Quito. 17.07.95. Es argentino, psicólogo, tiene 39 años y desde
hace dos vive en el Ecuador con su compañero, Laurent. Carlos
Avalle no titubea cuando te dice que es homosexual...

- Viviste algún tiempo en los Estados Unidos...

Sí, viví allá 17 años y luego vine para acá, con mi compañero.

- ¿Resultó muy fuerte el contraste entre el grado de aceptación
que encontraste allá y el que encuentras aquí?

Los Estados Unidos tienen la fama de ser una sociedad liberal,
pero allí se da un fenómeno muy raro: hay una parte de la
población que es muy liberal, pero también hay otra que es muy
conservadora. Yo vivía en Nueva York, una ciudad bastante
abierta; pero eso no impidió que me pegaran, que me tiraran
cosas, que me gritaran cuando iba por la calle... porque hay
mucha gente con mentalidad conservadora, llena de prejuicios
hacia los grupos minoritarios. Eso sí, contra la discriminación
en los EEUU hay leyes que protegen a los homosexuales -y a otras
minorías- de ser despedidos del trabajo o arrojados de la casa en
que viven por su condición...

- ¿Y aquí?

Como mi homosexualidad la tengo asumida y sé bien lo que soy, mi
vida acá la llevo normalmente y tengo amigos. Al principio choqué
con la gente porque soy abierto y digo: "te presento a Laurent,
mi compañero". Muchos se quedan cortados y no saben cómo
reaccionar. Y así es en todo, no solo en eso: las personas aquí
no están acostumbradas a que se les diga las cosas cien por
ciento honesta y directamente.

- ¿Fue difícil hacer amigos?

Difícil, muy difícil. Yo trataba de entablar relaciones, las
promovía, buscaba a la gente... pero no recibía igual respuesta.

- ¿Crees que eso tenía que ver con tu condición sexual?

No, es una cuestión de idiosincrasia, de la ciudad o del país, no
sé. En el mundo en que me muevo, el de los artistas, la gente es
abierta: conocieron a mi compañero, vinieron a mi casa... si su
actitud hubiera tenido relación con mi homosexualidad yo lo
habría sentido.

- Y en lo profesional... ¿cómo marchan las cosas?

Tengo pacientes regulares y como mi trabajo es así, individual...
ellos no vienen aquí a saber de mi vida privada, si no a
compartir conmigo sus cosas.

- Decías hace un momento que tienes asumida tu homosexualidad...
¿qué tan difícil fue llegar a este punto?

Desde que yo tengo memoria, siempre tuve fantasías con hombres.
Hay quienes recuerdan que cuando eran chicos un hombre vino y los
tocó, los besó... y piensan que ese fue un factor determinante,
pero yo creo que la sexualidad la sientes desde un principio.

Fue especialmente duro aceptarme en la secundaria, por las burlas
de los chicos otros cursos: eso te trae inseguridad, no puedes
ser tú porque la posibilidad de rechazo es una constante amenaza.
Recién a los 20 años, cuando entablé una relación con Ricardo, me
definí: esa relación fue decisiva porque, después de casi un año
de estar juntos, no me di cuenta -porque lo sabía-, sino que lo
asumí y me dije: ­déjate de andar diciendo que no!

- ¿Nunca entablaste una relación amorosa con una mujer?

Una vez salí con una muchacha... pero no fue para nada
placentero, no era lo que yo quería.

- ¿Cómo ha reaccionado tu familia?

Vengo de una familia de padre italiano. El murió. Yo soy el
último de cuatro hermanos. Fue mi segundo hermano a quien primero
le conté, y él me dijo que me quería y me deseaba lo mejor... Una
tía mía, en cambio, cuando se enteró me envió a los EEUU una
carta tan terrible que lloré dos semanas seguidas por ella.

- ¿Y tu mamá?

Ella me dijo que solo quería mi felicidad...

