Dos vicepresidentes del área petrolera y tres de Pacifictel que la consultora seleccionó ya no están en el puesto
que aspiraban a ocupar.

Dos meses duró en Petroproducción y Petroindustrial la intención del gobierno de transformar a la empresa estatal de petróleos, Petroecuador, en una entidad netamente técnica. Carlos Luzuriaga y José Luis Ziritt, vicepresidente de Petroindustrial y Petroproducción, respectivamente, dejaron sus funciones por pedido “verbal” del presidente ejecutivo de Petroecuador, Luis Eduardo Camacho.

El 13 de julio le solicitaron la renuncia a Ziritt y el 21 a Luzuriaga. Los dos ex funcionarios fueron nominados, de una terna, por la auditora internacional Price Watherhouse Coopers; a inicios de mayo ganaron el concurso y el 14 del mismo mes fueron posesionados por Camacho.

Sin embargo, el ministro de Energía, Eduardo López, afirmó que salieron porque no cumplieron con las expectativas en los primeros 30 días. En Petroecuador no hubo respuesta. El presidente de la entidad está en Francia.

Carlos Luzuriaga, uno de los ganadores del concurso, no olvidó las palabras que en ese entonces, en medio de una rueda de prensa, dijo Camacho a los once flamantes funcionarios: “ustedes están aquí por mérito, no le deben el puesto a nadie, ejerzan sus funciones sin presiones políticas...”.

Ese discurso, Luzuriaga lo incluyó en su texto de renuncia, como una constancia.

El proceso de selección le costó al Estado 16.900 dólares; 1.300 dólares por terna aceptada en Petroecuador, es decir, que si alguna nómina no les convencía a los funcionarios, no había pago.

“Para llegar a una terna hubo que revisar hasta 100 carpetas”, informaron en la Price. Se eligió “a quienes cumplían el perfil requerido por Petroecuador; eso no significaba que eran los mejores, solo lo más opcionados entre quienes se presentaron”.

La Price presentó trece ternas y otras tres quedaron desiertas porque no hubo suficientes candidatos.

Aspirantes

Más de 2.200 personas dejaron sus carpetas en la estatal petrolera, y días después la Price convocó a aquellos que se presentaron, más otros, que ingresaran nuevamente los datos en la página web.

Cuando el presidente de la República, coronel Lucio Gutiérrez, anunció el 27 de febrero pasado una reestructuración total en las empresas eléctricas, telefónicas y petrolera, incluyó la despolitización y tecnificación.

Días después, el Estado contrató a la auditora Price Waterhouse Coopers para que seleccionara el personal más idóneo. La primera tarea fue elegir profesionales para llenar 18 vacantes; no se buscó un presidente ejecutivo, pues dijeron que ese sería el único cargo político.

Antes de que el gobierno nombrara a la empresa Price para que se encargara de la selección del personal en estas entidades estatales, las autoridades habían dicho que ese trabajo lo haría un tribunal anónimo.

Dos semanas después de ese anuncio, a mediados de marzo pasado, se escogió a Price Waterhouse Coopers para que seleccionara a profesionales para 18 puestos directivos en Petroecuador, para los cuales aplicaron miles de aspirantes, dijeron las autoridades del Gobierno.

En el caso de la telefónica Pacifictel también se dieron cambios en tres vicepresidencias de la empresa: Operaciones, Financiera y Regional. Ahora tres personas encargadas en esos cargos.

Tres salidas en áreas claves de Pacifictel

Pacifictel se quedó sin otro de sus vicepresidentes la semana pasada, con el que son tres los ejecutivos elegidos por la firma Price Waterhouse que han salido de sus cargos.

El jueves pasado asumió como encargado de la vicepresidencia regional de la telefónica Carlos Alvarado Galarza, en reemplazo de Neyman Naranjo. El cambio se dio “por cuestiones internas”, según un funcionario de la empresa.

Las vicepresidencias Financiera y de Operaciones también están encargadas, pues sus titulares desistieron de sus cargos.

El presidente del directorio de Pacifictel, Pablo Chambers, asegura que las salidas se dieron porque los funcionarios seleccionados no estuvieron de acuerdo con el sueldo, que va entre los 3.000 y 3.500 dólares mensuales.

Para esta semana la telefónica prevé anunciar oficialmente los cambios que se dieron en las vicepresidencias. El Fondo de Solidaridad y la administración de Pacifictel pueden tomar en cuenta a los aspirantes de la Price o poner a cualquier otro candidato, indicó el presidente ejecutivo de la empresa, ratificado por la firma Price, Alberto Pérez-Llona.

La directiva propuesta por Price Waterhouse se mantiene en funciones: los cinco integrantes principales y los cinco suplentes. Incluso iniciaron una reestructuración de la empresa con el despido de 220 empleados, de los cuales se estima que se reemplazarán el 30% de las vacantes.

El Fondo de Solidaridad posesionó a 19 ejecutivos en Pacifictel, de los cuales permanecen 16. Mientras que en la otra telefónica estatal, Andinatel, se mantienen en funciones los 17 funcionarios designados por la firma asesora.

Carlos Luzuriaga: Iba a callar todo esto

El temor a represalias, “porque existen fuertes intereses en Petroecuador”, motivó a Carlos Luzuriaga, ex vicepresidente de Petroindustrial, a guardar silencio sobre las verdaderas causas de su salida.

