Caracas. 20.05.94. El ex presidente venezolano Carlos Andrés
Pérez se convirtió en el primer gobernante de la era democrática
en ser encarcelado tras haber sido, hace cinco años, el primero
en ser elegido dos veces para dirigir el país.

Pérez, de 72 años y oriundo de la región tachirense, fronteriza
con Colombia, se dedicó a la política desde sus años de
estudiante y es una de las figuras históricas del partido social
demócrata Acción Democrática (AD).

Conocido a nivel coloquial como CAP, siglas de Carlos Andrés
Pérez, el ex presidente tiene una bien sustentada fama de
trabajador incansable, capaz de rendir a sus colaboradores, y de
no retroceder ante las dificultades.

Su aplomo fue puesto a prueba en la explosión de protesta popular
de febrero de 1989, conocida cono el Caracazo; en 1992, cuando
logró salir airoso de dos intentos militares de golpe de Estado;
y en mayo de 1993, al acatar las decisiones de la Corte y del
Congreso de separarlo de la Presidencia.

Pérez estaba convencido de que su ascendiente sobre los
venezolanos -y llegó a alardear de "ser un mito" en su país- le
permitiría imponer un plan de ajuste económico tan severo como
el que aplicó en 1989 sin provocar violentas reacciones.

Muy pendiente de su imagen internacional y obsesionado por los problemas
de América Latina, de la que se considera uno de sus
líderes, confesó, cuando fue acusado de enriquecimiento ilícito,
no tener interés en el dinero sino en la proyección de su figura
y plasmó la frase "tengo hambre de Historia".

Uno de sus ex ministros, Humberto Calderón, lo calificó de
"megalómano" y criticó su tendencia a "no oír" aquellos consejos
de sus allegados que estuviesen reñidos con sus enfoques de los
problemas.

En opinión de analistas independientes, fue esa "suficiencia" la
que le llevó a tratar de burlar las normas, al desviar recursos
destinados a seguridad interna hacia Nicaragua, y a cometer el
"error" que dio pie al proceso por el que hoy fue encarcelado.

Los discursos de Pérez fueron una continua apología de la
integración latinoamericana, panacea que defendió ardorosamente
incluso, según sus críticos, a costa de hacer concesiones lesivas
a los intereses de Venezuela, especialmente con Colombia.

Los medios informativos retrataron la ambiguedad exhibida por
Pérez, a la hora de responder preguntas comprometedores, con una
frase que se repitió hasta la saciedad durante su mandato: "ni lo
uno ni lo otro, sino todo lo contrario".

La polémica vida política de CAP tuvo su continuidad en el plano
familiar, ya que fuera de su matrimonio con su prima Blanca

Rodríguez, con quien tuvo seis hijos, tuvo otro natural y otro
adoptado con su amante Cecilia Matos.

La relación extramarital de Pérez fue aireada con cautela durante
los primeros años de su mandato y con cierto descaro después de
los intentos de golpe, cuando se empezó a hablar abiertamente del
"entorno íntimo" del presidente.

En las denuncias que se hicieron se señaló que ese entorno,
manejado por Matos, estaba formado por políticos, empresarios y
militares de alto rango vinculados directa o indirectamente en
asuntos de corrupción.

Precisamente por ello, cuando la Corte sentencie sobre el actual
caso de malversación y peculado, Pérez deberá hacer frente a
otras acusaciones entre las que destaca la que asegura que tiene,
con Matos, cuentas millonarias en bancos extranjeros.

En todo caso, Pérez es definido como un auténtico "animal
político", curtido en mil batallas, con una piel tan dura como la
de un cocodrilo y con una inusual capacidad para tomar la
iniciativa a la menor oportunidad que le den sus adversarios.

DETENCION OPACA LA CRISIS DE VENEZUELA

La detención del ex presidente Carlos Andrés Pérez desplazó el
jueves, de los titulares de la prensa, la radio y la televisión a
las noticias sobre la crisis económica y social que vive
Venezuela.

El presidente venezolana Rafael Caldera llegó a sus 100 días en
el poder con un panorama cada vez más complejo y un balance en
que los analistas ponen el acento positivo en lo político y el
negativo en los económico.

La violencia estudiantil, que obligó a militarizar Caracas, signó
el fin de la luna de miel para el veterano líder demócrata
cristiano, que heredó un país sumergido en una combinada y sin
precedentes crisis política, económica y social.

Un déficit fiscal de 6% del Producto Interno Bruto (PIB) de
63.000 millones de dólares, una inflación que se anticipa de 60%
este año. Además, la inestabilidad en el campo económico llevó la
cotización del dólar de 118 bolívares el 29 de abril a 136 ayer,
con tendencia a mantener la curva devaluadora en los próximos
días.

