Guayaquil. 09. may 96. Ha comenzado la cuenta regresiva para la primera
vuelta electoral. Pese a que 25% de los electores no ha definido su
preferencia electoral, hay consenso: habrá segunda vuelta y sólo cuatro
de las nueve candidaturas postuladas tienen posibilidades de estar en
esa segunda vuelta.

En la era de las comunicaciones visuales y las autopistas de
información electrónica, el éxito o fracaso de una candidatura no solo
dependen de la calidad del postulante, sino de sus atributos como
candidato, de su estructura de campaña, de sus recursos financieros y
de su estrategia política. Atrás quedaron los tiempos en que bastaba
"un balcón para ser presidente".

EL CANDIDATO

Según una investigación de Santiago Pérez de Informe Confidencial,
publicada en el diario El Comercio, el 14 de abril, los electores
ecuatorianos prefieren para presidente a un hombre joven, casado,
costeño y que vista con corbata. Para Cedatos, en la misma publicación,
este hombre debe tener como cualidades principales: honradez,
conocimiento de los problemas del país, conocimiento de los problemas
de la gente, hablar con la verdad y preocuparse por los aspectos
sociales antes que por otros problemas.

Confrontados seis de los aspirantes presidenciales contra este perfil
ideal, todos están bastante lejos de la calificación promedio de 9,5
sobre 10. Rodrigo Paz es considerado el más honrado (6,4), Abdalá
Bucaram, el menos (5,6). Jaime Nebot (6,9) seguido por Paz (6,5) son
vistos como los que mejor conocen los problemas del país. A Nebot se lo
vislumbra como el más talentoso (7,4), seguido por Ricardo Noboa (6,7).
Sobre que hable con la verdad, los electores creen en Paz (6,2) y no
creen en Noboa (5,7).

SER CONOCIDO

En un artículo académico, los consultores políticos William R. Keach y
Donald Matthews sostienen que el criterio básico para nominar a un
candidato debe ser su popularidad. "Si los medios de comunicación
masiva no le prestan atención a una persona, ésta no tiene ningún
chance de ser elegida". Explican, además, que casi son insuperables las
ventajas de quienes han ejercido un cargo público, sin mayores
controversias. Esta premisa justificaría la probable reelección de los
alcaldes de las principales ciudades del país en 1996.

De los candidatos presidenciales tres: Bucaram, Vargas y Nebot son
veteranos en la contienda. Es el tercer intento para Vargas y Bucaram y
el segundo para Nebot. Bucaram (1988) y Nebot (1992) han llegado a la
segunda vuelta. Además, los tres han ganado elecciones para otros
cargos: Bucaram, alcalde de Guayaquil (1984), Nebot (1990) y Vargas
(1992) diputados provinciales. Por su parte: Paz, Noboa y Castelló
también han logrado cargos de elección popular. Paz fue alcalde de
Quito (1988); Noboa (1992) y Castelló (1992) diputados. Pese a la
visibilidad de sus cargos ni Paz, ni Noboa ni Castelló son tan
conocidos como Nebot y Bucaram a nivel nacional, por cuanto ésta es su
primera contienda presidencial.

Finalmente, son totalmente nuevos en la lid: Freddy Ehlers, José
Gallardo y Jacinto Velázquez. El general Gallardo fue el vocero durante
el conflicto armado con el Perú, ganó entonces un reconocimiento, pero
dos meses de exposición no garantizan popularidad. Para el doctor
Velázquez la carrera es cuesta arriba, pues pese a haber sido
legislador (1979) ha mantenido un bajo perfil político en el último
quinquenio. Sin ser político, Ehlers tiene una gran ventaja: sus 20
años en la televisión, ha hecho su rostro familiar.

