Quito. 2 jun 97. Un diario expone la cara todos los días. No
puede ocultarse ni por un momento. Un diario habla
constantemente, pero penosamente no puede dialogar. Su
interlocutor actúa a través del mecanismo más simple: el derecho
a comprar o no el diario.
Más aún: el lector se aproxima a su diario para encontrar
reflejados en sus páginas, sustancialmente sus desacuerdos. El
lector desconfía del poder. Todos los días simula una protesta.
Una simulación gigantesca y silenciosa. Los lectores no se
expresan pero dejan la impronta de sus preferencias en la
encuesta de opinión o en el gesto simple de favorecer a una
programación de televisión o a un diario.
HOY lo sabía y buscaba ese lector que, en su mutismo, fuera
esencialmente crítico. HOY había nacido en los albores difíciles
de la democracia, se debía a ella, pero sabía que era
indispensable profundizarla.
Así llegó a 1988, luego de combatir cuatro años de intolerancia
y violencia que aún pesan sobre la candidatura presidencial
socialcristiana, como un fardo del que no se puede desprender.
Un rechazo silencioso que significa, para los analistas, un voto
de resistencia que limita las posibilidades de Jaime Nebot, por
ejemplo.
En esas circunstancias la centro izquierda aparecía como un
escenario en el que confluían todos los esfuerzos por salvar a
la democracia de otra intolerancia: Abdalá Bucaram.
HOY reflejaba toda esa reacción contra la violencia. Y en ese
esfuerzo, se encontró con la candidatura de centro izquierda.
Coincidió con ella, tanto, que la candidatura, convertida en
Gobierno, se fue llevando algunos de sus miembros.
El lector de ese momento esperaba que con Rodrigo Borja el país
retomara la estabilidad y la razón. Pero hay una paradoja en ese
lector. No perdona -aunque fuere solo en apariencia- que el medio
se aleje de él y quiera seguir hablando a nombre de él, al tiempo
que se aproxima al poder. El lector es suspicaz y el medio tiene
que serlo también. Se aproxima a la noticia sin creer en ella ni
tampoco desestimándola. Desconfía de la realidad para poder verla
en toda su diversidad. Comenzó, entonces, un momento crítico para
HOY. Perdió lectores que los ha ido recuperando en los años
venideros, pero tampoco satisfizo las vanidades del poder.
Constantemente los funcionarios del régimen de Borja le
reclamaban fidelidad. ¿A nombre de qué? De nada. De una tendencia
en la que HOY creyó, pero a la que no le debía más que el cariño
de sus lectores.
Sin embargo, muy pronto, la recuperación del sentido crítico le
abrió los espacios de la diversidad. Ese período de gobierno de
centroizquierda le dejó una lección: no deberse a nadie, ni
aparentarlo. Asomarse al espectáculo político sin confundirse con
él. No servir, nunca más, de lugar donde maduren políticos en
ciernes, en espera de que les llegue su oportunidad.
"Eduarcito" en el aeropuerto
Por Benjamín Ortiz Brennan
La hostilidad del gobierno del Presidente Febres Cordero
(1984-88) en contra del Diario HOY llegó a su punto crítico
durante el secuestro del banquero guayaquileño Nahín Isaías, por
el grupo subversivo Alfaro Vive Carajo.
La víspera de su muerte en el operativo de rescate, cuando estaba
ubicado y todavía en manos de sus captores, el presidente convocó
a los directores de diarios a una reunión reservada, con
excepción del director de HOY, Benjamín Ortiz.
Hizo notar a los presentes la ausencia y dio una explicación: el
Gobierno tenía indicios de que uno de los jefes intelectuales de
la organización subversiva era nada menos que quien estaba al
frente de este diario.
Acusación terrible -por supuesto sin fundamento- que varios
colegas presentes hicieron saber con la mayor discreción a HOY.
Los directivos del periódico nos reunimos para analizar la
situación, agravada por la muerte de Nahín Isaías. Los ánimos en
contra de los subversivos y de quienes fueran acusados, aunque
sea falsamente, de tener que ver algo con ellos, estaban
exasperados y agresivos.