Caldera enfrentó además una crisis en el sistema financiero,
estallada en enero, que forzó un auxilio a la banca que ya suma
el 33% del aporte petrolero al erario de 1994, muy menor por el
hundimiento de los precios.

Este sombrío panorama económico se ve acompañado de una aun
larvada tensión social por el empeoramiento de las condiciones de
vida, las demandas de los empleados públicos de mejoras
salariales para las que no hay recursos, huelgas en varios
sectores y agitación callejera de estudiantes y otros grupos.

Manifestaciones callejeras, huelgas en demanda de aumentos
salariales y protestas por los malos servicios públicos son
algunos de los hechos que se han repetido a diario durante las
últimas semanas.

Frente a este panorama, la prisión de Pérez ha servido para que
todos los medios de información hayan relegado a espacios
secundarios los problemas de inseguridad, aumentos de precios y
desequilibrios presupuestarios.

Pero el ministro del Interior, Ramón Escovar, rechazó el carácter
político de la actuación de la Corte y aseguró que "no se trata
de ninguna represalia sino de un proceso en toda regla".

Escovar fue el propulsor del enjuiciamiento de Pérez cuando hace
tres años, en su condición de Fiscal General de la República,
denunció el caso ante la Corte Suprema.

La decisión de la Corte, que no implica la culpabilidad de Pérez,
fue recibida con beneplácito por todos los sectores de la
sociedad venezolana, salvo por los socialdemócratas de Acción
Democrática (AD), el partido del ex gobernante.

Para los "adecos" la Corte actuó movida por fines políticos ya
que, según ellos, no hay pruebas que sustenten la culpabilidad de
Pérez y de sus ministros del Interior, Alejandro Izaguirre, y de
la Presidencia, Reinaldo Figueredo, también con autos de
detención.

Los portavoces de AD dieron a entender que la detención de Pérez
es un "pase de factura" y una forma para que la descontenta
ciudadanía desvíe la atención, por unos días, de los gravísimos
problemas económicos y sociales que la aquejan.

Por otra parte, los representantes de AD destacaron que la
actuación de la Corte, amén de política, no considera que Pérez
actuó en defensa de los intereses geopolíticos venezolanos al
ayudar en 1989 a la presidenta de Nicaragua, Violeta Chamorro.

Todo parece indicar que Pérez utilizó dinero de la partida
secreta para financiar la +Operación Orquídea+, en la que
policías venezolanos cuidaron de la seguridad de la presidenta de
Nicaragua en 1989.

Para los portavoces "adecos", esa actuación de Pérez consolidó la
democracia en Centroamérica y respondió a los intereses de
Venezuela en la región caribeña.

En todo caso, el juicio contra Pérez y sus dos ministros comienza
ahora, cuando se haga público el expediente y la defensa pueda
exponer sus alegatos.

Después de esta fase procesal la Corte emitirá la sentencia
definitiva, no apelable, sobre la inocencia o culpabilidad de
Pérez, quien si es condenado puede acumular penas de hasta tres
años por malversación y de hasta diez años por peculado.

Sin embargo, Pérez, que tiene 72 años, podría cumplir la
sentencia bajo la fórmula de arresto domiciliario, gracia a la
que tienen acceso todos los mayores de 70 años.

GARCIA MARQUEZ CRITICA "JUSTICIA COMO GARROTE POLITICO"

El escritor colombiano Gabriel García Márquez repudió hoy el
encarcelamiento del ex presidente de Venezuela Carlos Andrés
Pérez y dijo que se aplica la justicia "como garrote político".

"Un país está al garete cuando la justicia se usa como garrote
político", y "eso es demasiado evidente por estos días en
Venezuela y revela una grave crisis de liderazgo", afirmó García
Márquez, premio Nobel de Literatura de 1982, a la Cadena Radial
Colombiana (CARACOL).

El escritor ejerció el oficio de periodista en Caracas en la
década de los años 50 y es considerado en Colombia como una de
las personalidades del país que ha mantenido una estrecha amistad
con Pérez, que gobernó Venezuela entre 1974 y 1979 y entre 1989 y
1993.

La Corte Suprema de Justicia (CSJ) ordenó el miércoles la
detención y encarcelamiento de Pérez por los presuntos delitos de
malversación y peculado en la utilización en 1989 de una partida
secreta de 17 millones de dólares destinada en principio a gastos
de seguridad interna. (EFE) (9A)
EXPLORED
en Ciudad N/D

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