Sin embargo, la visibilidad tiene sus desventajas: los perjuicios que
se forman en torno a un candidato, difícilmente se cambian. Por
ejemplo: Jaime Nebot ha buscado demostrar que es tolerante. Admite las
inquietudes más diversas y no pierde la compostura. No obstante, no ha
podido cambiar la percepción de que tal compostura es producto del
entrenamiento y que su sonrisa es simplemente una careta. Esto no sólo
se destaca a nivel de caricaturas o de agudos comentarios periodísticos,
sino en encuestas cualitativas. Así, en la publicada por el diario El
Comercio, el 14 de abril, recibía una calificación de 5,9 sobre 10 en
la pregunta sobre su sinceridad y en otra de la empresa Perfiles de
Opinión, los votantes que nunca lo harían por él sostenían en un 28%
"porque es mentiroso".

Igualmente, resulta difícil para Rodrigo Paz cambiar la percepción de
que es regionalista. Quienes no votarían por Paz, argumentan en un 47%,
que no lo haría por regionalismo, pese a que en situaciones concretas
Paz ha dado muestras de lo contrario: como alcalde de Quito envió al
Municipio de Guayaquil, dirigido por el ingeniero León Febres-Cordero,
un grupo de asesores para los sistemas de computación.

TELEGENICO

"El elemento más importante en el nuevo estilo de hacer campañas
políticas es el uso de la televisión", escribe Robert Agranoff
profesor de ciencias políticas de la Universidad Northern Illinois. En
efecto, si el doctor José María Velasco Ibarra hubiese terciado en las
actuales elecciones presidenciales probablemente fracasaría. La magia
de su oratoria tenía efectos envolventes en plazas y concentraciones.
En la pantalla chica, con el reloj marcando cada segundo, sus largos y
complejos discursos recibirían el golpe de cambio del control remoto.
Para los expertos en comunicación política ser telegénico es una
cualidad clave en un candidato. Esto significa una imagen, sino
agradable, por lo menos que no origine rechazo; un lenguaje directo,
sin adornos u oropeles; una capacidad de réplica inmediata y un control
del escenario.

Se han ganado y perdido elecciones por el dominio de la comunicación en
la pantalla chica. Un debate televisivo significó para John F. Kennedy
el empuje final frente a Nixon, que apareció nervioso. Y en Ecuador,
donde sólo se ha dado un debate entre finalistas a la Presidencia: en
1984, se consideró que en él, Febres-Cordero dio la estocada final a
su contrincante Borja, pese a que el debate fue considerado por Vistazo
como "una maratón de insultos, donde los candidatos no se despojaron de
su calidad de gladiadores y al verse se electrizaron... y volaron rayos
y centellas".

De los actuales candidatos: Nebot, Ehlers y Noboa son telegénicos:
lucen y comunican bien. Por su parte, Bucaram en las dos elecciones
pasadas conquistó al electorado de los sectores más pobres a través de
la televisión, pero esa misma estrategia alienó a las clases medias y
altas. En dos cadenas nacionales contratadas para la actual campaña,
buscó penetrar ese electorado, vestido de saco y corbata y usando un
lenguaje sin ex abruptos.

En cambio, la televisión perjudica a candidatos como Rodrigo Paz, José
Gallardo y Frank Vargas. A Paz se lo percibe como un hombre de edad, muy
tradicional. Inclusive, su sentido del humor, tiende a ser mal
interpretado. En cuanto al general Gallardo, resulta muy difícil comprender
su mensaje, porque sus respuestas son lentas, cansosas. A Vargas en cambio,
le falta cohesión: sus intervenciones son algunas veces una arenga militar,
que no corresponden al momento ni al medio de comunicación.

AL QUE MADRUGA

En su libro ¿Cómo ganar las elecciones?, el consultor Joseph Napolitan
sostiene que si el candidato no es muy conocido debe principiar
temprano. Para el más nuevo en la contienda, Freddy Ehlers, el escaso
tiempo es un limitante, aunque está respaldado por organizaciones
que tienen una estructura bien organizada, como es el caso de los
movimientos indígenas, los sindicatos petroleros y eléctricos y la
Izquierda Democrática que hasta 1988, era el partido mejor organizado
del país. Por esa falta de tiempo, Freddy Ehlers tampoco ha podido
limar las aristas de los intereses -a veces contrapuestos- en los
grupos que lo respaldan y que han sido definidos como una gran
"fanesca".

