Guayaquil. 22 nov 99. La ordenanza municipal exige guardar 4,5
m de retiro. En Sauces III la ley no se cumple. Y los casos
empeoran con las invasiones en los suburbios.

El escenario en Sauces III, al norte de Guayaquil, es similar al
de una zona de desastre. Las carretas de los albañiles van y
vienen con material de construcción y desechos de paredes y muros
derribados para hacer cumplir con la ordenanza municipal, de no
violar los espacios públicos.

Frente a una de las casas, Rosa Viejó hace cálculos de los
gastos. Sabe que solo para reubicar el cerramiento, menos de un
metro hacia atrás, invertirá unos 6 millones de sucres. Y eso no
lo considera justo."Tengo 17 años viviendo aquí y, hace 10,
levanté mi cerca para protegerme de la delincuencia. Y nunca
nadie dijo nada al respecto hasta ahora", comenta. Y asegura que
su intención no era violar el espacio público, solo era para
resguardar sus bienes.

Las ciudadelas Sauces, al norte, llegaron a tal nivel de desorden
que, durante las mediciones de los técnicos municipales, a
inicios de año, se constató que los propietarios habían avanzado
hasta un metro adelante, violando la línea de fabricación.

Las distancias entre una y otra casa, separada por una peatonal
llegaron a apenas un metro y diez centímetros. En el caso de la
ocupación de espacios aéreos, por la construcción de balcones y
ampliación de salas y cuartos, es fácil colocar una tabla y
pasarse de un departamento a otro, en los bloques
multifamiliares.

"Una vez el carro de los bomberos no pudo ingresar a la casa de
mi vecino que se estaba incendiando por lo que tuvimos que hacer
cadena para poder llevar la manguera y apagar el fuego", comenta
Luis Espinoza, morador de Sauces III. Esa anécdota justifica la
urgencia del Municipio.

En Sauces V, de unas 350 casas, la mayoría ya ha cumplido con la
ordenanza del Cabildo. Las peatonales lucen amplias y ordenadas.
Los propietarios a pesar de reconocer lo positivo de la medida,
aún se quejan por la inversión que hicieron.

"Realmente era un gasto que no lo tenía en mi presupuesto, pero
tendré que retroceder", comentaba Ana Román.

El proceso emprendido hace casi un año por el Municipio de
Guayaquil está dando resultados: los propietarios de las
viviendas están retrocediendo sus cercas y dejan como ancho
mínimo 4,50 metros de vereda, tal como lo exige la ordenanza.

Luis Pérez Merino, director de la Dirección de Urbanismo, Avalúos
y Registro del Municipio de Guayaquil, (DUAR), reconoce que el
proceso marcha lentamente, debido a la situación económica del
país; "sin embargo los usuarios están respondiendo
favorablemente, especialmente los de Sauces III y V". Ahí unas
700 casas están retrocediendo sus cercas, esto según el informe
de las comisarías municipales Quinta y Sexta .

La idea es controlar la línea de fábrica y en los casos que
existan infracciones en el uso de espacio aéreo."El espacio
físico de la vía se ocupa también con postes de alumbrado y
cables. Existen casos donde en medio de la casa pasan los cables,
precisamente porque expanden su espacio aéreo", dice Merino.

No se puede especificar al momento cuántos terrenos en Guayaquil
violan la línea de fabricación, pues la aparición de nuevas
invasiones, luego del fenómeno El Niño, especialmente a la altura
del botadero las Iguanas, hace más difícil la labor de control
por parte de las comisarías y de la DUAR.

Mientras en las comisarías de construcciones se ordena el
retroceso de una calle, 10 nuevas viviendas se están construyendo
fuera de la línea de fabricación, lo que "representa un trabajo
de hormiga para los inspectores municipales".

El Municipio viene trabajando en sectores como Urdesa, Sauces III
y V, para ordenar lo tiene que ver con líneas de fabricación. Y
en las ciudadelas Guayacanes y Alborada, también con parques
convertidos en garajes y depósitos.

Primero fue la avenida Las Monjas, ubicada en Urdesa, donde 54
predios (en enero) tuvieron que retroceder por haber violado la
línea de fabricación (cuatro metros y medio de acera), luego
siguieron los 143 predios de la avenida Jorge Pérez Concha
(Circunvalación) también en Urdesa.

A los propietarios de viviendas en otras calles como Guayacanes
(32 predios), Todos Los Santos (15 predios) y Dátiles se les
notificó y retrocedieron, sin causar problemas.

Los infractores ya tienen sus plazos

Malas obras * Las comisarías identifican semanalmente un promedio
de 30 casos de construcciones que no cumplen con una u otra
especificación estipulada en la ley municipal.

No a los edificios * En ciudadelas privadas como la Kennedy hay
construcciones que a pesar de tener autorización para levantar
una planta o dos, se exceden En la altura. Los propietarios serán
notificados para que se acojan al límite.

Límite de altura * Los propietarios de un inmueble que tenga más
de 450 metros cuadrados de área de terreno, solo podrán construir
cuatro pisos.

Con el permiso * La línea de fábrica es fijada por el Municipio
cuando los propietarios solicitan el permiso de construcción, de
acuerdo a las mediciones de los terrenos que realizan los
inspectores municipales.

Problemas del BEV * Otro de los problemas que ha tenido que
enfrentar el Municipio es que durante varios años los usuarios
del norte de la ciudad pensaron que las ciudadelas no habían sido
entregadas por el Banco Ecuatoriano de la Vivienda (BEV) al
Municipio.

Las infracciones * Construir más de 2 pisos en áreas no
autorizadas, invadir el área peatonal, hacer balcones o
habitaciones como ampliaciones en los condominios.

Los plazos * El tiempo para que los infractores se reubiquen en
la línea de fábrica, una vez notificados, va desde 15 días hasta
dos o tres meses. (Texto tomado de El Comercio)
EXPLORED
en Ciudad Guayaquil

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