“Iba a callar todo esto”, pero las declaraciones del ministro de Energía, Eduardo López, respecto de que no se cumplieron las metas en el tiempo esperado, colmaron su paciencia.

Luzuriaga ingresó a la empresa en 1980 y hasta hace cuatro años y medio trabajó en ella. Se presentó al concurso para seleccionar personal que se convocó este año porque creyó en un cambio técnico dentro de la estatal.

Pregunta: ¿Por qué salió de Petroindustrial?

Respuesta: Porque el presidente ejecutivo de Petroecuador, Luis Camacho, me pidió verbalmente la renuncia. Incluso, el Ministro (de Energía) me dijo: Esto es un juego político y hay que jugarlo, hay que dar puestos; yo lo que quiero es votos para aprobar las reformas a la Ley de Hidrocarburos.

P: ¿Entonces, el responsable directo es el Presidente de Petroecuador?

R: Yo no lo culpo. Él recibe órdenes del Ministro y este, a su vez, órdenes superiores. Ellos simplemente son ejecutores.

P: ¿Qué hizo en dos meses?

R: Reorganicé algunos puestos. Se impartieron disposiciones para agilizar los trámites de contratos, adquisiciones, transparencia de concursos. Rescindí algunos contratos temporales y de servicios profesionales innecesarios.

P: ¿Qué órdenes recibió?

R: Que a todos los jefes de unidades se les dé la titularización. Pero eso no puede hacerse porque la gente de carrera, al subir a un cargo administrativo de libre remoción, puede salir en cualquier momento, sin un centavo.

P: ¿Hubo mucha injerencia política?

R: Por teléfono. Me decían (no especificó quién) pon a fulano, pon a fulano. Yo me opuse. (Los recomendados) no tenían el perfil, los antecedentes eran pésimos, pero a pesar de ello me impusieron un coronel en la Superintendencia de Esmeraldas.

P: ¿Solo aceptó un recomendado?

R: Uno de los casos que lamentablemente tuve que aceptar –por exigencia del Ministro (de Energía)– fue colocar a un señor Barco, no recuerdo el nombre. Me dijo ponle donde no te estorbe y así lo hice. Le puse en capacitación, en la refinería de La Libertad.

P: ¿Usted tiene algún documento de recomendación de esas personas?

R: Lamentablemente todas estas cuestiones se hacían por teléfono; nunca por escrito. Cuando yo solicitaba algo por escrito me decían olvídate.

José Ziritt: Me pidieron dejar el cargo

José Luis Ziritt, ex vicepresidente de Petroproducción, también salió de la entidad por presiones políticas. Su meta fue incrementar la producción.

Para él, la empresa no cuenta con un plan estratégico a largo plazo, no existen lineamientos en el gobierno, no hay continuidad en las autoridades y eso impide que la estatal flote.

A eso suma la baja autoestima del personal y los elevados niveles de corrupción. Según Ziritt existe demasiada burocracia. “La politización está acabando con la empresa”.

Pregunta: ¿Cómo llegó a Petroecuador?

Respuesta: Ingresé mi carpeta en Petroecuador. Después se habló que tenía que hacerlo a través de la Price, acudí a cuatro entrevistas, hubo pruebas psicológicas, de coeficiente intelectual. Finalmente me eligieron.

P: ¿Por qué renunció?

R: Porque me pidieron que deje el cargo.

P: ¿Quién?

R: El ingeniero (Luis) Camacho. Solo me dijo que había recibido la orden de que deje el cargo.

P: Pero, usted no está del todo desvinculado de la empresa; tiene otras funciones...

R: Hablé con el Ministro (de Energía) para pedir una explicación sobre mi salida y me solicitó que trabajara en la creación del Instituto Ecuatoriano del Petróleo. Acepté y tengo un contrato por un año. Las funciones las empiezo el día lunes (hoy).

P: ¿Qué estabilidad le ofrecieron?

R: La misma que tuve en la Vicepresidencia de Petroproducción.

P: ¿Qué hará el Instituto?

R: Primero, tiene que ser autónomo. La idea es que brinde un soporte técnico a la nueva empresa. Estoy analizando el marco legal.

P: ¿Qué hizo en dos meses en la vicepresidencia?

R: Estudié la empresa, motivé a la gente pues su autoestima estaba baja y producto de ello, los trabajadores empezaron a mejorar su calidad de trabajo. Cuando quise ejecutar algunos cambios me pidieron la renuncia.

P: ¿Recibió presiones políticas?

R: A mí lo primero que me ofrecieron, apenas se enteraron que iba a la Vicepresidencia, fue dinero. Llegó una persona, a través de mi hermano, a pedirme, que por favor ponga a tal persona de subgerente para negociar los contratos y repartirnos el 10%.

P: ¿Cuál es el nombre de esa persona?

R: Se lo di al Ministro.

P: ¿Identificó a alguien que ejercía presión política?

R: No, eso no. Había mucha gente que llamaba a nombre del Ministro. Yo le consultaba sobre el pedido y él decía que no. Quizá mucha gente utilizó los nombres de las autoridades.
EXPLORED
en Ciudad Quito

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