El pacto social es política de Estado, lo dice
la ex Ministra de Trabajo. En Salinas se
resolvió que las mesas de concertación hagan
la reforma laboral.
El futuro del pacto social es incierto. A pesar
de los buenos augurios de representantes de
los tres sectores que participan -empresarios,
trabajadores y Gobierno- una cosa está clara:
el inédito acuerdo depende del plan
económico que anuncie el presidente Abdalá
Bucaram el próximo día domingo.
La ex ministra de Trabajo, Guadalupe León,
está segura de que el pacto seguirá por buen
camino. "No es una decisión personal, sino
una política de Estado y está apoyada por el
Presidente de la República, quien está
absolutamente convencido de que es positivo
y debe continuar".
Es más, según León, en la cumbre de Salinas
se definió que todos los debates sobre
necesidades de cambios en las relaciones
laborales, sean trasladados a las mesas
tripartitas de concertación.
Esto significa que ya existe el firme
compromiso del Presidente para no
incluir en el paquete de medidas
económicas este tema. Pero se fijarán
plazos para que las mesas los estudien y
resuelvan. El tope serían los cinco meses.
Mientras León aspira a que el proceso
continúe, independientemente de quien
será su reemplazo, los trabajadores no
piensan lo mismo.
Ramiro Veloz, presidente de turno del
Frente Unitario de Trabajadores (FUT),
estimó que la salida de la Ministra
debilita al proceso, pues ella hizo
esfuerzos por mantenerlo y defender
ese espacio.
"Pero si viene un ministro del perfil de
Adum, será muy difícil continuar con el
diálogo, que tendremos que seguir con
empleadores y trabajadores".
Para Galo Chiriboga, experto en temas
laborales, la concertación social fue
impulsada por la ex Ministra de Trabajo,
quien mostró apertura y predisposición
frente a la convocatoria de empresarios
y trabajadores. Si fue una acción de
exclusiva responsabilidad de la ex-
ministra, considero que el Gobierno
tendrá dificultades de seguirla.
"Si es parte de una política de Gobierno,
el presidente Bucaram tendrá que buscar
un secretario de Estado que sea bien visto
por los sindicatos y por los empresarios
y que tenga la capacidad y fortaleza
política para impulsar el proceso".
En su opinión, la falta de fortaleza
política para continuar el proceso,
dejaría aislado a cualquier nuevo
ministro.
Pero independientemente de lo que
ocurra en el Gobierno, e incluso de
las medidas económicas, las centrales
sindicales y los empresarios están
fortaleciendo sus relaciones
-catalogadas de históricas-, lo cual
podría dar como resultado que las
dos partes lleguen a acuerdos en
varias órbitas, sin la presencia oficial.
Si la propuesta del Gobierno vulnera
intereses de los trabajadores, relativos
a la estabilidad de su empleo, salarios,
tiempos de trabajo, utilidades...,
posiblemente vendrá un rompimiento
con las organizaciones laborales. Y en
ese caso, el Ejecutivo quedaría fuera
del pacto social.
Nicolás Espinosa, presidente de la
Cámara de Comercio de Quito, lamentó
la renuncia de León, "una de los pocas
ministras que tuvo contacto directo con
el sector empresarial, sobre todo para
tratar el delicado tema del pacto social,
que, en cuanto a la presencia del
Gobierno, está en riesgo". Ratificó que
las relación bilateral directa continuará.
Joyce de Ginatta, presidenta de la
Cámara de la Pequeña Industria del
Guayas, tras lamentar la renuncia de
Guadalupe León, sostuvo ayer que el
pacto no se detendrá, pues es el resultado
de un trabajo de más de dos años entre
los sectores productivos y los dirigentes
sindicales. "La flexibilización es
indispensable, pues el Código del
Trabajo empobreció a los trabajadores".
Un largo trecho en cuatro meses
25 de julio del 96 * Representantes de
empresarios y trabajadores suscriben,
luego de más un año de acercamiento, un
acuerdo bilateral que los compromete a
entrar en un proceso de concertación al
que invitan al Gobierno, a través de la
ministra de Trabajo, Guadalupe León.
