LAS COMISARIAS DE MUJERES EN EL PERU
Quito. 01.03.93. Silvia Loli, peruana, habla sobre los logros de
la organización de las mujeres en medio de la destrucción y la
muerte.
"La paz que se reclama en el Perú violento de estos días, demanda
también erradicar de la vida diaria, la violencia contra la
mujer", comenta Silvia Loli.
Silvia Loli es una investigadora socio-jurídica. Hace diez años
entró a realizar una investigación en una de las organizaciones
de mujeres más grandes del Perú, "Flora Tristán", sobre el
maltrato de la mujer en Lima, y se quedó haciendo investigación,
propuestas legislativas y asesoramiento legal.
Flora Tristán tiene un servicio legal para mujeres maltratadas.
Actúa en las comisarías de mujeres, que desde el año pasado
empezaron a crearse también provincias. Es la responsable del
proyecto de capacitación de la policía femenina y masculina que
trabaja a nivel nacional en las comisarías.
- ¿Cómo surgieron las comisarías?
- La primera comisaría de mujeres se inauguró en agosto de l988,
surgió como un proyecto piloto. Ya en aquella época había una
sensibilización muy grande sobre el problema que vivían las
mujeres en mi país. Fue iniciativa de la diputada aprista, Bertha
González, apoyada luego por la policía nacional y presionada,
lógicamente, por el movimiento feminista y por la Comisión
Especial de Derecho de la Mujer, del Ministerio de Justicia.
- ¿Cómo funcionan y cuál es la estructura de las comisarías?
- Las ventajas que tienen estas comisarías es que el servicio
policial es brindado por mujeres y tienen una jurisdicción en
toda Lima Metropolitana. La mujer que ha sido violentada, acude,
denuncia, se recibe el caso, se le brinda tratamiento
psicológico, asesoramiento legal, asistencia social y médica
dependiendo del requerimiento de la persona.
La creación de estas comisarías generó al principio mucha
expectativa. En los primeros doce meses se recibieron
aproximadamente 4.100 denuncias. El promedio anual es de 5.000
denuncias. En los consultorios, tanto legales como psicológicos,
también atendemos a mujeres que no pueden asentar su denuncia
porque no presentan maltrato físico, sin embargo son agredidas de
otras formas, en total quienes van a dejar alguna constancia de
maltrato son 12.000 personas al año.
- ¿Cuál es la actitud de las mujeres policías con las mujeres
maltratadas?
- La policía no siempre está preparada para dar una orientación
adecuada. Por eso planteamos la necesidad de capacitar y
sensibilizar a la policía sobre la importancia de su rol y el
trato que se le debe dar a la mujer violentada. Realizamos un
Convenio con la Dirección de la Policía Nacional que obliga a la
policía femenina, que va a trabajar en las comisarías de mujeres,
a pasar por un curso de capacitación. Las policías dan
orientación a las mujeres maltratadas, ellas atienden las 24
horas del día. Mensualmente asisten a charlas de motivación a
cargo de diversos profesionales en las que también se imparten
relaciones humanas, asesoría legal y lo vinculado con trabajos de
las Comisarías.
- ¿Consideras que el nivel de la violencia ha bajado?
- Al inicio pareció que hubiera aumentado la violencia. Y es que
las denuncias que no eran presentadas en ningún lugar empezaron a
aparecer como información nueva. Muchas mujeres lograron poner su
denuncia por primera vez y otras insistieron en este nuevo
espacio. El crecimiento de la violencia está muy ligado a la
violencia estructural que se vive en mi país. Por ejemplo, los
policías y militares que estaban muy presionados por "Sendero
Luminoso" regresaron a la ciudad muy insensibilizados frente al
valor de la vida, para ellos matar o morir ya era parte de lo que
se había asumido, parte de la vida.
- ¿Cómo afecta a las mujeres peruanas la violencia generada por
Sendero Luminoso?
La amenaza es muy fuerte, últimamente el riesgo de muerte a
mujeres ha aumentado. Cuando Sendero estaba en provincias nadie
le daba importancia, pero cuando hace la entrada a Lima, la única
forma de afianzarse fue destruyendo las organizaciones. Los
maridos reciben una presión muy grande sobre todo si son obreros.
Sendero amenaza constantemente a las organizaciones sindicales,
se infiltra para asesinar, entonces ellos regresan a casa con una
carga negativa, el efecto es una cadena interminable. Las mujeres
organizadas han sido agredidas por Sendero, han muerto varias
dirigentes y muchas otras son amenazadas actualmente. Ellos
dicen, que lo que hacen estas organizaciones es apalear el hambre
y la miseria ocultando la realidad del país.
