resulta casi imposible un control. Un amparo constitucional tira un tema abajo. Yo quería conseguir $250 millones con el IVA y lo tiró abajo el Tribunal Constitucional; quise conseguir $240 millones con el pago anticipado del petróleo y lo tiraron abajo. Por ello llega un momento dado en que yo creo que el presidente es impotente de luchar contra estas cosas.
¿Cómo contrarrestarlo?
Quizás si el presidente tuviera una gran mayoría de legisladores que tengan una vigilancia frente a otros grupos de poder u otras instituciones del Estado, que a veces saben boicotear las cosas.
¿Por qué nombró a Emanuel?
Yo le tengo a HOY mucho respeto y les voy a decir la verdad: el nombramiento de Emanuel no tiene nada que ver con el PRE. Ese nombramiento tiene que ver con el Foro Económico de Guayaquil. El cargo más difícil para mí de llenar ha sido el Ministerio de Economía. Hay una rivalidad tremenda entre Guayaquil y Quito para este cargo. Si yo nombraba a Abelardo Pachano, Guayaquil me decía imposible, y si hubiera nombrado a Guillermo Laso, imposible. Había que fortalecer la dolarización, Emanuel era uno de los más importantes dolarizadores que había en el país. Aquí en Quito creían menos que en Guayaquil en la dolarización, ese fue el motivo por el cual lo nombré. Aquí en Quito decían que cuando fue gerente del Banco Central tuvo algún problema, pero nada de fondo, como para que yo me pudiera imaginar lo que hizo después de un tiempo de nombrado. Fueron José Macchiavello y Nelson Murgueytio quienes me contaron que no les entregaba partidas. Luego llamé a Emanuel y le dije, en presencia de Marcelo Santos, que no va más. Carlos Julio me dijo: "Presidente le ruego me conceda 15 días para renunciar", le dije: eso es lo que le conviene a usted, pero no al Gobierno y al Ecuador.
Usted ha calificado de traidor a Emanuel...
Sí. Cuando a usted le hacen las cosas a la espalda se trata de una traición. Yo soy duro cuando tengo que calificar, y me dolió no por mí, por el Ecuador, porque no había derecho de hacer lo que hizo él. Ese es un tema que ha tenido sus repercusiones, pero lo que yo siempre hago es virar la página e ir adelante.
También se le ha criticado que no ha hecho todo por traer a los banqueros...
Pongo siempre a HOY como testigo, cuando publicó una entrevista con John Kelly (alto funcionario de la Embajada de EEUU), quien dijo que el Gobierno ecuatoriano ha hecho en ese tema todo lo que tenía que hacer, y que el tema está en la Justicia de Estados Unidos. Me he reunido con la actual embajadora de EEUU, con la anterior embajadora, con el presidente Clinton y con Janeth Reno, que era la procuradora de Justicia, y les dije que por favor ayudaran al Ecuador. Es decir, en mi tranquilidad espiritual queda que hice todo lo humanamente posible para que las extradiciones se produjeran. Yo les digo, con toda sinceridad, que esa es una fustración para mí, una fustración de no sentirme ayudado por Estados Unidos en esto. Yo esperaba reciprocidad, pues hemos colaborado con el Gobierno de EEUU en casos importantes de gente de ellos aquí. Traer a Peñafiel y Peñaranda fue una obra de titanes, gracias a la colaboración de Líbano y España.
Ahora un tema que va un poco de cajón: el caso Ricardo Noboa. ¿Hasta qué punto la proximidad de un familiar tan cercano en el Gabinete es una bomba de tiempo?
Yo creo que el Conam, tal como está, sigue caminando hacia el fracaso. He visto que tres titanes del Ecuador han fracasado en el Conam sin ser hermanos del presidente, como Marcel Laniado de Wind, Rodrigo Paz y Mauricio Pinto. Sí, ser hermano del presidente era apuntar al tiro al blanco para comerse dos pájaros de un tiro, pero algo pasa con esta modernización que no funciona en el Ecuador, o definitivamente el Ecuador no quiere eso. Privatización yo ya diría no, busquemos concesionar. Sin embargo, creo que Ricardo tuvo algunos aciertos.
