Quito. 10.11.91. Frente a una pared cubierta de propaganda
política las reacciones son generalmente las mismas: hastío
por el estado de la ciudad y asombro ante el gasto en este
tipo de manifestaciones, y de las campañas políticas en
general. Los costos de pintura, papeles, pegamento, mano de
obra, no son despreciables, pero no son los rubros mayores de
una campaña electoral.

Si bien todas las dignidades a la final cuestan, la más
importante en cuanto a presupuesto se refiere es la
presidencia de la República. Hoy en día un candidato
a presidente no nace, se hace. Para "hacer" un candidato a
presidente, los rubros mayores son invisibles para el gran
público.

La campaña arranca

Una de las inversiones más importantes al comenzar la campaña
es "producir" la imagen del candidato. El "mercadeo político
es cada vez más importante, más poderoso en la decisión de los
votantes", confió un experto a HOY.

Estos servicios son realizados por compañías extranjeras
especializadas en publicidad política. Solo pequeñas campañas,
como las de ciertas alcaldías, se realizan por compañías
nacionales.

Las compañías especializadas preparan y asesoran al candidato,
presentan y fabrican su imagen. Los especialistas lo
consideran "buena inversión", ya que las líneas definidas por
los estudios realizados pueden dar fenómenos como los de
Fujimori en el Perú. Esta candidatura se hizo en base de los
vacíos políticos resentidos en la población. El precio del
mercadeo político depende del tipo de contrato, el tiempo y el
"genio" que lo haga, pero puede variar de cinco mil a 20 mil
dólares semanales.

Estos servicios van a la par con las encuestas: a medida que
se va creando la imagen del candidato, se va probando su
eficacia a través de ellas. En función de los resultados de
este trabajo, han salido "slogans" como "pan, techo y empleo",
que reflejan las necesidades de la población.

Según algunos especialistas, las encuestas deben realizarse
cada 15 días. Otros opinan que no hay una regla fija, que todo
va en función de las necesidades de la campaña. El costo de
este servicio oscila entre los 300 y 350 millones de sucres,
en un período de 6 meses.

Santiago Nieto de "Informe Confidencial", asegura que campañas
como las de Sixto Durán Ballén deben recurrir con mayor
asiduidad a los sondeos, porque no tiene bases políticas como
la de los partidos más antiguos.

850 mil sucres un minuto

Según otro especialista consultado por HOY, el mayor rubro de
una campaña política es el de la publicidad en los medios de
comunicación audiovisual. Para mantener lo que los expertos
llaman "presencia", se estima que debe haber un promedio de
cinco cuñas (propagandas) diarias de televisión, y 20 cuñas en
la radio.

Actualmente, uno de los canales de televisión nacional fija su
tarifa de un minuto, en el horario de mayor audiencia, en 850
mil sucres por minuto. Si bien se hacen contratos por
"paquete", la propaganda política tiene costos mayores que la
publicidad comercial.

A un espacio político contratado se le aplica la tarifa mas
cara, y se le suma un 30 por ciento.

En publicidad audiovisual, en un período de seis meses, la
campaña del actual presidente de la República Rodrigo Borja
costó 400 millones de sucres en 1988, según lo estima un
publicista que participó en la campaña de ese año. Para
mantener esta misma presencia se calcula que, actualmente,
tendría un costo de 2 mil millones de sucres.

En las calles

En la publicidad, otro rubro importante es la propaganda en
las calles. Murales y papeles pegados cubren todas las
ciudades del país. El costo varía de un partido a otro, pero
en esos gastos hay que incluir el material, el precio de la
mano de obra cobrado por metro cuadrado, y las personas que se
ocupan de proteger a los pintores.

A esto se le aumenta todo el material de identificación, como
calcomanías, pancartas y camisetas.

La presencia humana

La organización de las manifestaciones políticas tiene también
un costo enorme. Montar la manifestación implica las tarimas,
equipos de sonido y luz, además del transporte de los
asistentes y la alimentación.

El costo se abarata cuando se trata de partidos grandes y
organizados, porque cuentan con el trabajo voluntario de los
militantes. Pero no siempre las concentraciones políticas son
espontáneas. En Guayaquil, una práctica muy usual es la
"fabricación de manifestaciones": los dirigentes de
cooperativas populares llevan a su "gente" para las
concentraciones políticas, y después de las manifestaciones
cada asistente recibe una remuneración. A esto se le debe
agregar, en ciertos casos, el costo de los equipos de
seguridad.

Sobre ruedas

Otro de los grandes rubros en la campaña política es el
transporte del candidato. Se considera que un candidato
presidencial debe visitar, por lo bajo, una vez cada capital
de provincia durante la campaña. Con el candidato se desplazan
equipos de al menos quince personas. Según apreciaciones de
los conocedores, para la movilización de esta pequeña comitiva
electoral se debe contar con 15 millones de sucres en los seis
meses que dura la lucha.

La suma de los millones necesarios para la campaña forma una
extensa lista, que varía de un partido a otro. Sin embargo
candidaturas mayores y menores deben afrontar gastos
millonarios, aunque, afirma un dirigente político, "no hay que
mostrar una campaña muy costosa, porque eso disgusta a los
electores".

Cortos

- La práctica de las manifestaciones preparadas es muy antigua
en el Ecuador. Cuentan que Assad Bucaram apoyaba que sus
partidarios acudieran a concentraciones de varios partidos,
"porque tienen que ganarse el pan, pero el voto es para mí".

- Jaime Toral Zalamea y Carlos Castro fueron grandes
promotores de las manifestaciones organizadas.

- En Guayaquil, los políticos cuentan en promedio con tres
guardespaldas, cada uno tiene un sueldo de 300 mil sucres.
Durante las concentraciones políticas el número de "agentes de
seguridad" se multiplica vertiginosamente.

- Hay otro gasto extra, particular de esta ciudad: los
"cuidadores de muros". En las paredes más atractivas para la
propaganda política se asigna un guardián para que no permita
que allí otros partidos pinten sus murales.

- La cuña política de 30 segundos en la radio cuesta de siete
a ocho mil sucres, es decir el doble de lo que se cobra a la
publicidad comercial. El pago debe ser hecho por anticipado.
En seis meses, un partido político gana 4 millones 200 mil
sucres a una sola emisora.

- Cobrar tarifas mas elevadas para la propaganda política va
contra la ley de publicidad electoral, que prevé, al
contrario, una reducción de los precios.

- Otro gran gasto electoral es el de aguinaldos en los comités
barriales: sacos de azúcar, café y arroz se reparten en estas
concentraciones urbanas. Además de los regalos a los
"partidarios": el grifo de agua que falta, las camisetas del
equipo de fútbol.

- Existe una cuenta en "imprevistos", en la que se contabiliza
los gastos de los espacios políticos contratados, cuyo precio
va de 5 a 10 millones de sucres. En los "imprevistos" también
entra el precio de las curaciones de los militantes, por
accidentes en enfrentamientos políticos.

- Dicen que la campaña de Sixto tendrá un costo mayor al de
los otros partidos, porque el PUR no solo debe afrontar la
campaña, sino también la formación del partido.

- Se asegura que la campaña de Rodrigo Borja en el 88 costó
800 millones de sucres, sin contar con la asesoría de
mercadeo. Según el tesorero de la ID, "solo" costó 400
millones de sucres.

- En el 84 se estimó que la campaña de León Febres Cordero
costó 25 millones de dólares. En la campaña se hacían 60
visitas al día. (3A)
EXPLORED
en Ciudad N/D

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