- ¿Existe otro tipo de violencia?
- Claro que sí, la violencia no solo es senderista también está
la situación económica y social. Por ejemplo, hay racionamiento
eléctrico y muchas mujeres trabajan y llegan de noche a sus
hogares, como no hay luz, el resultado es muchas mujeres
violadas. Otras mujeres aceptaron el asedio sexual en el trabajo
para sostener su empleo. En el Perú las tasas de desempleo son
altísimas y siempre se empieza por despedir a las mujeres.
El nivel de hacinamiento también es alto lo que aumenta el riesgo
de violación en especial a las niñas, por sus padres o
padrastros, tíos, hermanos que viven bajo un mismo techo.
Se resolvió recortar el presupuesto al vaso de leche, a una
organización de mujeres a nivel nacional, ellas se sienten
agredidas por que sus hijos ya no van a contar con lo necesario
para enfrentar el problema de la sobrevivencia.
- Cuéntanos algún caso de mujeres que han sido víctimas de la
violencia.
- En Villas de Salvador la capacidad organizativa fue asombrosa,
ellas están federadas y reúnen unas 50.000 personas de todas las
organizaciones barriales. La junta directiva estaba presidida por
María Elena Moyano o "Madre coraje", como se la conoce ahora, a
quien asesinaron el 15 de febrero de 1992. María Elena Moyano iba
tres o cuatro veces por semana a Villas del Salvador, sabíamos
que estaba amenazada, pero ella no quería darle importancia,
tratamos de protegerla, pero es muy difícil proteger a alguien en
el Perú, conseguimos apoyo económico para resguardarla en
nuestras casas hasta que pudiera salir del país. Pero ella
decidió ese sábado ir a casa para ver a sus hijos un ratito,
estando allá le dijeron que había una actividad (pollada) para
recaudar fondos para un comedor popular y la invitación a dar
unas palabras de aliento a las mujeres. Ella fue y allí la
mataron.
DESPUES DE LA CAPTURA DE ABIMAEL
La situación ha sido y sigue siendo muy difícil para la mujer.
Actualmente ha descendido el nivel de la violencia a raíz de la
captura de la cúpula de Sendero, pero igual hay acciones
violentas. La política neoliberal también agrede a todos, comenta
Silvia.
- ¿Estas limitaciones han impedido que la mujer peruana gane
espacio dentro de las organizaciones femeninas?
- Todo lo contrario, la mujer peruana ha ganado muchísimo en la
última década, se ha convertido en un actor social muy
importante. Cuando entró a la alcaldía de Lima, el Dr. Barrande
de la Izquierda Unida y propuso el vaso de leche, él nunca en su
vida se imaginó que este programa iba a tener una capacidad
increíble de organizar a las mujeres de todo el país.
Como el Municipio dio la leche en polvo, ellas se arreglaron para
repartirla y surgió la necesidad de hacer la olla común. Esto
generó una relación de mujer a mujer que no existía antes, y así
aumentó la organización. Hoy existe comités por distritos
provinciales y departamentales del vaso de leche.
El movimiento feminista descubrió que no era tan fácil decir que
solo era una estrategia de sobrevivencia. A nuestros ideales
radicales les pusimos un plazo más largo, en ese rato había que
pelear por una mejora inmediata para las mujeres, unida a un
cambio ideológico y a un cambio de postura que asombró a medio
mundo.
Hoy todas las mujeres están organizadas en algo, ya sea talleres,
comedores populares, el vaso de leche, la olla común, etc. Las
mujeres han sido actoras importantes, no son las mismas de hace
una década.
- Qué van a celebrar el 8 de marzo las mujeres peruanas?
- Nosotras para cada ocho de marzo siempre nos planteamos un
objetivo. Este año hemos participado en las propuestas a nivel
mundial: la reivindicación de que la violencia en contra de la
mujer constituye violación a los derechos humanos ha sido un tema
de discusión en mi país y se va a presionar ante la Asamblea de
las Naciones Unidas que se reunirá en junio de este año, para que
esta propuesta sea aceptada. Por otro lado, estamos apoyando y
asesorando al personal de Cancillería que está participando en la
Convención para la prevención y erradicación de la violencia
doméstica en los países de la OEA.
Este ocho de marzo vamos a realizar una marcha al Congreso
Nacional para volver a presentar el proyecto de Ley sobre
violencia doméstica y familiar, el mismo que se estaba debatiendo
en el Senado cuando se dio el auto golpe. En esto la prensa nos
ha apoyado muchísimo, hay una sensibilización muy grande frente
al trabajo que desarrollamos las mujeres, estoy segura de que
esta ley será aprobada.
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