¿Qué hacer? La acusación ni siquiera era pública. Primero escribí
una carta del Ministro de Gobierno, Luis Robles Plaza,
describiendo la temeraria afirmación y haciéndole responsable de
mi seguridad. Segundo, solicitamos una misión a la Sociedad
Interamericana de Prensa, SIP, para que investigara los
acontecimientos.
A los pocos días aterrizaban en el aeropuerto de Quito dos
directores de los periódicos Saint Petesburg Times, del Norte de
la Florida, y el presidente de la Seaton Newspapers, una cadena
de periódicos de Kansas.
El primero de ellos, Bill Laundrey era uno de los grandes
periodistas norteamericanos, pero hasta el momento un personaje
desconocido para nosotros. El segundo, -¡oh sorpresa!- a quien
por su nombre no había identificado en el primer momento, se
trataba de un amigo de los tiempos de universidad, Edward Seaton,
"eduarcito" como habíamos en la época españolizado su nombre y
apellido, que al cabo de los años era también una figura en
Norteamérica.
Edward fue becario Fullbright en Quito y estudió un año en la
Universidad Central. Conocía que quien no es terrorista a los 18
años es muy difícil que lo sea a los cuarenta.
Investigaron con prolijidad gringa los hechos. Nada encontraron.
Dijeron al Gobierno de entonces que otra acusación semejante será
considerada por los periódicos de América como intimidación y
atentado contra la libertad de expresión.
En 1998 "Eduarcito", el gringo de la Central, será presidente de
los editores de periódicos de los EE UU.
HOY no se sintió reumático
"Considero que a HOY, si busca una calificativo, le pertenece
el ser llamado oportuno", es la opinión del arzobispo de Cuenca,
Luis Alberto Luna Tobar.
Dijo que en la época de Febres Cordero HOY tuvo una presencia
enorme, pero no se excedió, "sino que fue simplemente real". Citó
la frase de un colega venezolano de que "cuando el tigre ruge no
hay burro con reumatismo" y anotó que "HOY no se sintió reumático
frente a Febres Cordero".
"Con Borja, al principio le aupó, pero luego creció ... Y en la
época de Durán Ballén volvió a crecer y cuando subió el que
sabemos -mi consigna es no pronunciar mucho ese apellido- pienso
que fue el padrino de esa extremaunción". Dijo que "estuvo HOY
siempre en la primera línea en el comentario, en la mirada
crítica, en la denuncia e inclusive en algo que es muy difícil
en materia de comunicación, que es en los pronunciamientos
precisos y claros de análisis y de crítica de lo acontecido.
Pocas veces adoleció de la pasión profética en la que se colocan
ciertos poderosos -y podía haberse sentido poderoso en
determinado momento-, pasión profética en virtud de la cual
destrozan todo lo acontecido. Sí criticó, sí fustigó, sí tuvo
empeños fuertes contra determinados grupos, personas e
ideologías, pero jamás, con ánimo lesivo, vengativo. Creo que HOY
pretendió siempre construir algo".
Sobre las páginas editoriales de HOY indicó que ha buscado
personas que sin ser identificadas comparten un modo de criticar,
denunciar, proponer, que las ha hecho valientes, coherentes y
definidas. No creo que haya contado HOY con personas que hagan
juegos con las indefiniciones, malabarismos con las posibilidades
de hacerse a uno o a otro, no. HOY ha sido muy coherente en su
presencia editorial", dijo.
Consideró que HOY no ha sido igual de coherente en sus análisis
internacionales. "Si ha sido una bandera de contradicción frente
a ciertos poderosos dentro de Ecuador, podría también haber sido
una fuerza de avanzada en la crítica a lo internacional", vacío
queHOY debe sentirse obligado a cubrirlo.
SERVIDATOS sin limitaciones
Fundada en 1989, archiva información desde la sala de prensa de
Diario HOY. Dispone de aproximadamente un millón 660 mil
documentos indexados.
Además, SERVIDATOS creó productos orientados al mercado de
ejecutivos que no disponen del tiempo necesario para leer el
periódico y reportes financieros, y ofrece así tanto HoyFax como
el Boletín Informativo de Diario HOY, distribuido mundialmente.