En realidad este es un proceso de cada uno, es como lo que sucede
con mis pacientes: a medida que uno se va asumiendo como es va
cambiando el entorno, y uno empieza a decir las cosas como son, a
pedir lo que quiere, a poner los límites... asumirse es como
ponerle aceite a la máquina.

- Muchas veces me he preguntado si la lucha con uno mismo y su
sociedad es más difícil para alguien que es homosexual que para
otros individuos que tampoco se ajustan a los "patrones"
establecidos: las personas gordas, los discapacitados, las
minorías étnicas...

Yo creo que todos queremos ser aceptados por la mayoría de la
gente. No sé si es más duro para un homosexual que para alguien
con sobrepeso o un negro... la discriminación nos duele a todos
en el momento en que la sentimos.

SI YO PUDIERA ESCOGER...

- ¿Cuánto tiempo llevan juntos tú y Laurent?

Son seis años. A veces cuando lo digo, me responden que mi caso
es una excepción; la gente no cree que un homosexual pueda tener
una relación estable y duradera, pero no es así: seas lo que seas
eres ante todo un ser humano y tienes la misma necesidad que
todos de ser querido, de querer, de expresarte artísticamente. No
importa que seas heterosexual, bisexual, homosexual, lesbiana...
todo el mundo quiere tener un compañero o compañera.

- Como ese, hay muchos otros mitos y prejuicios que rodean a la
homosexualidad...

Sí, hay conceptos equivocados, entre ellos, que todos los
homosexuales quieren ser mujeres, y no es así: yo, por ejemplo,
no quiero ser mujer, pero en los periódicos, siempre que hablan
de homosexualidad ponen fotografías de travestis, cuando, de cada
cuatro travestis, apenas uno es homosexual.

Otro mito es que nosotros queremos "reclutar" gente, pero no, no
somos un partido político y si tú eres heterosexual, yo puedo
hacer lo que quiera, pararme de cabeza o lo que sea, que tú no
vas a cambiar.

Muchos dicen también que si somos homosexuales y lesbianas se va
a exterminar la especie... yo no creo que haya un homosexual
sobre la tierra que quiera eso.

- Cuando te conocí, dijiste que si pudieras elegir, no tardarías
dos segundos en escoger la heterosexualidad...

Es que es difícil ser homosexual. Ser diferente es difícil. Te
topas con prejuicios; en la calle te dicen cosas hirientes,
groseras, sin sentido... duele tener que mirar atrás para ver si
quien te está siguiendo no viene con un revolver para matarte. La
vida sería mucho más fácil para mí si yo fuera heterosexual, y
esa es la única razón por la que lo dije. He logrado la felicidad
siendo lo que soy: con Laurent tenemos problemas, peleas,
acercamientos, cariño, amor, como cualquier pareja.

- Uno de los argumentos centrales de quienes no aceptan la
homosexualidad es que se trata de algo que va "contra natura"...
¿tú qué piensas?

Si nos remontamos a la época griega, veremos que la
homosexualidad era completamente aceptada; en las culturas
islámicas, las relaciones entre homosexuales y lesbianas han sido
lo más común... y eso no paró la evolución del mundo. No queremos
que todos sean homosexuales, y nuestra existencia no ha sido un
freno para la humanidad: en el mundo artístico, los homosexuales
han sido revolucionarios; ha habido pintores, bailarines,
arquitectos poseedores de un talento extraordinario que han
impulsado a las culturas hacia adelante.

- Lo que ustedes exigen es tolerancia...

Y respeto, sobre todo en los medios de comunicación. No
pretendemos que no se publiquen opiniones contrarias a las
nuestras, pero sí que el tema sea tratado como una totalidad.

Creo que nunca llegaremos a una aceptación de todo el mundo a
todo el mundo; lo importante es que, en vez de limitarnos y crear
mundos aparte, tenemos que hacer que la diversidad nos enriquezca
y nos haga crecer como seres humanos. (7A)
EXPLORED
en Ciudad N/D

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