¿Cuál fue su gran fracaso?
Pensar que un presidente debía tener una mayoría en el Congreso para poder trabajar. Quien me dijo: "Gustavo, está equivocado, no busque una mayoría, busque más bien mayorías coyunturales", fue José Cordero, presidente del Congreso, a quien lo considero un buen amigo
A horas de concluir su mandato, ¿cómo quisiera que lo recuerde el país?
Siendo injusto conmigo mismo, diría que el OCP es la obra magna, aunque la vialidad también lo es y el diálogo que hicimos con los indígenas, ayudados por la ONU, por Diálogo 21.
Además de su sentido del humor...
Este hombre de gran de gran actividad histriónica que es David Reinoso crea el personaje "El Presi", y crea la rondita de cachos. Luego de eso no hay lugar en el Ecuador donde no me pidan una rondita de cachos.
(Entrevistaron: Diego Cornejo Menacho, Diego Araujo y Paúl Mena)
TEXTUAL
l "Llega un momento dado en que yo creo que el presidente es impotente de luchar contra importantes grupos de poder"
l "Siendo injusto conmigo diría que la obra con la que quisiera que se me recuerde es la construcción del OCP"
l "El gran fracaso fue pensar que un presidente debía tener mayoría en el Congreso Nacional para poder trabajar"
SOBRE LUCIO GUTIERREZ
"Me preocupa la democracia de este país"
¿Cómo ve el futuro del país?
Estoy muy preocupado por el país. Diario HOY titula este martes: "Gutiérrez se retracta", pero esta es la duodécima retractación. Creo que los ecuatorianos no somos ingenuos. Cuando Gutiérrez dice en esta entrevista (se refiere a la publicada por HOY el domingo pasado) cosas como que todos los ex presidentes de la República son responsables del desastre nacional y que todos deberían estar presos, disculpe, pero eso no es ningún "chispoteo". Perdóneme, pero el señor es presidente electo del Ecuador, entonces esto no es cuestión de decir que quise decir otra cosa. Eso de que digo una cosa hoy, y mañana me desdigo es muy peligroso para el país porque está en juego la palabra del primer mandatario.
¿No se trata de un "chispoteo"?
No puede ser. Yo admito uno, pero no seis o siete en un mes, y antes de ser posesionado. Pero en esta entrevista dada a HOY por Gutiérrez hay otras cosas que no puedo dejar pasar. Se dice que Lucio Gutiérrez emitirá un decreto de arraigo para los funcionarios del Gobierno saliente, especialmente los del área económica. Esto es una ofensa, primero porque yo paso mañana a ser ex presidente, entonces yo debería ir preso con todos. Pero, de acuerdo con las normas legales ecuatorianas, el arraigo solo puede ser ordenado por el juez competente, a pedido del Ministerio Público y respetando los principios del debido proceso, cualquier otra actitud es arbitraria, contraria al ordenamiento jurídico. Esto a mí me tienen preocupado, o no hay asesores o el presidente entrante no consulta y habla de temas que no tiene por qué saber. A mí me da entonces una gran preocupación por la democracia de este país. Además, para Gutiérrez la preocupación del Alto Mando sobre los próximos cambios se resume en rumores, rumores, pero no se puede afectar la institucionalidad castrense, porque sencillamente los coroneles quedarían para las brigadas. Por todo eso estoy muy preocupado.
¿Tras estas declaraciones, se puede prever que después del 15 de enero va a continuar exponiendo sus puntos de vista ante la opinión pública?
No, me retiro. Yo no voy a intervenir, solo en caso de que yo sea afectado en mi honra saldré en defensa de mi honor. Pero yo no me voy a convertir en analista político. Yo me voy a la vida privada, a la vida privada de celulares y seguridad, sueldos, motos...
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