21 de agosto * Se cumple la primera
reunión tripartita, en el Ministerio de
Trabajo, los tres sectores presentan sus
propuestas en la búsqueda del pacto.
2 de septiembre * Empresarios,
trabajadores y Gobierno logran
consenso sobre cuatro temas para
avanzar en el proceso de concertación:
unificación salarial, generación de
empleo, plan de capacitación y revisión
del sistema de seguridad social.
10 de septiembre * En la Presidencia
de la República, Abdalá Bucaram, la
Ministra de Trabajo, y representantes
de empresarios y trabajadores firman
el protocolo hacia el pacto social.
5 de noviembre * En Guayaquil,
delegados de los tres sectores
suscriben el reglamento para el
funcionamiento de las mesas de
trabajo que estudiarán los cuatro temas.
26 de noviembre * Guadalupe León
presenta la renuncia irrevocable a su
cargo de ministra de Trabajo.
El vínculo patrono-obrero es fuerte
Será una conversación abierta y franca,
dentro de las posibilidades de dos
sectores que tradicionalmente han sido
antagónicos y con intereses disímiles.
Los representantes de las Cámaras de
la Producción y de las centrales
sindicales se reunirán mañana para
avanzar en el proceso de concertación
y firmar un comunicado conjunto, una
especie de manifiesto al país.
Según los voceros de los dos sectores,
se tratará de una reunión de trabajo para
analizar la situación económica del país,
el programa de Gobierno y las
alternativas de solución a la crisis por la
que atraviesa.
Sobre esa base emitirán su
pronunciamiento conjunto.
La idea es conversar, con las cartas
sobre la mesa, sobre las propuestas y
aspiraciones de cada sector y hacer un
balance conjunto de los 100 días del
Gobierno de Abdalá Bucaram.
Unos y otros coinciden en señalar que
este no es el momento para ahondar sus
diferencias naturales, sino de buscar los
puntos en común que les permitan
construir una sociedad más solida y
justa.
La única forma de hacerlo es
encontrando el consenso entre
trabajadores y empresarios. Para eso
ambos grupos tienen una fuerte voluntad
de lograrlo, con perseverancia y
optimismo. (FUENTE: EL COMERCIO)
la ex Ministra de Trabajo. En Salinas se
resolvió que las mesas de concertación hagan
la reforma laboral.
El futuro del pacto social es incierto. A pesar
de los buenos augurios de representantes de
los tres sectores que participan -empresarios,
trabajadores y Gobierno- una cosa está clara:
el inédito acuerdo depende del plan
económico que anuncie el presidente Abdalá
Bucaram el próximo día domingo.
La ex ministra de Trabajo, Guadalupe León,
está segura de que el pacto seguirá por buen
camino. "No es una decisión personal, sino
una política de Estado y está apoyada por el
Presidente de la República, quien está
absolutamente convencido de que es positivo
y debe continuar".
Es más, según León, en la cumbre de Salinas
se definió que todos los debates sobre
necesidades de cambios en las relaciones
laborales, sean trasladados a las mesas
tripartitas de concertación.
Esto significa que ya existe el firme
compromiso del Presidente para no
incluir en el paquete de medidas
económicas este tema. Pero se fijarán
plazos para que las mesas los estudien y
resuelvan. El tope serían los cinco meses.
Mientras León aspira a que el proceso
continúe, independientemente de quien
será su reemplazo, los trabajadores no
piensan lo mismo.
Ramiro Veloz, presidente de turno del
Frente Unitario de Trabajadores (FUT),
estimó que la salida de la Ministra
debilita al proceso, pues ella hizo
esfuerzos por mantenerlo y defender
ese espacio.
"Pero si viene un ministro del perfil de
Adum, será muy difícil continuar con el
diálogo, que tendremos que seguir con
empleadores y trabajadores".
Para Galo Chiriboga, experto en temas
laborales, la concertación social fue
impulsada por la ex Ministra de Trabajo,
quien mostró apertura y predisposición
frente a la convocatoria de empresarios
y trabajadores. Si fue una acción de
exclusiva responsabilidad de la ex-
ministra, considero que el Gobierno
tendrá dificultades de seguirla.