El margen de tiempo también sería una de las debilidades de la
candidatura del ex alcalde de Quito, Rodrigo Paz, quien se decidió
bastante tarde a aceptar la nominación y en la demora, otros candidatos
entraron en contacto con los caciques provinciales, que en definitiva
son claves para el trabajo de campaña fuera de las grandes ciudades.

Ricardo Noboa partió de cero y en el camino sufrió embates y
contratiempos. Por un lado: perdió el apoyo del MIRA de Rosalía
Arteaga; por otro, cambió de jefe de campaña en la mitad de la jornada,
por diferencias con el doctor Juan Falconí Puig y todo ello le condujo
a refugiarse en partidos, considerados la quitaesencia del partidismo
político: FRA y Liberal, destruyendo así su estrategia inicial de
representar el movimiento independiente.

La estructura de campaña es quizá el elemento que más consistencia le
da a las candidaturas socialcristiana y del PRE. Según un reportaje de
diario El Comercio, Nebot cuenta con más de 196 centrales, con 10 mil
trabajadores proselitistas. Ya en abril de 1993, Nebot habitualmente
recorría las provincias de la costa proporcionando ayuda comunitaria.
Antes de la cita para una entrevista con Vistazo, había entregado
bombas de agua y riego en Los Ríos. En esa entrevista, Nebot definió a
una candidatura como una empresa: "en el buen sentido de la palabra.
No empresa electoral ni económica, sino una empresa que tiene una meta,
que hay que organizar, que cuidar varios aspectos". Tan organizada es
la campaña presidencial socialcristiana, que inclusive cuenta con su
propia compañía productora de cuñas de televisión, mientras las otras
campañas contratan las filmaciones.

Sin la eficiencia de los socialcristianos, aunque con mucha eficacia,
el PRE también posee una estructura de partido y de campaña importante.
El candidato es quien controla todo. Por ello, cualquier definición de
prensa, de espacios políticos, de visitas, de entrevistas con
subalternos, se arregla con el propio Bucaram.

DINERO

Cuentan amigos cercanos del general José Gallardo, que cuando comenzó a
organizar su estructura de campaña, se llevó la primera gran desilusión.
Había estimado que requería de 80 comités o centrales. Para cada una se
le pidió un millón de sucres mensuales. Sin recursos financieros, la
campaña del general no ha despegado. Él ha sufrido físicamente los
estragos: la rotura de la clavícula al caerse de un vehículo no
apropiado para las manifestaciones y una erisipela, producto de viajes
forzados en condiciones no adecuadas.

Una campaña sin dinero es como un vehículo sin combustible: no anda.
Aquí se encuentra el principal limitante para varios de los aspirantes
a la primera magistratura. Ni Castelló, ni Vargas, ni Gallardo ni
Velázquez cuentan con suficientes recursos financieros.

En contraste, los socialcristianso estiman que gastarán unos 2,5
millones de dólares, aunque sus adversarios dicen que han gastado 10
millones. La cifra de gastos estimada por el PRE es entre 3 y 4
millones de dólares. Paz sostuvo en el programa de Ecuavisa, Queremos
Saber, que sus gastos estarían alrededor de 2 millones . Finalmente,
Ricardo Noboa habla de 800 mil dólares.

ESTRATEGIAS

El último elemento crucial en una campaña es la estrategia integral
para la imagen del candidato. No hay lectura más apasionante en materia
política que "los recuentos post-electorales, en los que se explica
como consultores políticos, utilizando encuestas y computadores,
formularon un plan integral para crear la imagen del candidato",
escribe en su análisis sobre la nueva forma de hacer campañas políticas
el profesor universitario Robert Agranoff.

En efecto, en el Ecuador como en otros países el manejo de imagen ha
sido una variante clave en las campañas. Asesores de imagen han ganado
celebridad por sus aciertos, como Óscar Lombana en 1984 con la campaña
de León Febres-Cordero y Mario Elgarresta con la de Sixto Durán-Ballén
en 1992.