(DIARIO HOY) (P. 1-B)
puede ocultarse ni por un momento. Un diario habla
constantemente, pero penosamente no puede dialogar. Su
interlocutor actúa a través del mecanismo más simple: el derecho
a comprar o no el diario.
Más aún: el lector se aproxima a su diario para encontrar
reflejados en sus páginas, sustancialmente sus desacuerdos. El
lector desconfía del poder. Todos los días simula una protesta.
Una simulación gigantesca y silenciosa. Los lectores no se
expresan pero dejan la impronta de sus preferencias en la
encuesta de opinión o en el gesto simple de favorecer a una
programación de televisión o a un diario.
HOY lo sabía y buscaba ese lector que, en su mutismo, fuera
esencialmente crítico. HOY había nacido en los albores difíciles
de la democracia, se debía a ella, pero sabía que era
indispensable profundizarla.
Así llegó a 1988, luego de combatir cuatro años de intolerancia
y violencia que aún pesan sobre la candidatura presidencial
socialcristiana, como un fardo del que no se puede desprender.
Un rechazo silencioso que significa, para los analistas, un voto
de resistencia que limita las posibilidades de Jaime Nebot, por
ejemplo.
En esas circunstancias la centro izquierda aparecía como un
escenario en el que confluían todos los esfuerzos por salvar a
la democracia de otra intolerancia: Abdalá Bucaram.
HOY reflejaba toda esa reacción contra la violencia. Y en ese
esfuerzo, se encontró con la candidatura de centro izquierda.
Coincidió con ella, tanto, que la candidatura, convertida en
Gobierno, se fue llevando algunos de sus miembros.
El lector de ese momento esperaba que con Rodrigo Borja el país
retomara la estabilidad y la razón. Pero hay una paradoja en ese
lector. No perdona -aunque fuere solo en apariencia- que el medio
se aleje de él y quiera seguir hablando a nombre de él, al tiempo
que se aproxima al poder. El lector es suspicaz y el medio tiene
que serlo también. Se aproxima a la noticia sin creer en ella ni
tampoco desestimándola. Desconfía de la realidad para poder verla
en toda su diversidad. Comenzó, entonces, un momento crítico para
HOY. Perdió lectores que los ha ido recuperando en los años
venideros, pero tampoco satisfizo las vanidades del poder.
Constantemente los funcionarios del régimen de Borja le
reclamaban fidelidad. ¿A nombre de qué? De nada. De una tendencia
en la que HOY creyó, pero a la que no le debía más que el cariño
de sus lectores.
Sin embargo, muy pronto, la recuperación del sentido crítico le
abrió los espacios de la diversidad. Ese período de gobierno de
centroizquierda le dejó una lección: no deberse a nadie, ni
aparentarlo. Asomarse al espectáculo político sin confundirse con
él. No servir, nunca más, de lugar donde maduren políticos en
ciernes, en espera de que les llegue su oportunidad.
"Eduarcito" en el aeropuerto
Por Benjamín Ortiz Brennan
La hostilidad del gobierno del Presidente Febres Cordero
(1984-88) en contra del Diario HOY llegó a su punto crítico
durante el secuestro del banquero guayaquileño Nahín Isaías, por
el grupo subversivo Alfaro Vive Carajo.
La víspera de su muerte en el operativo de rescate, cuando estaba
ubicado y todavía en manos de sus captores, el presidente convocó
a los directores de diarios a una reunión reservada, con
excepción del director de HOY, Benjamín Ortiz.
Hizo notar a los presentes la ausencia y dio una explicación: el
Gobierno tenía indicios de que uno de los jefes intelectuales de
la organización subversiva era nada menos que quien estaba al
frente de este diario.
Acusación terrible -por supuesto sin fundamento- que varios
colegas presentes hicieron saber con la mayor discreción a HOY.
Los directivos del periódico nos reunimos para analizar la
situación, agravada por la muerte de Nahín Isaías. Los ánimos en
contra de los subversivos y de quienes fueran acusados, aunque
sea falsamente, de tener que ver algo con ellos, estaban
exasperados y agresivos.