"Si es parte de una política de Gobierno,
el presidente Bucaram tendrá que buscar
un secretario de Estado que sea bien visto
por los sindicatos y por los empresarios
y que tenga la capacidad y fortaleza
política para impulsar el proceso".
En su opinión, la falta de fortaleza
política para continuar el proceso,
dejaría aislado a cualquier nuevo
ministro.
Pero independientemente de lo que
ocurra en el Gobierno, e incluso de
las medidas económicas, las centrales
sindicales y los empresarios están
fortaleciendo sus relaciones
-catalogadas de históricas-, lo cual
podría dar como resultado que las
dos partes lleguen a acuerdos en
varias órbitas, sin la presencia oficial.
Si la propuesta del Gobierno vulnera
intereses de los trabajadores, relativos
a la estabilidad de su empleo, salarios,
tiempos de trabajo, utilidades...,
posiblemente vendrá un rompimiento
con las organizaciones laborales. Y en
ese caso, el Ejecutivo quedaría fuera
del pacto social.
Nicolás Espinosa, presidente de la
Cámara de Comercio de Quito, lamentó
la renuncia de León, "una de los pocas
ministras que tuvo contacto directo con
el sector empresarial, sobre todo para
tratar el delicado tema del pacto social,
que, en cuanto a la presencia del
Gobierno, está en riesgo". Ratificó que
las relación bilateral directa continuará.
Joyce de Ginatta, presidenta de la
Cámara de la Pequeña Industria del
Guayas, tras lamentar la renuncia de
Guadalupe León, sostuvo ayer que el
pacto no se detendrá, pues es el resultado
de un trabajo de más de dos años entre
los sectores productivos y los dirigentes
sindicales. "La flexibilización es
indispensable, pues el Código del
Trabajo empobreció a los trabajadores".
Un largo trecho en cuatro meses
25 de julio del 96 * Representantes de
empresarios y trabajadores suscriben,
luego de más un año de acercamiento, un
acuerdo bilateral que los compromete a
entrar en un proceso de concertación al
que invitan al Gobierno, a través de la
ministra de Trabajo, Guadalupe León.
21 de agosto * Se cumple la primera
reunión tripartita, en el Ministerio de
Trabajo, los tres sectores presentan sus
propuestas en la búsqueda del pacto.
2 de septiembre * Empresarios,
trabajadores y Gobierno logran
consenso sobre cuatro temas para
avanzar en el proceso de concertación:
unificación salarial, generación de
empleo, plan de capacitación y revisión
del sistema de seguridad social.
10 de septiembre * En la Presidencia
de la República, Abdalá Bucaram, la
Ministra de Trabajo, y representantes
de empresarios y trabajadores firman
el protocolo hacia el pacto social.
5 de noviembre * En Guayaquil,
delegados de los tres sectores
suscriben el reglamento para el
funcionamiento de las mesas de
trabajo que estudiarán los cuatro temas.
26 de noviembre * Guadalupe León
presenta la renuncia irrevocable a su
cargo de ministra de Trabajo.
El vínculo patrono-obrero es fuerte
Será una conversación abierta y franca,
dentro de las posibilidades de dos
sectores que tradicionalmente han sido
antagónicos y con intereses disímiles.
Los representantes de las Cámaras de
la Producción y de las centrales
sindicales se reunirán mañana para
avanzar en el proceso de concertación
y firmar un comunicado conjunto, una
especie de manifiesto al país.
Según los voceros de los dos sectores,
se tratará de una reunión de trabajo para
analizar la situación económica del país,
el programa de Gobierno y las
alternativas de solución a la crisis por la
que atraviesa.
Sobre esa base emitirán su
pronunciamiento conjunto.
La idea es conversar, con las cartas
sobre la mesa, sobre las propuestas y
aspiraciones de cada sector y hacer un
balance conjunto de los 100 días del
Gobierno de Abdalá Bucaram.
Unos y otros coinciden en señalar que
este no es el momento para ahondar sus
diferencias naturales, sino de buscar los
puntos en común que les permitan
construir una sociedad más solida y
justa.
La única forma de hacerlo es
encontrando el consenso entre
trabajadores y empresarios. Para eso
ambos grupos tienen una fuerte voluntad
de lograrlo, con perseverancia y
optimismo. (FUENTE: EL COMERCIO)
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