La estrategia de imagen comprende el tema general de la campaña, los
eslóganes y símbolos, los colores para la literatura a repartirse, la
presentación física del candidato, la manera como éste responde a las
preguntas de la prensa. De lo que se conoce, no habría estrategas
extranjeros en estas elecciones. Esto no implica que no hubo asesoría
en algunos aspectos de campaña.

Así, el responsable de la imagen de Felipe González, el consultor
español graduado en la Universidad de Stanford Julio Feo habría
aconsejado en 1994 a Nebot un cambio de imagen. Según la oficina de
prensa socialcristiana, la estrategia de la campaña del 96 es manejada
por el abogado Charlie Pareja. Eso sí, el eslogan y el jingle de la
campaña contó con la asesoría de un creativo español Gabriel Jiménez.

Se evidencia también un manejo de imagen estructurado en la campaña de
Rodrigo Paz. Paz también habría contado con la asesoría de Martínez y
Salcedo, estrategas de Eduardo Frei. Ellos habrían diseñado los
eslóganes a Paz yo le creo y Paz sabe crear trabajo. En todo caso, el
tener dos frases debilita la estrategia. Los chilenos también habrían
diseñado encuestas cuantitativas y cualitativas para el candidato
demócrata popular.

Otra imagen hecha con asesoría es la de Ricardo Noboa, quien primero
contó con el apoyo de la Agencia Véritas y luego con la Agencia MCann
Erickson. En las primeras presentaciones Noboa habló de Bienestar para
la familia, luego de El gran cambio. Es decir ha tenido dos eslóganes y
dos logotipos diferentes, aunque ha mantenido los colores.

Tanto Bucaram como Ehlers son los creadores de su imagen. Bucaram ni
siquiera se ha molestado en cambiar el eslogan de la campaña pasada: La
fuerza de los pobres, aunque él considera que eso "no es un eslogan,
sino una doctrina". Para él, el eslogan de esta campaña es "Primero
los pobres después esa gente", en respuesta al lema de los
socialcristianos.

Es el propio Ehlers quien ha definido su vestimenta informal, un
sombrero de paja toquilla aun en el páramo, su armonioso jingle. No
obstante, como dice el refrán: en casa de herrero cuchillo de palo.
Ehlers ha tenido un manejo poco afortunado en la comunicación con sus
colegas periodistas, que han sido virulentos, por su poca tolerancia.
Tampoco ha sido afortunado en el manejo de la nacionalidad de su
esposa. En reacción desproporcionada solicitó la renuncia de Rodrigo
Paz, lo que trajo como consecuencia una baja en las encuestas. Las
demás campañas tienen estrategias poco elaboradas. Suman así una
debilidad adicional.

El que las encuestas hayan consistentemente posicionado a Jaime Nebot
en un primer lugar y tengan en una cerrada disputa por el segundo a
tres candidatos: Paz, Bucaram y Ehlers, no es una casualidad. Las
cuatro candidaturas contienen todos los elementos básicos: candidato
adecuado, estructura, dinero y estrategia. Siendo un buen candidato,
Noboa ha fallado en consolidar una estructura efectiva de campaña y un
manejo coherente de imagen. Esto ha hecho que se distancie
considerablemente de la pelea por el segundo lugar.

Pese a los grandes avances en comunicación, encuestas y estrategias de
campaña, todavía no existen reglas universales para lograr el éxito.
Las contingencias de cada situación, los límites del conocimiento y la
amplitud de las variables en juego, permiten hablar de posibilidades,
más no de certezas y en las elecciones de 1996 esas posibilidades
apuntan a que cuatro son los hombres que pueden dirigir el destino del
Ecuador hasta el año 2000. (FUENTE: REVISTA VISTAZO N. 689, PP. 4-12)
EXPLORED
en

Otras Noticias del día 09/Mayo/1996

Revisar otros años 2014 - 2013 - 2012 - 2011 - 2010 - 2009 - 2008 - 2007 - 2006 - 2005 -2004 - 2003 - 2002 - 2001 - 2000 - 1999 - 1998 - 1997 - 1996 - 1995 - 1994 1993 - 1992 - 1991 - 1990
  Más en el