¿Qué hacer? La acusación ni siquiera era pública. Primero escribí
una carta del Ministro de Gobierno, Luis Robles Plaza,
describiendo la temeraria afirmación y haciéndole responsable de
mi seguridad. Segundo, solicitamos una misión a la Sociedad
Interamericana de Prensa, SIP, para que investigara los
acontecimientos.
A los pocos días aterrizaban en el aeropuerto de Quito dos
directores de los periódicos Saint Petesburg Times, del Norte de
la Florida, y el presidente de la Seaton Newspapers, una cadena
de periódicos de Kansas.
El primero de ellos, Bill Laundrey era uno de los grandes
periodistas norteamericanos, pero hasta el momento un personaje
desconocido para nosotros. El segundo, -¡oh sorpresa!- a quien
por su nombre no había identificado en el primer momento, se
trataba de un amigo de los tiempos de universidad, Edward Seaton,
"eduarcito" como habíamos en la época españolizado su nombre y
apellido, que al cabo de los años era también una figura en
Norteamérica.
Edward fue becario Fullbright en Quito y estudió un año en la
Universidad Central. Conocía que quien no es terrorista a los 18
años es muy difícil que lo sea a los cuarenta.
Investigaron con prolijidad gringa los hechos. Nada encontraron.
Dijeron al Gobierno de entonces que otra acusación semejante será
considerada por los periódicos de América como intimidación y
atentado contra la libertad de expresión.
En 1998 "Eduarcito", el gringo de la Central, será presidente de
los editores de periódicos de los EE UU.
HOY no se sintió reumático
"Considero que a HOY, si busca una calificativo, le pertenece
el ser llamado oportuno", es la opinión del arzobispo de Cuenca,
Luis Alberto Luna Tobar.
Dijo que en la época de Febres Cordero HOY tuvo una presencia
enorme, pero no se excedió, "sino que fue simplemente real". Citó
la frase de un colega venezolano de que "cuando el tigre ruge no
hay burro con reumatismo" y anotó que "HOY no se sintió reumático
frente a Febres Cordero".
"Con Borja, al principio le aupó, pero luego creció ... Y en la
época de Durán Ballén volvió a crecer y cuando subió el que
sabemos -mi consigna es no pronunciar mucho ese apellido- pienso
que fue el padrino de esa extremaunción". Dijo que "estuvo HOY
siempre en la primera línea en el comentario, en la mirada
crítica, en la denuncia e inclusive en algo que es muy difícil
en materia de comunicación, que es en los pronunciamientos
precisos y claros de análisis y de crítica de lo acontecido.
Pocas veces adoleció de la pasión profética en la que se colocan
ciertos poderosos -y podía haberse sentido poderoso en
determinado momento-, pasión profética en virtud de la cual
destrozan todo lo acontecido. Sí criticó, sí fustigó, sí tuvo
empeños fuertes contra determinados grupos, personas e
ideologías, pero jamás, con ánimo lesivo, vengativo. Creo que HOY
pretendió siempre construir algo".
Sobre las páginas editoriales de HOY indicó que ha buscado
personas que sin ser identificadas comparten un modo de criticar,
denunciar, proponer, que las ha hecho valientes, coherentes y
definidas. No creo que haya contado HOY con personas que hagan
juegos con las indefiniciones, malabarismos con las posibilidades
de hacerse a uno o a otro, no. HOY ha sido muy coherente en su
presencia editorial", dijo.
Consideró que HOY no ha sido igual de coherente en sus análisis
internacionales. "Si ha sido una bandera de contradicción frente
a ciertos poderosos dentro de Ecuador, podría también haber sido
una fuerza de avanzada en la crítica a lo internacional", vacío
queHOY debe sentirse obligado a cubrirlo.
SERVIDATOS sin limitaciones
Fundada en 1989, archiva información desde la sala de prensa de
Diario HOY. Dispone de aproximadamente un millón 660 mil
documentos indexados.
Además, SERVIDATOS creó productos orientados al mercado de
ejecutivos que no disponen del tiempo necesario para leer el
periódico y reportes financieros, y ofrece así tanto HoyFax como
el Boletín Informativo de Diario HOY, distribuido mundialmente.
(DIARIO HOY) (P. 1-B)
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